Avance de los portuarios de Terminal 5

La lucha de los compañeros portuarios avanzó con una victoria contundente luego de la última reunión con la empresa concesionaria BACTSSA, donde se confirmó la continuidad de los puestos de trabajo hasta mayo 2024 (bajo la concesión de la misma empresa).

Es fruto del plan de lucha de los compañeros y su cuerpo de delegados, con el apoyo de la Coordinadora Marítima Portuaria Argentina, y organizaciones sindicales y políticas que sostienen este conflicto desde mayo de 2020. La movilización y denuncia a la Administración General de Puertos (AGP) con los cortes y asambleas al ingreso de las terminales fueron el camino y el método para imponer este avance y afianzar la organización que continúa peleando por el reparto de la carga entre todas las terminales del puerto, y de los trabajadores portuarios. La defensa de esta consigna concentra la política de unidad de los compañeros portuarios por conquistar la distribución del trabajo del puerto, y romper con la diferenciación entre compañeros de una terminal o empresa distinta.

Tres empresas son dueñas de las concesiones realizadas durante la década del 90’, (BACTSSA terminal 5, MAERSK terminal 4 y TRP terminales 1,2 y 3) en pleno menemismo. La entrega del Puerto de Buenos Aires fue un símbolo de sometimiento y continuidad del programa de la última dictadura militar. BACTSSA prorrogó el vencimiento de su concesión en el 2016 hasta 2020. La intención de la AGP fue entregar la licitación de la terminal 5 a la empresa MAERSK, liquidando 400 puestos de trabajo y precarizando los ya existentes.

La disputa entre los intereses de las empresas que gestionan el puerto entró en conflicto en plena pandemia, precarizando y poniendo en juego los puestos de trabajo de 800 familias portuarias, continuando con la política liberal de entrega y desnudando el verdadero programa del gobierno nacional y sus dependencias. La AGP actúa como organismo del capital transnacional y su interés privado.

Los puertos no pueden estar en manos de las multinacionales, pues allí se define buena parte del destino económico del país. Las decisiones sobre qué y cuánto se exporta e importa tiene profundas consecuencias en la economía nacional. Los puertos en manos privadas son una herramienta del imperialismo para perpetuar nuestra integración a la economía mundial en calidad de país atrasado, exportador de materias primas e importador de productos elaborados.

La privatización de los puertos, la entrega del comercio exterior a las multinacionales, de la navegación del Río Paraná, la destrucción de la marina mercante y de los astilleros nacionales fueron actos de entrega de la soberanía nacional. Entrega planificada por la última dictadura, finalizada por Menem y sostenida por todos los gobiernos que le siguieron.

Es fundamental avanzar con una respuesta político-programática de conjunto, que defienda el interés nacional sobre la administración de los puertos, el control del comercio exterior y la estatización de todos los accesos, vías navegables y marina mercante. Es decir, la reestatización de todos los puertos, el monopolio estatal del comercio exterior y la reactivación de la marina mercante con buques hechos en el país.

(nota de MASAS nº424)

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