Hubo una reunión en los últimos días entre representantes empresariales de los más poderosos con dirigentes del oficialismo, Massa, Máximo Kirchner y Wado de Pedro.
Según informa Horacio Verbitsky uno de los empresarios hizo referencia a los reclamos por el respeto a la propiedad privada que encabezan sectores del macrismo. Lo más significativo es la respuesta que habría dado Máximo Kirchner, para no dejar dudas:
“Estamos cerca de cerrar la negociación con los acreedores externos para salir del default que dejó Macri de la deuda que él mismo contrajo, con la aprobación de muchos de ustedes. Eso lo va a pagar el pueblo argentino pero la plusvalía será para ustedes, porque en cuanto firmemos, el valor de mercado de sus empresas va a aumentar muchísimo. ¿Les parece que con nosotros la propiedad privada corre peligro?”.
El gobierno es plenamente consciente de que la deuda externa tomada por el gobierno de Macri, que llevó al default, se destinó a la fuga de capitales, que el pueblo argentino será quien la pague, y que las empresas se revalorizarán por el acuerdo con los acreedores. Por eso contesta con tanta seguridad que con este gobierno la propiedad privada no corre ningún peligro.
En el mismo sentido, ante la cuestión Vicentin, se encargaron de aclarar que estaban salvando, rescatando una empresa en ruinas por su vaciamiento, sus deudas y sus estafas. Que “si hubieran tenido intenciones de afectar la propiedad privada hubieran ido por Cargill” (Máximo Kirchner citado por Verbitsky).
No hay dudas que este gobierno, como los anteriores kirchneristas no han tenido intención alguna de cuestionar la gran propiedad, ni siquiera de sectores vitales en manos de las multinacionales. No ha dado marcha atrás con las privatizaciones de la dictadura y de Menem, corazón de las políticas neoliberales de saqueo del patrimonio nacional. Un punto central del llamado “Consenso de Washington” exigía la privatización de las empresas estatales y que el Estado se abstuviera de inmiscuirse en la economía. Esta instrucción fue ordenada por el FMI y el Banco Mundial para los países atrasados.
¿Por qué razón la derecha, los grandes empresarios, acusan al gobierno de querer violar su derecho de propiedad? Para presionarlo para que no tome ninguna medida que pueda afectar mínimamente sus intereses. Para que se discipline completamente a sus exigencias. Los grandes capitales rechazan pagar impuestos, rechazan los controles, las regulaciones y exigen plena libertad para sus negocios.
El peronismo o el kirchnerismo expresan la actitud de una clase, la burguesía, que es antinacional, parasitaria, entreguista, corrupta, saqueadora, incapaz de transformar la economía y defender la soberanía nacional. Y esto es irreversible.
Justamente el principal problema es la gran propiedad privada, que bloquea las fuerzas productivas de la sociedad. Si no se termina con ella no habrá forma de salir de la situación desastrosa en que vivimos. La economía no deja de retroceder en las últimas décadas, empujando a la desocupación, a la miseria, a la precarización y pobreza a la mayoría de la población.
(nota de MASAS nº 374)