A 50 años de una elección histórica: el 11 de marzo de 1973 el Frejuli, encabezado por Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima triunfan en las elecciones presidenciales

Se comenzaba a cerrar la dictadura militar que se había impuesto en 1966 y pretendía gobernar por 20 años. Se comenzaba a cerrar la proscripción de 18 años al peronismo, pero aún pesaba la prohibición para que Perón mismo fuera el candidato.

La burguesía entendía que era la hora de utilizar el recurso de Perón en el gobierno para contener la extraordinaria radicalización social que se vivía desde el Cordobazo de 1969. Con el temor de que las poderosas ilusiones de las masas en el retorno del peronismo pudieran sobrepasarlo. La burguesía apostó a dividir al movimiento de masas suponiendo que la mayoría acataría la política conciliadora del nuevo gobierno.

El Frejuli era consciente de la crisis capitalista y la crisis política que enfrentaba. Una situación muy distinta a la que dejó en 1955 cuando se dejó derrotar por el golpe gorila. En las elecciones del 73 obtiene casi 50% de los votos y debía ir a balotaje con el segundo, Balbín, de la UCR, que había obtenido el 21%. Balbín renuncia a ir a la segunda vuelta.

Por un lado avanzó con los detalles del plan económico con la dirección de la central empresaria CGE (Confederación General Económica) cuyo presidente Gelbard sería ministro de economía, y con la CGT, para articular un Pacto Social que sacrifique las principales demandas de los trabajadores. Negocia con los capitalistas responsables del proceso de recolonización del país en esos 18 años que intentó arrasar con las conquistas obreras y su organización.

Por otro lado lanzó un operativo para rescatar al radicalismo y los aliados burgueses de la “Hora del Pueblo”. Las relaciones entre Balbín y Cámpora se estrecharon desde 1971 negociando la “salida” de la dictadura. Buscaba impulsar una amplia alianza de partidos patronales en nombre de la defensa de la democracia. Las elecciones eran sólo un aspecto de esos acuerdos.

El peronismo reivindicaba su política acuerdista con la dictadura. La Hora del Pueblo fue la base política para el golpe del sector militar de Lanusse contra Levingston. El objetivo era contener el ascenso de masas.

La certeza de que en mayo asumiría el gobierno llevó a una reorganización del peronismo, a estrechar lazos con sectores de la gran burguesía que aspiraban a lugares clave en el aparato estatal. Las cámaras patronales hicieron saber su satisfacción por el proceso electoral y la “definitiva institucionalización”.  Las pujas internas entre las fracciones de la burguesía se intensificaron por copar o influenciar al nuevo gobierno generaron choques y realineamientos dentro del propio peronismo.

Los sectores de la juventud, los más radicalizados chocaban contra Frondizi-Frigerio que orientaban programáticamente al Frejuli.

El mensaje de Perón fue claro: buscar la participación y la alianza con todos los sectores de la burguesía para desbaratar cualquier ilusión antiimperialista en las masas. Perón anticipa también que no es partidario del descabezamiento de los mandos golpistas de las fuerzas armadas, sino de ir negociando con ellas.

En ese momento, la política de la clase obrera debía aprovechar la crisis política abierta en el peronismo para dar mayor impulso a una política independiente de la burguesía, llamando a la lucha por las reivindicaciones esenciales de la clase que sólo pueden ser impuestas por los métodos de la clase obrera. Contraponiendo esta política a la de los sectores de la vanguardia en lucha que tenía ilusiones en Perón, en que “había que darle tiempo”, que “no estábamos en condiciones de exigirle nada”. La decisión de la dirección de la JP era “no interferir” en la política de los sindicatos, evitar el choque con la burocracia.

El año 73 será de una gran importancia política, por cómo se van produciendo las crisis y los realineamientos y se empezarán a preparar las condiciones de una derrota física de las masas ante la posibilidad de un fracaso del peronismo para contener el ascenso de masas. Veremos en las próximas notas por qué Cámpora tuvo que abandonar tempranamente el gobierno, que deja en manos de Lastiri, para convocar a nuevas elecciones.

 

(Nota de MASAS nº431)

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