Trabajadores del transporte llevan adelante un plan de lucha

En un comunicado, trabajadores del transporte de distintas líneas denuncian “un atraso salarial de 7 meses ya que la paritaria del año anterior se cerró con un bono en negro y en cuotas que aún no terminamos de cobrar y que no generó un aumento real de nuestro básico conformado que hoy es de $63 mil en bruto”. A esto se agrega el agravamiento de la segunda ola de COVID19, por tratarse de uno de los sectores más expuestos al contagio y por la falta de condiciones de prevención.

En este marco, tras anunciar un paro para el 26 de abril, la burocracia sindical de la UTA resolvió acatar la conciliación obligatoria decretada por el gobierno suspendiendo la medida de fuerza. Sin embargo, sobrepasando la conciliación impuesta por la burocracia, trabajadores de distintas líneas realizaron cortes en Puente Pueyrredón, acceso Oeste y Panamericana. Dando continuidad a esta medida, el 7 de mayo los trabajadores anunciaron un plan de lucha por las siguientes reivindicaciones:

-100 mil pesos en mano ya

-Plan de vacunación para el transporte

-Equiparación de salario entre técnica, administrativos y choferes

-Protocolos sanitarios para prevenir los contagios

-Cumplimiento del cupo femenino en todas las empresas del transporte de pasajeros

-Basta de subsidiar a Monopolios amigos

 

¿Qué representan los 100 mil pesos en mano?

Los trabajadores del transporte denuncian que su salario se encuentra por debajo del costo de la canasta familiar, por debajo de lo mínimo que necesita una familia para subsistir. Esta es una realidad que atraviesa la gran mayoría de los trabajadores. Es importante destacar el método con el que se elaboró este reclamo, no se restringió la discusión a porcentajes, sino que se exige que el básico (lo mínimo que gane un chofer) cubra el costo de la canasta familiar.

Este plan de lucha debe permitir seguir juntando fuerza para golpear con contundencia a las patronales. La experiencia de los aceiteros y la lucha de los trabajadores de la salud de Neuquén demuestran que parar y cortar el circuito productivo es la única forma de conquistar una mejora salarial. En ese sentido es fundamental seguir juntando fuerza para poder imponer a la UTA un paro como parte de un plan de lucha. Los métodos de lucha y organización de los trabajadores del transporte deben servirnos de referencia al resto de los oprimidos para impulsar la lucha porque todos ganemos lo necesario para vivir, que ningún trabajador gane menos de 100 mil pesos.

 

La disputa por la dirección de la UTA

Es importante marcar que este conflicto se da en el medio de una disputa de dos sectores por la dirección de la UTA. En el sector del transporte se manifiesta de manera muy clara la definición de burocracia como agente de la burguesía adentro del movimiento obrero siendo las fracciones en disputa representantes de los principales monopolios del sector. Por un lado tenemos a Fernández quien expresa los intereses de la empresa Metropol y por otro lado tenemos a Bustinduy quien expresa los intereses de la empresa DOTA.

El plan de lucha y los cortes fueron impulsados por delegados y activistas independientes de estas fracciones entre los que destaca el cuerpo de delegados de la línea 60 que ya en diciembre del 2020 comenzaron una campaña por un básico de 100 mil en mano. Esta campaña se concentró en llevar estas reivindicaciones a distintas líneas para reunir fuerzas y dio como resultado las medidas de lucha de las semanas pasadas.

Las distintas fracciones de la burocracia buscan montarse en este descontento y utilizarlo a su favor en el marco de su disputa. Esto exige al sector combativo estar atentos a las distintas maniobras que impulse la burocracia. La mejor forma de neutralizar a la burocracia es el trabajo sistemático sobre el pliego de reivindicaciones para politizar a las bases y su intervención activa. La paciencia de reunir la fuerza necesaria en las bases sin arriesgar compañeros es fundamental para enfrentar tanto a la burocracia como a las patronales.

 

Sobre el cupo femenino

Detrás del reclamo del cumplimiento del cupo femenino se encuentra el problema de la desocupación. Compañeras que en la búsqueda de una fuente laboral cumplieron con todos los requisitos necesarios para conducir los colectivos y se encontraron con que las empresas no las quieren tomar, es correcta la lucha por que las empresas contraten a todas estas compañeras sin importar los cupos.

El servicio transporte ha sido insuficiente, los oprimidos somos obligados a viajar amontonados y realizar filas interminables. Hoy el transporte público es un importante foco de contagio, las unidades que circulan no dan abasto a la cantidad de pasajeros, ni lo dieron antes de la pandemia. Mientras el hambre y la desocupación aumentan entre los trabajadores, es evidente que se necesitan muchas más unidades circulando. En este sentido el reclamo del cumplimiento del cupo femenino es insuficiente, sería importante ir más a fondo y plantear la necesidad de contratar todos los choferes necesarios para aumentar la circulación de unidades, enmarcando este reclamo en el reclamo general del reparto de horas de trabajo entre todos los trabajadores ocupados y desocupados.

 

La necesidad de estatizar el transporte

El transporte es fundamental para el funcionamiento del circuito productivo, tiene una importancia tal que, incluso en términos de desarrollo burgués, no puede quedar sometido a los intereses de un burgués particular o un par de monopolios. En este contexto de pandemia esto se profundiza más aún.

Los monopolios empresariales del transporte buscan arrancar más subsidios al gobierno, es así que amenazan con suspender la circulación nocturna. Esto no puede discutirse al margen de comprender la magnitud de los subsidios al transporte. Hoy el 95% de los salarios de los trabajadores del transporte son pagados por el Estado.

Esto muestra que la estatización del transporte público no sólo es necesaria y urgente, sino también factible. En este sentido destacamos el cierre del comunicado realizado por los activistas del sector: La salida definitiva es la estatización del transporte público de calidad y con control obrero.

 

(nota de MASAS nº393)

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