Nueva reforma jubilatoria: es ajuste, estafa y engaño a los jubilados

La promesa de campaña de recomponer los ingresos en un 20% quedó en el olvido. No hubo ninguna medida de recuperación del 19,5% del poder adquisitivo perdido en 2018 y 2019, lo que hubiera elevado la base sobre la que se practiquen los futuros ajustes.

Los ajustes por decreto de la jubilación mínima en 2020 no alcanzan a cubrir la inflación del año, mucho menos la inflación de los productos más indispensables. El 5% en diciembre por el último trimestre del año no cubre siquiera el incremento de los alimentos registrado en el mes de octubre.

Aunque el discurso del gobierno y de todos los economistas y periodistas serviles afirmen que se ha defendido el ingreso de los jubilados y que la fórmula de ajuste futuro será muy beneficiosa, la realidad demuestra lo contrario.

Tomando en cuenta el ajuste del 5% en diciembre el ajuste total en 2020 será entre 24,3% y 35%. Si se hubiera mantenido la fórmula de Macri, hubiera sido del 42%. Si efectivamente se hubiera querido beneficiar a los jubilados se podría haber mantenido vigente la fórmula anterior y empalmarla cuando bajan los índices de inflación. ¿No lo sabían? Lo sabían perfectamente. Querían impedir que la jubilación recupere parte del poder adquisitivo perdido. A esa medida le pusieron cínicamente el nombre de “Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva el Gobierno”.

Alberto Fernández hizo lo mismo que Macri, recortar la aplicación del mecanismo de ajuste anterior cuando esa fórmula hubiera podido superar la inflación.

La ingeniería financiera del capital se las ingenia para entregar arbitrariamente “bonos” cuando la situación apremia. Bonos que no son incluidos en el haber jubilatorio para que no se acumulen y sirvan de base para futuros ajustes.

El número dos de Anses, Santiago Fraschina, justifica la nueva fórmula de ajuste de las jubilaciones diciendo que “al considerar la recaudación tributaria de la Anses, la fórmula incorpora implícitamente el efecto de la inflación”, si fuera cierto que está garantizado que el ajuste siempre superará a la inflación ¿por qué razón rechazaron incluir en la Ley que el mínimo garantizado es la inflación?

Incluir que como mínimo se garantice la inflación oficial es simplemente que no se retroceda más frente a la inflación, que no se retroceda del nivel miserable de hoy. ¡Y ni siquiera eso quieren dejar establecido! ¡Hasta dónde llega la sumisión a las órdenes del Fondo! El objetivo no es mejorar la situación de los jubilados sino asegurar la sustentabilidad del sistema, es decir, mantener la reducción de las cargas patronales que realizó Menem y mantener a millones de trabajadores en la informalidad y en la desocupación. Objetivo compartido por todas las fracciones empresarias.

Fraschina lo deja bien claro: habrá ajustes “sin comprometer las finanzas del sistema previsional. Para ello fue pensado el tope de diciembre que funciona como límite para el aumento acumulado del año”.

Lo que corresponde es que se establezca la jubilación mínima equivalente al costo de la canasta familiar y que el Estado consiga los recursos de donde sea para poder pagarlo. La lógica monetarista del FMI es contraria, exige que no se pague más que lo que recauda el Anses y que no aumenten sus ingresos aumentando lo que pagan los patrones.

La Ley no garantiza que mínimamente se cubrirá la inflación pero pone un techo al ajuste. En el año el haber jubilatorio no podrá superar el 3% de los recursos totales de Anses. Repiten mil veces cuánto se perdió con Macri para defender los nuevos cálculos. Es la respuesta de quienes no tienen argumentos para defender el nuevo sistema, que se niegan a establecer la jubilación mínima que corresponde y a restituir todo lo perdido en los últimos años.

¿Dónde están los sindicatos, las CTAs, la CGT, para defender los derechos de los trabajadores jubilados y los que se jubilen en el futuro? Su adhesión al peronismo se traduce en el apoyo a las patronales y al gobierno y su política de acuerdo con el FMI por sobre el interés de los trabajadores. Debemos exigir a las direcciones que tomen esta lucha en sus manos.

Es necesario declarar el estado de alerta y movilización para debatir y preparar la lucha de todos los trabajadores, activos y pasivos, para rechazar este nuevo ajuste contra las jubilaciones presentes y futuras.

 

(nota de MASAS nº 384)

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