Bolivia: Viva la toma de la fábrica «San Luis»
1. Los trabajadores fabriles, ya estamos cansados de deambular en los pasillos de los estrados judiciales, gastando los pocos centavos que nos queda en el bolsillo, buscando justicia en medio de jueces corruptos que favorecen a los patrones alargando los procesos por años. Cansados de que cuando sale una resolución a favor de los trabajadores, ordenando al empresario a la reincorporación inmediata de los despedidos, éstos se limpian el trasero con dichos dictámenes, atenidos a su poder económico. Cansados de que los funcionarios del Ministerio de Trabajo no hagan nada para obligar a los dueños de las empresas a respetar el derecho a la estabilidad laboral consagrados en la Constitución Política del Estado y la Ley General de Trabajo.
2. Los trabajadores a partir de esta experiencia estamos aprendiendo que la solución de nuestros problemas por vía legal no nos lleva a nada, que el camino correcto es la acción directa, las movilizaciones poniendo al frente nuestros pechos. El camino legal ya fue trabajado, teniendo todas las fábricas en conflicto resoluciones ya ejecutoriadas, lo que corresponde ahora es asumir medidas de hecho para obligar a la patronal a cumplir fielmente las órdenes de reincorporación. Estamos convencido que sólo nuestra movilización nos llevará a la victoria.
3. Ahora más que nunca es necesaria la UNIDAD del movimiento fabril, de los trabajadores regulares que todavía conservan su fuente de trabajo con los trabajadores despedidos. Debemos seguir el ejemplo de los trabajadores de San Luis que han tomado la fábrica. No debemos dejarlos solos en el desenlace de esta dura y valiente medida de estos compañeros. Si los derrotan a ellos ahora, después nos derrotarán a los demás. Este es el momento de generalizar la medida de la ocupación de las fuentes de trabajo. Solamente una acción colectiva de varias fábricas logrará derrotar a la patronal y al Gobierno.
4. Los dirigentes departamentales y nacionales están en la obligación de ponerse al frente de los compañeros de base. Si no hacen esto, serán juzgados como vulgares traidores de sus hermanos de clase. Los ampliados departamentales y nacionales deben asumir esa línea de acción.
5. Si no hay respuesta, las tomas tienen que dar el paso que corresponde, empezar a producir, exigiendo del Estado su estatización, lo que ya han hecho algunas fábricas en similar situación. Para el proceso productivo sólo se necesitan tres factores de producción: máquinas, fuerza de trabajo y materias primas. Los propietarios están por demás, sólo sirven para apropiarse de la plusvalía producida por el obrero.
6. La creación de las EMPRESAS SOCIALES, es un arma de doble filo. Cuando el empresario se escapa es porque sus activos están por debajo de sus pasivos, así los trabajadores terminan heredando un burro muerto cargado de deudas. Y cuando no es así, el empresario no se declara en quiebra, requisito para la conformación de este tipo de empresas, utiliza los despidos para depurar a los antiguos y reabrir la empresa con jóvenes con el salario mínimo nacional y sin antigüedad.
7. Corresponde orientarse a que las fábricas tomadas empiecen a producir si es posible, para imponer al Gobierno la ESTATIZACIÓN de la fábrica bajo CONTROL OBRERO COLECTIVO. Con esto el Estado deberá cubrir la planilla de sueldos. En caso que esto no avance, se debe arrancar al gobierno una INVERSIÓN DE ARRANQUE DE INICIO, Y DESEMBOLSOS ANUALES HASTA ESTABILIZAR Y SACAR ADELANTE LA PRODUCCIÓN.
8. Para acabar definitivamente con la esclavitud moderna capitalista, el movimiento obrero, minero y fabril, tenemos que orientarnos a la consumar nuestro objetivo histórico de clase: sepultar la sociedad capitalista y el imperio de la gran propiedad privada sobre los medios de producción, y construir una sociedad sin explotados ni explotadores: el socialismo.
10. De inmediato elaborar un pliego de demandas de todas las fábricas en conflicto y las que no están en conflicto para unificar la lucha, condición necesaria para la victoria final.
