Milei y su plan fracasaron
El FMI impuso la devaluación la continuación del plan de ajuste y entrega ¡Abajo el gobierno vendepatria! ¡Fuera el FMI, su programa y su deuda!
La inflación de marzo del 3,7 fue 50% mayor que la de febrero, que fue mayor a la de enero. Se quebró la tendencia a la baja del índice que empieza a subir, y en abril y mayo será superior. Su principal bandera queda en el camino. Números que son engañosos porque no reflejan toda la dimensión del aumento real de precios que vive toda la población.
Quiebra los acuerdos salariales a la baja porque ningún trabajador acepta seguir perdiendo poder adquisitivo y presiona a sus dirigentes para que se reabran los acuerdos paritarios.
El Gobierno había reducido el ajuste de la cotización del dólar en febrero al 1% mensual y prometía que para esta época el índice inflacionario estaría cerca de ese porcentaje. La cotización del dólar era su ancla preferida para contener la inflación junto con la libre importación de mercaderías de todo el mundo para destruir la producción local.
La liberación de precios y tarifas y el fin de toda clase de regulaciones y controles hizo que los precios se devoraran la gran devaluación de diciembre 2023 quedando retrasada la cotización del dólar. Gran negocio para los especuladores con su bicicleta financiera, de los bancos, de los importadores, provocando una fuerte recesión de la economía y una caída histórica del consumo que no deja de retroceder.
Al fracaso del plan económico se agregan en enero el discurso antiderechos en Davos que genera una gran reacción popular en todo el país el 1° de febrero, el escándalo del fraude con la criptomoneda $Libra a mediados de febrero; el nombramiento anticonstitucional de dos jueces de la Corte por decreto, uno de los cuales asume, que son volteados por el Congreso en marzo y Garcia Mansilla debe renunciar a la Corte; la violenta represión a los jubilados el 12 de marzo donde disparan a matar al fotoperiodista Grillo hiriéndolo gravemente, con infiltrados y provocaciones de todo tipo, y las movilizaciones multitudinarias posteriores en respaldo a los jubilados; las movilizaciones masivas del 8 y 24 de marzo y el contundente paro de la CGT/CTAs del 10 de abril y la movilización del 9 de abril en apoyo a los jubilados. Acciones masivas que se reprodujeron el todo el país mostrando la disposición popular a resistir al Gobierno y su política de ajuste y saqueo. Un fuerte golpe a las amenazas fascistas divulgadas por los medios de comunicación y por altavoces en las estaciones de trenes, a la intervención violenta de todas las fuerzas represivas tratando de impedir las movilizaciones y sus protocolos represivos.
Es en ese cuadro que se suma el altísimo ausentismo a las elecciones en Santa Fé, votó la mitad del padrón con porcentajes importantes de votos en blanco y anulados. Una forma concreta de repudiar la politiquería y el circo electoral.
La lucha por nuestros derechos, por el salario y la reapertura de paritarias, por la jubilación, por el restablecimiento de los medicamentos gratis, contra la precarización laboral, contra los despidos, en defensa del Banco Nación y Aerolíneas, son el motor de esas luchas. Es fundamental la unidad de acción, unidad en las calles junto a los sindicatos y las centrales sindicales. Planteando la necesidad de un plan de lucha para terminar con este Gobierno y sus políticas, con nuestras banderas. Solo la clase obrera puede dirigir la lucha que termine con el sometimiento colonial, ninguna otra clase social puede tomar este rol de caudillo.
No es solo Milei el enemigo a vencer, es el FMI, son las grandes corporaciones que respaldan su política. No será con votos, no será en el Congreso ni en la Justicia cómplices. Será derrotado en las calles, con la huelga, luchando, con nuestros propios métodos de lucha. La burguesía no tiene nada que ofrecer, su cobardía, impotencia y sometimiento se traslada a todas las instituciones del Estado, a sus medios de comunicación, a sus partidos. Es la burguesía la que debe ser arrojada del poder, terminar con su dictadura de clase, con su régimen, expropiando los grandes medios de producción, transformándolos en propiedad social.
Intervenimos en la movilización del 30 de abril de la CGT con estos planteos, advirtiendo que el FMI exige nuevos golpes contra los derechos de trabajadores activos y pasivos. Intervenimos en todas las actividades del 1° de Mayo con las banderas clasistas, revolucionarias, internacionalistas, comunistas, de la clase obrera, trabajando por hacer consciente el proceso que vivimos y cómo lo transformamos en beneficio de la gran mayoría oprimida.
(nota de MASAS n°478)