Nuestra total solidaridad con el pueblo Palestino agredido violentamente por Israel desde hace más de 70 años

LA DECLARACION DE GUERRA DEL ESTADO SIONISTA DE ISRAEL BUSCA ENMASCARAR EL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO

Los medios de comunicación del mundo, la mayoría de los gobiernos presentan con todo cinismo e hipocresía la incursión de la organización Hamas en Israel como un acto terrorista, como una agresión. Los miserables condenan este acto sin decir nunca una palabra sobre los contínuos actos terroristas, la brutal y sistemática violación de los tan proclamados “derechos humanos”, el atropello, encarcelamiento o asesinato de sus hombres, mujeres y niños por parte de Israel, que cuenta con uno de los ejécitos más poderosos del mundo y ha impuesto una política de verdadero Apartheid a la población no judía.

El actual nivel de beligerancia del conflicto Palestino-Israeli, es el corolario de todas las acciones de presión sobre la población palestina, que las autoridades sionistas de Israel han venido ejecutando en acuerdo con el imperialismo norteamericano y alentadas por el reconocimiento, por parte de Trump a Jerusalén como capital oficial y única del Estado de Israel y el incondicional apoyo de Biden.

Ninguno dice que hace décadas que la ONU llama a negociar a reconocer la autodeterminación de Palestina, a contar con su Estado y que esas resoluciones y condenas contra Israel son desoídas permanentemente. La violencia caracteriza toda la historia de Palestina desde el momento que su pueblo fue privado de su derecho a la autodeterminación nacional.

El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 181, que puso fin al Mandato Británico de Palestina (vigente desde 1920) e instó a la creación de un estado palestino y otro para los judíos, dividiendo así Palestina. El 14 de mayo de 1948, David Ben Gurion proclamó el nacimiento del Estado hebreo. Egipto, Jordania, Líbano, Irak y Siria declaran la guerra a Israel. El conflicto duró hasta julio de 1949.

Los ataques de Hamas son una respuesta a la política terrorista de conquista y usurpación territorial que el régimen israelí, actuando en complicidad con EEUU y las potencias de Europa, ha perpetrado en contra del pueblo palestino. Ahora Europa ya se apuró a cortar toda ayuda a Palestina. EEUU anunció el envío de ayuda militar adicional.

Las brigadas Al Qasam, el brazo militar de HAMAS (Movimiento de Resistencia Islámica), que han lanzado un ataque sorpresa contra Estado Sionista de Israel, no tiene la capacidad logística, ni el armamento suficiente para derrotar militarmente al ejército Israelí que cuenta con el apoyo del imperialismo norteamericano. De esta realidad es perfectamente consciente la inteligencia militar israelí. Por su parte, HAMAS ha proclamado que los objetivos políticos del ataque han sido logrados, poniendo en evidencia que tiene la capacidad de burlar la vigilancia de la inteligencia israelí.

HAMAS desde el 2007 es gobierno en la franja de Gaza y goza de una gran influencia en Cisjordania, uno de los objetivos de HAMAS, con este ataque, es hacerse del control también del gobierno en Cisjordania, además de boicotear el anunciado acuerdo de paz entre Arabia Saudita e Israel, que en realidad es una traición de la feudal burguesía Árabe a la causa Palestina.  HAMAS es la organización que después de la primera intifada (levantamiento insurreccional palestino, 1987) se ha puesto a la cabeza de todas las rebeliones populares en la región. Este grupo político militar NO es un partido obrero, se declara como yihadista, nacionalista e islamita, y proclama como su objetivo buscar la liberación de Palestina y crear un Estado palestino independiente, para lo cual se compromete a luchar contra la ocupación israelí por todos los medios.

Este hecho vuelve a colocar en primer plano las condiciones de sometimiento de un pueblo y la imposibilidad de que el capitalismo en su etapa de pudrición pueda resolver pacíficamente un reclamo histórico. La coexistencia con el Estado terrorista es imposible.

No pueden sorprenderse, no pueden considerar como inesperada cualquier reacción de un pueblo encarcelado en la mayor cárcel del mundo a cielo abierto. Es lo mínimo que se puede esperar de un pueblo sojuzgado y sometido a las peores condiciones. Palestina no tiene un ejército regular, no puede exigírsele que haga una guerra regular porque sencillamente no tiene condiciones para hacerla. Los opresores que ejercen el terrorismo desde sus Estados quieren dar cátedra moral de cómo deben defender sus derechos los pueblos a los que les han arrebatado todos los derechos.

No vamos a especular como hace un sector de la prensa si a Netanyahu y a su gobierno de ultraderecha le convino esta intervención de Hamas para lograr algún apoyo de su población luego de meses de movilizaciones en su contra por querer protegerse de las causas de corrupción que lo acosan. Porque creían que nunca jamás podía ocurrir que las milicias palestinas quebraran el muro y las fortificaciones israelíes, que siempre los servicios de inteligencia, los más preparados del mundo, anticiparían cualquier ataque y lo desmontarían sangrientamente antes que se lleve a cabo. Muy probablemente estas fallas de inteligencia y seguridad son el producto de su prolongada crisis política.

