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Aceiteros muestra el camino

El pasado 9 de abril finalmente pudo alcanzarse la paritaria de los trabajadores de la Federación Aceitera. Innumerable cantidad de maniobras patronales, con la complicidad del Ministerio de Trabajo, pudieron postergar lo que inicialmente estaba dispuesto para el mes de diciembre de 2024.

En un primer momento fue la discusión del bono la que postergó la discusión salarial para el 2025. Los conflictos en Explora y Vicentín, con el rechazo a homologar el pago del mismo fue dilatando la situación hasta que el 11 de marzo la Federación Aceitera convocó un paro nacional, que obligó al Ministerio a dictar conciliación obligatoria.

Finalizada la misma, la amenaza de nuevas medidas de lucha obligó a que las cámaras patronales CIARA, CIAVEC y CARBIO aceptaran la actualización salarial. Así el salario inicial de los trabajadores Aceiteros quedará en $1.770.174 a partir del 1° de abril y $1.875.186 a partir de julio. Es el propio sindicato el que calcula que esto es lo que cuesta la Canasta Familiar, que es lo mínimo que debería percibir todo trabajador. También han conquistado un bono de entre $500.000 y $650.000 como pago retroactivo por la negociación patronal postergada.

En su comunicado caracterizan como las “condiciones más hostiles” en las que les ha tocado negociar, con una “feroz ofensiva contra nuestros derechos laborales, sindicales y democráticos” por parte del Gobierno. Denuncian, al mismo tiempo, el “año y medio de sufrimiento para las familias trabajadoras argentinas”.  

Desde hace ya varios años, Aceiteros se ha colocado a la cabeza de todo el movimiento obrero no solo por sus conquistas salariales y su claridad política a la hora de reclamar el salario. Es una referencia indiscutible por sus métodos de lucha, que los llevan a la práctica indistintamente bajo cualquier gobierno de turno (recordar la huelga de varias semanas en 2015 con Cristina Kirchner). Los paros, los piquetes en puerta de fábrica, las asambleas multitudinarias, el cuerpo de delegados, le han granjeado a la dirección una enorme confianza de sus bases. 

Se abre ahora la lucha para que el Ministerio de Trabajo homologue el acuerdo del 20%, que rompe categóricamente con el techo impuesto por el Gobierno y al cual el resto de los sindicatos se sometieron mansamente. El resto del movimiento obrero debe tomar nota de esta experiencia para replicarla en sus lugares de trabajo, convenciéndose que únicamente sacándose de encima a la burocracia sindical y tomando las mejores tradiciones del clasismo, podremos derrotar a los planes anti-obreros de la burguesía y su gobierno.

Aceiteros es una fuerte referencia para todo el movimiento obrero, esa clase de dirigentes necesitamos colocar al frente de la CGT

(nota de MASAS n°478)