Ni Una Menos, contra el ajuste de los gobiernos y el FMI que también nos mata

Este año se cumplen 8 años de la irrupción masiva en las calles contra la violencia hacia las mujeres.

A 8 años del grito Ni Una Menos, retomamos las calles en defensa de nuestras condiciones de vida, el ajuste nos está matando. En medio de las elecciones provinciales y en la antesala de las nacionales, con un gobierno que tuvo como principal eje el acuerdo y el pago de la deuda al FMI, generando un ajuste a las condiciones de vida de las masas. En este 3J millones de mujeres, junto a las infancias se encuentran bajo la línea de pobreza, con trabajos precarizados. La crisis de vivienda, la falta de empleo, la licuación constante de los salarios por la inflación, la falta de jardines maternales, son problemas a escala nacional que nos condicionan a la hora de finalizar un vínculo violento.

La violencia intrafamiliar la transformamos en un problema político, es un acierto del movimiento de mujeres poner los feminicidios en la agenda pública, mediante la movilización popular. La violencia hacia a las mujeres hunde sus raíces en la sociedad dividida en clases sociales, por eso decimos que la violencia es intrínseca al sistema capitalista. La burguesía como clase dominante, dueña de los medios de producción, se apoya en el patriarcado ejerciendo una doble opresión hacia las mujeres trabajadoras.

En lo que va del año, las estadísticas arrojan el terrible número de 74 femicidios. En la medida que se profundiza la crisis económica se profundiza la barbarie social, terminando con vida de cientos de mujeres en su mayoría pobres.

Reclamamos justicia frente a cada femicidio y alertamos que la Justicia es una institución que está al servicio y resguardo de la propiedad privada, no es de su interés condenar la violencia hacia las mujeres, cuando lo hacen es por la imposición de la movilización popular.

No es con reforma de la justicia o mediante las elecciones que resolveremos el flagelo de miles de mujeres. Solo lo conseguiremos luchando por barrer con las bases materiales de esa misma violencia que es el propio capitalismo, bajo la dirección política del proletariado, incorporando nuestras demandas al pliego único de reivindicaciones.

Organizándonos en nuestros lugares de trabajo, estudio, en los barrios. Por eso decimos que las centrales sindicales tienen que tomar nuestras demandas.

Este 3J debemos tomar las calles para exigir que la plata para el pago de la deuda se destine a la construcción de planes de vivienda, a la generación de puestos de trabajo, construcción de jardines materno-paterno infantiles, presupuesto para el sistema de salud integral. Un punto central es levantar la bandera de libertad a las presas políticas mapuches, condenadas a prisión por el sólo hecho de querer recuperar su territorio.

Súmate con el POR a participar del Encuentro de la mujer que este año será en Bariloche. Colaborá con nuestra campaña financiera.

(nota de MASAS nº436)

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