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EE.UU. aplica su guerra comercial también contra Argentina, los gobiernos más lacayos son los más pisoteados por el imperialismo

El gobierno norteamericano de Trump resolvió introducir aranceles del 25% para la importación de aluminio y acero desde cualquier origen. Es una dura medida proteccionista, de abierta intervención del Estado en la economía. Dio de baja los acuerdos bilaterales posteriores a la suba de aranceles de 2018, que beneficiaban a Argentina.

Los aranceles vuelven a regir para todo el mundo. Los países más afectados: Canadá, Brasil, México y Corea del Sur.

En la resolución firmada por Trump hay numerosas menciones a la Argentina para referirse a un supuesto daño producido a la industria norteamericana.

* Entre 2022 y 2024, las importaciones de los países sujetos a cuotas (Argentina, Brasil y Corea del Sur) aumentaron en aproximadamente 1,5 millones de toneladas métricas, incluso cuando la demanda estadounidense disminuyó más de 6,1 millones de toneladas durante el período.

* Argentina ha seguido exportando acero a EE.UU. en cantidades insostenibles, en el caso de productos semiacabados.

* La falta de transparencia de los datos de Argentina sigue siendo un motivo de preocupación para EE.UU.

*A partir de las estadísticas comerciales oficiales publicadas por Argentina, es difícil evaluar cuánto acero se importa de lugares como China y Rusia, y otras posibles fuentes de exceso de capacidad.

Parece increíble que EE.UU. acuse a la Argentina de haber producido algún daño a su industria cuando la política del capital financiero en las últimas décadas ha apuntado explícitamente a destruir las industrias locales.

El gobierno de Milei tratará de negociar, empujado por grandes corporaciones locales como Aluar, Acindar, Ternium y Tenaris, que sufrirán los aranceles. Aluar de Argentina exporta por 500 millones de dólares por año en aluminio a EE.UU. Milei propone un acuerdo de libre comercio como solución.

Milei va de rodillas aceptando cualquier imposición que pretenda el amo a cambio de lograr la reducción o eliminación del arancel. La suba de aranceles es un arma proteccionista y a la vez un instrumento para conseguir otros objetivos. Nunca perdemos de vista que el enemigo principal de EE.UU. es China al que busca golpear de todas las formas posibles.

Un país soberano podría tomar las mismas medidas con las importaciones norteamericanas y con los capitales instalados en el país, o con los acreedores de EE.UU. Pero el gobierno Milei es el más vasallo de todos, que rechaza cualquier independencia nacional frente al opresor imperialista. Los grandes capitales nacionales afectados no quieren tampoco ninguna disputa.

Solo la clase obrera puede adoptar una posición consecuentemente antiimperialista defendiendo al conjunto de la nación oprimida, porque no tiene ninguna atadura con la propiedad privada de los medios de producción.

(nota de MASAS n°474)