El “impuesto a las grandes fortunas” no resolverá los problemas de las grandes mayorías

Desde el Partido Obrero revolucionario denunciamos la miseria de las medidas impulsadas por el gobierno. Es mentira que se trata de una medida popular, el impuesto a las grandes fortunas es una medida burguesa ante situaciones de crisis se limita a una redistribución de la plusvalía. La miserable caricatura planteada por el gobierno es un reflejo de su cobardía ante los sectores más concentrados de la economía y su sometimiento al imperialismo.

 

Se trata de una maniobra demagógica incapaz de resolver cualquiera de los objetivos planteados.

El tan anunciado “impuesto a las grandes fortunas” que busca recaudar esos 3.000 millones de dólares (menos del 1% del PBI) no está en condiciones de actuar como dique de contención para la marcha arrolladora de la crisis. Luego de haber destinado alrededor del 2,6% del PBI en el Ingreso Familiar de Emergencia y la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) entre otros planes para intentar hacer frente al contexto mundial de la pandemia, queda claro que no hubo ninguna mejora sustancial, sino todo lo contrario. Semana a semana la situación es más desesperante. La miseria crece, la pobreza recrudece, la desocupación avanza y los $10.000 del IFE o el pago de parte del salario por el Gobierno (sin garantía de continuidad), revelan una amarga y cruda realidad: son impotentes incluso para amortiguar la crisis que avanza implacablemente.

 

Bajo el mandato del FMI y el imperialismo

En sus declaraciones el FMI y otros ideólogos del imperialismo se han manifestado en favor de la implementación de impuestos a las grandes fortunas. La “peronizada” Directora General del FMI, Kristalina Georgieva ahonda en la posición imperialista señalando que “la progresividad de los impuestos es un aspecto fundamental de una política fiscal eficaz” capaz de multiplicar “las oportunidades para las comunidades y las personas que han estado quedando rezagadas”. Por su parte, Tomas Piketty, explicita: “El impuesto progresivo es un método relativamente liberal para la reducción de la desigualdad, en el sentido de que la libre competencia y la propiedad privada son respetadas (…) No es casual que los Estados Unidos y Gran Bretaña (…) adoptaron sistemas más progresivos que la mayoría de los países”.

El FMI como expresión de los intereses generales de la burguesía imperialista se posiciona en favor del impuesto a las grandes fortunas como medio para garantizar la estabilidad del sistema en su conjunto. En manos del gobierno de Fernandez, el impuesto a las grandes fortunas es parte de la política de sometimiento que prepara las condiciones para cumplir con los pagos al amo imperial.

 

El impuesto a las grandes fortunas es estéril al margen de la planificación de la economía

El FIT-U busca diferenciarse del oficialismo proponiendo un impuesto mayor orientado a “mitigar los efectos de la pandemia”. En este sentido proponen direccionar la recaudación a un salario de cuarentena de 30 mil pesos, material sanitario y la construcción de viviendas populares. Al igual que el proyecto del Frente de Todos, el proyecto del FIT-U plantea un impuesto extraordinario que se restringe a mitigar la situación en lugar de plantear una solución de fondo.

El impuesto a las grandes fortunas resulta insuficiente para resolver los problemas de las grandes mayorías, tenemos que volcar todos los recursos a la solución de dichos problemas. El programa obrero se diferencia cualitativamente de las medidas aisladas propuestas por las organizaciones centristas, planteando la planificación de la economía en su conjunto. Ligando la lucha por la estatización del comercio exterior, la banca y el control obrero colectivo de la industria con la necesidad de terminar con el capitalismo mediante la revolución proletaria.

La burocracia sindical nos llama a confiar en el congreso, a movilizar para respaldar la miserable medida. Desde el POR sostenemos que nada podemos esperar de ese circo, que tenemos que discutir en las bases cuáles son las medidas que pueden dar una solución de fondo a esta situación para imponer un verdadero plan de emergencia en defensa de los puestos de trabajo y los salarios, que ponga todos los recursos al servicio de los problemas de las grandes mayorías.

 

17-11-2020

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