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BOLIVIA: Congreso de la C.O.B ya! ¡Fuera Huarachi y su pandilla de burócratas vendido!

TODOS LOS SECTORES DEBEN RESPALDAR Y ACUDIR A LA CONVOCATORIA DE LA FEDERACIÓN DE TRABAJADORES MINEROS DE BOLIVIA

Por el incumplimiento de Juan Carlos Huarachi de convocar a Ampliado de la Central Obrera Boliviana para convocar a Congreso, la FSTMB emplaza al Comité Ejecutivo Nacional de la C.O.B. (Huarachi y compañía), a emitir de inmediato la convocatoria para la realización del XVIII Congreso Ordinario Nacional, en un plazo de 24 horas y que ésta debería realizarse necesariamente en la ciudad de La Paz. Caso contrario, la FSTMB, columna vertebral del ente matriz de los trabajadores, sería la que saque la convocatoria respectiva a todos los sectores afiliados a nivel nacional, señala el pleno del nuevo CEN de la FSTMB en conferencia de prensa.

Una posición acertada de la FSTMB que por muchos años los trabajadores de todos los rubros esperaban de los mineros. Que, de una buena vez, se destituya a los vividores que han tomado la C.O.B., y recuperarla para ponerla nuevamente al servicio de las bases.

Cumplido el plazo, ya toca en esta semana a la dirección sindical de los mineros, convocar a ampliado nacional de la C.O.B. para que sea esta instancia la que convoque con día y lugar al congreso cobista y conforme la Comisión de Poderes para la acreditación de los delegados.

Corresponde garantizar la presencia de todos los sectores, centrales obreras departamentales y regionales, para el éxito de esta convocatoria y la realización efectiva del importante evento de trabajadores. De esta manera, cerrar de una buena vez, este período negro de la historia de la COB, caracterizado por el sometimiento de los sindicatos obreros a los gobiernos masistas (Morales y Arce) y de la derecha (Jeanine Añez).

La urgencia se justifica, como ha denunciado el nuevo ejecutivo de la FSTMB, porque Huarachi ha abierto la posibilidad de realizar una negociación tripartita con los empresarios para definir los montos de incremento salarial para este año; posición conciliadora y de sumisión a los dueños del capital, rechazada siempre con contundencia por los obreros. Estando todavía este sinvergüenza a la cabeza de la COB, los trabajadores corren riesgo de más barbaridades que pueda seguir cometiendo.

A la cabeza de los mineros, el movimiento obrero debe orientarse a recuperar su independencia político sindical. Esta es la tarea central de la actual coyuntura política en el ámbito sindical y, por lo tanto, del congreso cobista a realizarse. Este paso importante puede crear buenas condiciones para que el proletario retorne a su eje revolucionario, a la esencia de sus documentos ideológicos e históricos centrales (Tesis de Pulacayo de 1946 y Tesis del Congreso Socialista de la COB 1971).

Como parte de este movimiento de rebelión contra el masismo que se opera en las bases obreras, la COB, la FSTMB, la CGTFB y demás organizaciones de trabajadores deben mantener independencia política frente al circo electoral burgués que distraerá al país por los próximos meses hasta octubre. Tomar distancia de esta pugna entre politiqueros burgueses hambrientos de poder, que no representan los intereses de la clase obrera y la nación oprimida. Es prioritario que el congreso cobista apruebe una tesis que contenga un respuesta clasista y revolucionaria a la profunda crisis económica que sufre el país. Y, sobre todo, organizarnos para enfrentar las medidas de ajuste neoliberales que anuncian todos los candidatos presidenciales, tanto de la derecha tradicional como los masistas. Estamos hablando del levantamiento de la subvención de los carburantes, devaluación del Boliviano, privatización de las empresas públicas, reducción del gasto fiscal que afectará a salud y educación y muchas otras medidas antipopulares y antinacionales.

