Avanza la negociación para pagar la deuda externa

A medida que se acerca la fecha de cierre de las negociaciones con los acreedores privados, en dólares, en el exterior, crece la tensión. Los acreedores presionan para arrancar lo máximo posible, recuerdan las negociaciones que hicieron con la deuda en default bajo el gobierno de Kirchner para intentar obtener los mismos beneficios.

 

El gobierno había dicho que su propuesta inicial era lo máximo a que se podía comprometer para que la deuda sea “sustentable”.  Estimaban que el llamado valor presente de los nuevos bonos era de un 38%, de ese porcentaje ya se elevó a 50%. Y los acreedores quieren más: quieren auditoria del FMI por 20 años, quieren más premios adicionales, que se achique el “período de gracia”, etc. Esos mayores porcentajes que promete el gobierno significan miles de millones de dólares.

 

Todos los sectores empresarios presionan fuertemente al gobierno para que acepte las exigencias, critican al gobierno por no ceder más a los acreedores, dicen que peligra el acuerdo. No solamente están interesados en que los mercados sigan prestando a las empresas y al gobierno, muchos de ellos mismos tienen bonos de esa deuda contra el país.

 

El plan de pagar la deuda es miserable. Prácticamente no hay quita de capital. Sólo un recorte de los intereses futuros, cuando la tendencia mundial es a que se reduzcan a cero por la gigantesca crisis. Y extienden los plazos de pago de la deuda. Una deuda que fue 100% especulación. Una deuda que debe ser desconocida. Esta es la única actitud de defensa de la soberanía nacional que corresponde.

 

El gobierno quiere vender como un gran logro que consigue tres años sin pagos, pero pagando, que es lo que interesa a los especuladores que estuvieron ganando intereses extraordinarios hasta el mes pasado.

 

Esos especuladores hace dos meses tenían valuados los bonos a menos de 30 dólares debido a la situación de default de Argentina, con un riesgo país que superaba los 4.000 puntos. Con el canje pretenden que los nuevos bonos se eleven al doble de su cotización real. Todos son negocios multimillonarios para el capital financiero.

 

Pero se trata de una parte de la deuda, Argentina debe, además 45.000 millones al FMI y debe también cifras extraordinarias en pesos y en dólares en bonos con jurisdicción local.

La deuda es uno de los factores del bloqueo de las fuerzas productivas. Lo ha sido todo el tiempo en la historia. Es hora de terminar de una vez con esta sangría. Toda la deuda debe ser desconocida. Esta medida no será adoptada por una ley del Congreso, por un decreto, es necesario un levantamiento nacional para sacudirnos todo el yugo de la opresión imperialista insoportable.

 

(nota de MASAS nº 373)