Bolivia: Multitudinaria concentración masista en defensa del gobierno contra las masas que se rebelan por la falta de soluciones ante los problemas concretos materiales que las aquejan

La conspiración de la vieja derecha aglutinada alre-dedor del fascista Comité Cívico pro Santa Cruz, es el pretexto que usa el MAS con el propósito de reavivar el sentimiento de repudio de las naciones originarias hacia las manifestaciones racistas de los cívicos cruceños, como base de apoyo político al gobierno.

De quien busca defenderse el gobierno en su agonía política, es de las masas que le han infringido las recientes derrotas contra sus leyes malditas.

Será contra ellas que se dirigirán sus medidas económicas y la represión acusando las acciones de protesta como conspiración derechista.

Ante la guerrita mezquina entre estas dos expresiones de la política burguesa: la nueva derecha masista y la vieja derecha neoliberal a ultranza, levantamos las banderas de la independencia política y sindical de los trabajadores y los oprimidos en general.
(POR Bolivia – MASAS No.2679)


MULTITUDINARIA CONCENTRACIÓN MASISTA EN DEFENSA DEL GOBIERNO

¿DEFENDERLO DE QUIÉN?

Golpeado por las derrotas sufridas por las movilizaciones de importantes sectores populares como son los: cocaleros de los Yungas, luego los gremiales y transportistas que se sintieron amenazados por la famosa ley de “lucha contra la legitimización de ganancias ilícitas y el terrorismo”; como fiera herida, el gobierno ha montado, con los recursos y medios que el poder le da, una impresionante marcha de ingresó a La Paz para mostrar fuerza “en defensa del gobierno contra la conspiración derechista y sus afanes desestabilizadores”. ¡Lo que habrá costado el movilizar a semejante cantidad de gente traída desde los rincones más recónditos del país!

Lo que el gobierno pretende ocultar, o se niega admitir, es que tuvo que enfrentar la resistencia de estos sectores sociales a sus medidas y decretos calificados de malditos y fue derrotado por ellos y no por la vieja derecha y su expresión más radical: el Comité pro Santa Cruz, que lo único que hizo fue tratar de montarse en el movimiento popular para sus propios fines conspirativos quedando luego huérfana en sus afanes de prolongar el conflicto con el problema de los 2/3 y ahora el jueguito del federalismo, una vez que la movilización de los cuentapropistas logró su propósito de doblarle el brazo al gobierno.

La vieja derecha y especialmente los fachos del Comité pro Santa Cruz son repudiados por las grandes mayorías oprimidas y explotadas, sentimiento que el MAS aprovecha para tratar de reavivar el problema de la opresión sobre las naciones originarias como base de apoyo al gobierno. Colmaron la Plaza de San Francisco y sus alrededores con centenares de miles de rostros morenos, con ponchos, lluchus, monteras y ojotas para advertir a los fachos del Comité pro Santa Cruz que si continúan en sus afanes conspirativos marcharán sobre Santa Cruz si es necesario. El demagogo Juan Carlos Guaracho hasta amenazó con ir a Santa Cruz a tomarles sus empresas; poniendo en figurillas a los masistas y el gobierno que ahora tienen que salir a esmerarse en reafirmar su respeto a la sagrada propiedad privada.

Se trata de una verdadera pantomima montada cuando la situación social y política amenaza al sistema a partir de movilizaciones de masas ante la falta de soluciones a los problemas concretos materiales que las aquejan: desempleo, precarización del trabajo, falta de ingresos mínimos vitales para la familia, crisis de salud y educación, mayor explotación, desigualdad, marginalidad social, etc.; el 80% de la población vive en la informalidad por falta de acceso a fuentes de trabajo.

Y mientras estas dos expresiones de la política burguesa: el reformismo masista y la vieja derecha neoliberal a ultranza, están enfrascadas en su mezquina guerrita, a la burguesía criolla agroindustrial del Oriente le va de maravilla con el gobierno del MAS y el Estado centralista. YPFB firma un millonario contrato con los cañeros para comprarles 780 millones de litros de etanol el próximo año, como parte de la política de sustitución de las importaciones de gasolina y diésel que representa el 66% del presupuesto de YPFB, parte del cual ahora se traslada a los bolsillos de los agroindustriales y no al Estado. Los ganaderos, por su parte, han incrementado la exportación de carne en un 100% provocando el alza del precio de la carne en el mercado interno.

De quien busca defenderse el gobierno en su agonía política es de las masas, contra ellas se dirigirán sus medidas económicas y la represión acusando las acciones de protesta como conspiración derechista.

A decir de Raul Prada, ferviente masista, ahora decepcionado del “proceso de cambio”, “se inventa con premura una marcha sin sentido ni perspectiva, sólo para mantener el eco de los gritos de agonía del moribundo, que quieren mostrar como si fuesen gritos de guerra. … La forma de gobierno clientelar se despide con una marcha fúnebre…”

 

(POR Bolivia – MASAS No.2679)

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