Tomado de Masas n° No 2831, POR de Bolivia


LA CAIDA DE HUARACHI CIERRA EL PERIODO NEFASTO DE UN SINDICALISMO MANIATADO POR EL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO

Es importante cumplir con los estatutos. No hay interés en quedarse más tiempo. Estamos conscientes de que [su ciclo frente a la COB] ha terminado”. Así, con el rabo entre las piernas, el descarado burócrata servil a los gobiernos del MAS, anunciaba el fin de su gestión como ejecutivo de la Central Obrera Boliviana. Fueron los mineros en su reciente 33 Congreso quienes, lo desconocieron como su dirigente, emplazándolo a llamar de inmediato a congreso ordinario de la COB. Resoluciones que han sido oficializadas en su última conferencia de prensa realizada por el nuevo CEN de la FSTMB. Acertada posición que de inmediato fue replicada por los trabajadores fabriles de Bolivia, el magisterio urbano nacional, el magisterio rural, los trabajadores en salud y la Central Obrera Departamental de Chuquisaca.

Es el fin de un ciclo político vergonzoso del sindicalismo boliviano protagonizado por esta camada de dirigentes sinvergüenzas que, por más de dos décadas han postrado a las importantes e históricas organizaciones del movimiento obrero y demás clases medias empobrecidas, sometidas a la voluntad del reformismo proburgués y antiobrero masista. Sin duda alguna, es un paso importante que se está operando en las filas sindicales; los trabajadores rompen con el MAS y su dictadura sindical, en rechazo al manoseo de sus organizaciones, orientándose a recuperar la función elemental del sindicato como instrumento de defensa de sus intereses de clase frente a la patronal y sus gobiernos. Esta ruptura se da por la izquierda, en el sentido de que se encaminan a recuperar la independencia sindical y se proyecta a recuperar su identidad política de clase, su ideología revolucionaria. También la oposición de derecha aplaude la caída de Huarachi, pero no ven que la rebelión proletaria lleva en sus entrañas la posibilidad de sepultar a la clase dominante y su régimen económico y social capitalista.

Este primer paso dado es todavía elemental, no significa que ahora la COB haya vuelto a su tradición revolucionaria de forma automática, tampoco hay garantía de que los nuevos dirigentes no se burocraticen y acaben sometiéndose al nuevo gobierno. El movimiento obrero necesita a su partido revolucionario (expresión de la conciencia de clase), para que dé contenido político revolucionario a su lucha. La independencia político-sindical de clase obrera no puede efectivizarse si no tiene un sustento teórico proletario. Solamente una armadura ideológica de acero puede permitir que el nuevo dirigente obrero no se venda y priorice la lucha por los intereses inmediatos e históricos de la clase obrera.

En un escenario de agudización de la crisis económica como la que se viene, producto de las medidas que pueda tomar el futuro gobierno y los empresarios, empujará a las masas a la resistencia y a la lucha para enfrentarlas. El instinto comunista del proletario reflotará y lo empujará a tomar posiciones revolucionarias. Por lo que se abren las condiciones para un fortalecimiento de las corrientes revolucionarias al interior del sindicalismo boliviano.

Pero se tiene el gran obstáculo de 20 años de la influencia perniciosa de la ideología indigenista posmoderna del MAS que profundizó la despolitización del movimiento obrero. Las nuevas generaciones de trabajadores desconocen los principios del “Sindicalismo Revolucionario”, su historia y tradición de lucha. También están fuertemente presentes en las filas obreras la tendencia acomodadiza de colarse al gobierno de turno cualquiera que sea, todo para recibir favores o dádivas personales, lo que llaman los burócratas “sindicalismo de gestión”. Asimismo, las corrientes de un sindicalismo “apolítico” y “apartidario” que sólo favorecen a los dueños del capital, contribuye a la despolitización de los trabajadores.

Corresponde, de manera inmediata, convocar al Congreso Ordinario de la COB y que éste apruebe una tesis revolucionaria y elija dirigentes con formación política a la altura de su tesis. Todo para preparar el enfrentamiento contra las medidas de corte neoliberal que serán implementadas por el nuevo gobierno que venga después de octubre. Ya sea en manos de los trogloditas neoliberales de derecha que lo harán de un mazazo, o las nuevas versiones del masismo mutado con nuevos caudillos, que ya han señalado también, que están de acuerdo con el ajuste neoliberal, pero de aplicación gradual.