En diciembre 2022 Netanyahu reasumió como primer ministro al frente del Gobierno más religioso y ultranacionalista de la historia de Israel, prometiendo priorizar la expansión de la colonización de los territorios palestinos de Cisjordania.

El tambaleante y desacreditado gobierno de extrema derecha de Netanyahu, aprovechará el ataque de HAMAS, para lograr la unificación interna y el respaldo internacional. Con el aval de EEUU y Europa, la respuesta de las autoridades sionistas de Israel ha sido bestial, vienen ejecutando una masacre, un genocidio, que busca exterminar a la población palestina, justificados en que esta NO es una “guerra convencional”, donde se puedan aplicar los tratados internacionales, sino que se trata de una guerra contra “el terrorismo”. De esta manera la declaratoria de guerra sirve a los fines expansionistas del estado sionista. La urgencia de presentar a los verdugos como víctimas, es parte de la estrategia del imperialismo para asegurar respaldo internacional a la presencia de un enclave de sus intereses, que son los intereses del gran capital financiero imperialista, principalmente el norteamericano, en la región de Oriente Medio.

Rechazamos los argumentos pacifistas y cobardes de los que juzgan negativamente esta acción porque perjudicaría las negociaciones o provocaría enormes represalias sobre su propio pueblo incluso una invasión terrestre por parte de Israel. Lo que ya está ocurriendo, con bombardeos contra Gaza que ocasionaron más de 600 muertos, además Israel cortó totalmente el suministro de electricidad, alimentos y combustible a Gaza. O que esta acción habilita a los sectores más derechistas de los derechistas a imponer un curso militar más agresivo. Los habitantes de Gaza han elegido desde 2007 a Hamas como su gobierno justamente por su actitud combativa frente al asedio de los carceleros. Una actitud completamente distinta a la que asumió la Autoridad Palestina.

Los reclamos palestinos incluyen el largo asedio a Gaza, que está sitiada, y que demolió su economía interna, el reciente bloqueo en respuesta a las manifestaciones a lo largo de la barrera fronteriza, o el permiso para salir a trabajar a Israel para 20 mil personas por día.

Cisjordania sufre una ocupación militar junto al robo permanente de sus territorios y reservas de agua por parte de colonos judíos supremacistas. En julio, la Autoridad Nacional Palestina suspendió todos los contactos y cortó la colaboración en materia de seguridad con Israel, como gesto de rechazo a la expansión de las colonias y una ofensiva militar israelí sobre el campamento de refugiados de Jenín. 

Se suma también el grave aumento de la violencia en la Cisjordania ocupada contra sus vecinos palestinos por parte de los residentes colonos de asentamientos considerados ilegales por la mayoría de los gobiernos occidentales.

Los colonos actúan como escuadrones de la muerte, con la complicidad del gobierno israelí, asumiendo la tarea de aterrorizar a los pobladores originarios de las tierras que están robando.

Oficialmente, en los territorios invadidos por Israel las fuerzas armadas de ese país ocasionaron entre el 1º de enero del 2008 y el 19 de septiembre de 2023 la muerte de 6.407 palestinos y 152.560 sufrieron heridas y lesiones de diversa gravedad. Las víctimas israelíes en ese período fueron 308 muertos y 6.307 heridos. Solamente este año ya han matado a 36 niños palestinos en la Ribera Occidental, uno de los años más sanguinarios.

Los palestinos denuncian la “profanación” de la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén por parte de colonos israelíes de extrema derecha.

Siempre las muertes de civiles deben ser lamentadas. Pero debemos comprender cuál es el marco de lo sucedido. Repudiamos las declaraciones de los gobiernos y los partidos patronales, lacayos de EEUU, siempre en contra de la lucha de los pueblos. Y de todos los medios de comunicación colonizados por el imperialismo.

La lucha internacional por la causa palestina se debilitó principalmente por su abandono por parte de los gobiernos árabes e islámicos, esta es una cuestión fundamental que debe ser denunciada. El gobierno de Egipto informa que había avisado a Israel del ataque masivo que se avecinaba.

Es necesario una política común de los oprimidos en todos los países de la región combatiendo por sus reclamos más elementales y por desarmar y expulsar al imperialismo, terminar con las multinacionales, socializar los principales medios de producción para que puedan utilizarse todos los recursos para resolver los principales problemas y sobre esa base poner en pie un Estado Palestino común, único, como una república socialista, destruyendo el Estado sionista.

Frente al poder armado por el Estado sionista y por el imperialismo, está planteada la tarea del armamento de las masas palestinas y de los explotados árabes. Solamente el proletariado organizado y en lucha tiene cómo poner fin a la guerra y a la opresión nacional.

Otros conflictos militares en la región muestran cómo se extiende la guerra y tiende a generalizarse cada vez más. La clase obrera debe tomar en sus manos la lucha por terminar con las guerras orientando su lucha a terminar con el militarismo, terminando con la dominación imperialista y su pretensión de imponer un nuevo orden mundial que reemplace el que se está desmoronando.

En todos lados aparece dramáticamente la necesidad de la dirección revolucionaria, independiente de todas las fracciones burguesas y pequeñoburguesas en disputa.

9 de Octubre e 2023

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