Estatización de la industria ceramista y plan de obra pública bajo control obrero colectivo
La necesidad está, los materiales y la mano de obra también
Al tiempo que se profundiza la crisis económica y sanitaria, también se agudiza la situación de las fábricas ceramistas. Las ventas se han reducido producto del freno en el rubro construcción, cada vez les cuesta más poder hacer frente a los costos de las materias primas -a precio dólar-, las boletas de luz y gas son millonarias y no cuentan con subsidios como el resto de las empresas. Tampoco recibieron el subsidio que otorgó el gobierno a los empresarios para “ayudar a pagar los salarios de sus trabajadores en este contexto de pandemia”. Es claro que el gobierno decide ahogarlas económicamente.
En un contexto de despidos y crisis habitacional, es criminal que el gobierno no dé respuesta a los ceramistas. La necesidad de viviendas está más presente que nunca. Cientos de familias se ven forzadas a tomar un terrero ante la imposibilidad de acceder a una vivienda propia, los costos de los alquileres son insostenibles frente a un contexto de inflación, salarios devaluados y despidos. Allí se producen los ladrillos y cerámicos necesarios para construir las miles de viviendas que hacen falta en la región.
Frente a esta situación es fundamental organizar la lucha unitaria entre ceramistas, desocupados y las familias sin techo. Debemos exigir al gobierno una respuesta integral que contemple la estatización bajo control obrero de la industria ceramista, la puesta en marcha de un plan de obras públicas bajo control obrero colectivo para la construcción de las viviendas, hospitales y escuelas que hacen falta, generando puestos de trabajo para los cientos de desocupados de la región. Esta es la repuesta, repudiamos el desalojo y represión en Guernica, Viedma y Fvskv Menuco (General Roca).
(nota de MASAS nº 382)
