Neuquén: Ya van dos meses de una lucha histórica de los trabajadores de salud y de todo un pueblo

* Se suma a las mayores gestas de los trabajadores de las últimas décadas, que abrieron un surco en la lucha de clases nacional. De huelgas y caminatas de los obreros de la construcción, los primeros piqueteros y fogoneros, las enormes luchas docentes, y de los trabajadores desocupados, de la ocupación de Zanón, etc. Se están enfrentando a toda la maquinaria del Estado, su poderío económico y el control sobre los sindicatos.

 

* Aunque quisieron dejarla aislada se transformó en una referencia nacional, que tuvo que ser visibilizada por los grandes medios de comunicación nacionales, que empezó a extenderse a Río Negro y que impactó sobre los camioneros de ambos lados de la Cordillera. Su lucha no es “local” o provincial o de la salud, es lucha nacional de todos los trabajadores, porque sus reclamos son los mismos, porque su odio a la burocracia repodrida es el mismo, porque la política de los gobiernos es igual, porque se apoyaron en su propia organización y métodos de lucha. Mostraron cuál es el camino para exigir nuestros reclamos. Por eso es criminal el aislamiento al que la sometieron las direcciones burocráticas nacionales.

Y también regionales: la dirección de ATEN se apuró a levantar la lucha docente por el peligro que para ellos significaba la comunión en las calles y en la lucha de ambos gremios. Y la dirección de petroleros amenazando a los trabajadores de sanidad, pese a la simpatía y solidaridad que despertaba en sus bases semejante lucha, actuando por cuenta y orden de las petroleras. Desde hace dos meses resuena en las calles, en los cortes y en las asambleas “se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical”.

¿Qué reclaman? Recuperar el poder adquisitivo de su salario; terminar con la precarización laboral, pasar a planta a los eventuales; insumos para los hospitales; que se levanten las sanciones para los luchadores; que se paguen los días de huelga; que las direcciones sindicales no tomen decisiones a sus espaldas.

* La primeras respuestas del Gobierno, aconsejado por la burocracia de Quintriqueo, fue sancionar, amenazar, descontar los días de paro y desgastar, creyendo que rápidamente abandonarían la lucha. Error. El desprecio de ambos potenció la bronca y la respuesta popular. Todos sabían que su reclamo era absolutamente legítimo y más después de haber atravesado la peor pandemia en la primera línea de batalla.

La falta de respuesta del gobierno transformó la lucha en una pueblada, primero sumándose a las marchas y actividades de sanidad y luego con innumerables piquetes en toda la Provincia y especialmente cortando 20 días el circuito petrolero, donde se produce la mayor riqueza. Con gran apoyo popular, incluidas numerosas comunidades mapuche, que aportaron víveres, toldos y leña a los piquetes, que asistieron a los cientos de camioneros que durante tantos días quedaron parados en la ruta. Es sumamente valioso el apoyo de sectores que saben que pueden sufrir represalias por su solidaridad activa con sanidad.

Las amenazas, las provocaciones, de las patotas del gobierno y la burocracia, fracasaron. La lucha se fortaleció. La respuesta represiva podía generar un incendio mayor.

El Gobierno tuvo que reconocer a los Autoconvocados, recibir a los 20 delegados elegidos por los trabajadores y empezó a realizar ofertas de bonos y siempre con la condición de que se empezaran a levantar y flexibilizar los bloqueos. El hecho de tener que negociar con los legítimos representantes de los trabajadores ya es una conquista, como tener que empezar a otorgar ajustes que no tenía previsto. Cada peso que el gobierno ponga para apagar este conflicto, aunque lo firme Quintriqueo, es ganancia de la lucha de los Autoconvocados. Y ganancia para el resto de los trabajadores estatales que recibirán también el ajuste salarial.

