P.O.R., breve reseña histórica

El PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO (POR) fue fundado en el congreso de Córdoba (Argentina), realizado en el mes de junio de 1935, como sección de la Oposición de Izquierda Internacional, que más tarde aparecerá como Liga Comunista Internacional y en 1938 se transformará en la Cuarta Internacional (IV I.).

Su fundador, el notable marxista boliviano José Aguirre Gainsborg, estaba seguro que había que poner en pie a la vanguardia revolucionaria como respuesta a la convulsión social que siguió a la guerra del Chaco. El marofismo (grupo Tupac Amaru de Tristán Marof) fue incluido al POR sin la necesaria discusión sobre el problema internacional, que involucraba cuestiones organizativas y de caracterización del país, y por tanto el enunciado de la finalidad estratégica.

Llevó una vida larvaria por casi una década larga, casi de clandestinidad severa, sin poder aclimatarse en Bolivia, penetrar en el seno de las masas, ni afinar debidamente su instrumento programático, lo que se tradujo en crisis interna.

En 1938 tuvo lugar su primera escisión con Tristán Marof y sus seguidores, alrededor del carácter del Partido Revolucionario. José Aguirre sostuvo la necesidad de una estructura organizativa bolchevique; los marofistas se mostraron partidarios de un partido flojo, sin programa ni estructura organizativa claros, sobre todo destinado a ganar elecciones en favor de un caudillo (T.Marof).

La prédica inicial porista no alcanzó a llegar hasta las masas porque éstas no habían madurado en su lucha diaria lo suficiente como para comprenderla. Se puede decir que recién en los años cuarenta debutó en la política boliviana: penetró en el movimiento obrero. Fue posible porque los explotados, particularmente las avanzadas mineras, comenzaban a sacar las conclusiones de la experiencia del gobierno nacionalista de Gualberto Villarroel. La caída de Villarroel por el golpe dirigido por la rosca en alianza con el PIR, no detuvo el ascenso revolucionario de las masas. Por el contrario, los estimuló y le dio nuevas formas.

En el congreso minero histórico de Pulacayo (noviembre de 1946) fue adoptado el programa trotskysta de independencia político-ideológica frente a la burguesía, de la revolución y dictadura proletarias, de la alianza obrero-campesina, del método de la acción directa de masas y de las reivindicaciones transitorias.

Las consignas de la Tesis de Pulacayo se convirtieron en el eje de la movilización de la nación oprimida durante el sexenio (1946-1952) y la clase obrera dio un salto descomunal en la evolución de su conciencia. No hay la menor duda de que el trotskysmo contribuyó decisivamente en la estructuración del proletariado como clase. Desde la segunda mitad de los 1940s, la actividad y el aporte teórico de Guillermo Lora como Secretario General contribuyeron de forma decisiva al desarrollo de los ejes programáticos y organizativos del POR qué mantienen toda su vigencia en la actualidad (2021).

Tomado de Masas n°2656, Bolivia

 

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