La burocracia de ATE trató de recomponer su existencia, llamando a parar y mostrando que negociaba un ajuste salarial para todos los estatales. Un ajuste que ni ellos ni el gobierno tenían previsto antes de la lucha de los Autoconvocados, pero que sigue siendo insuficiente para los trabajadores, que lo han rechazado nuevamente. Los burócratas querían recomponerse y tratar de aparecer como los que “resuelven” el reclamo. Esta maniobra, que también buscaba facilitarle una salida al gobierno, también les fracasó. El primer acuerdo, con cuotas hasta el 2022, fue rechazado hasta por los propios seguidores de Quintriqueo.

* Un gobierno que no puede resolver en dos meses los reclamos indiscutibles de los trabajadores de sanidad, no debe seguir gobernando. Ya que no puede resolver ni lo elemental.

Un Gobierno que en medio de la peor pandemia lucía con orgullo haber reconocido la deuda externa fraudulenta, que absorbe un buen porcentaje del presupuesto, pagando los intereses más altos del mundo. Será buen gobierno para los parásitos financieros y las multinacionales, pero nunca para la mayoría oprimida.

* La desidia del gobierno, dejando pasar días y semanas sin dar una respuesta razonable a los reclamos, logró que todo el pueblo se solidarizara con esta lucha y que también hiciera visibles otros reclamos (como las carencias en los pueblos que rodean Vaca Muerta), respalda los piquetes a pesar del desabastecimiento, los días perdidos, las represalias. Y hasta las filas de la burocracia se han quebrado repudiando la actitud de los dirigentes burócratas, obligando a sectores burocráticos a respaldar a los Autoconvocados, tomando distancia de Quintriqueo del que eran carne y uña hasta hace poco. Todas las formas de solidaridad de la sociedad se han hecho presentes mostrando el hartazgo con la politiquería patronal.

* Las lecciones más importantes que está dejando esta enorme lucha popular:

– la fuerza y contundencia de la lucha nace de la justeza de los reclamos, de la deliberación en asamblea para tomar las decisiones y de aplicar métodos de acción directa de masas para imponer los reclamos. Cuando se sale a la lucha nunca hay garantía de victoria, pero si no se lucha así como hicieron los trabajadores de salud la derrota y el aplastamiento están asegurados. Es la defensa del salario, las condiciones de trabajo y de vida lo que está en juego.

– es por esta vía que se recuperarán las organizaciones sindicales para los trabajadores, apoyándose en estos métodos. Esta es la advertencia para todos los burócratas.

– pero también cómo se gesta en las calles, en la lucha, la unidad con otros sectores oprimidos, que se solidarizan pero que también hacen conocer sus reclamos. Cómo al lado de la fenomenal riqueza crecen la pobreza y las necesidades. Los precios impagables de los productos de primera necesidad y hasta la falta de agua. La precariedad de los barrios. Esa unidad queda sellada y es la base firme para las próximas batallas. Lo que los politiqueros, burócratas y patrones dividen por arriba, lo unimos desde las bases. De hecho el miércoles resolvieron levantar la mayoría de los piquetes, quedando Villa La Angostura, y se realizaron marchas masivas. Se convoca a sumarse al corte del Puente el jueves con los movimientos de desocupados. Y convocan a un acto unitario para el 1° de Mayo. ¡Y la lucha sigue!

– Estos gobiernos que defienden la gran propiedad de las multinacionales y sus negocios se sostienen por el trabajo que hacen los burócratas que bloquean la lucha, que desorganizan y pactan de acuerdo a sus propios intereses contra los reclamos de la mayoría. Quebrada la burocracia y su dique de contención, quedan desnudos, mostrando toda su incapacidad.

– La política de “paz social”, de tregua, de conciliación entre el gobierno, la CTA, CGT y la burocracia de los sindicatos se quiebra porque no hay cómo conciliar los reclamos de la mayoría con los intereses del capital financiero y el puñado de multinacionales que saquea nuestra economía. Si se gobierna para esos intereses se gobierna contra la mayoría, el antagonismo es irreconciliable.

28 abril 2021

 

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