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EE.UU. exige que Argentina cancele el crédito de China

Como parte de la aguda guerra comercial entre EEUU y China llevan adelante la exigencia “con China nada, nada de nada”. 

Mauricio Claver Carone, encargado para América latina del Departamento de Estado, ya había dicho que la asistencia del FMI debería ser usada para cancelar el swap de monedas vigente con China: “El país debe desmantelar este sistema de intercambio monetario y comercial; dado que en cualquier guerra hay que elegir bandos. Y, en esta oportunidad, el conflicto es entre Trump y Xi Jinping, con lo que Javier Milei debe escoger una de las opciones”.

Scott Bessent, el secretario del Tesoro de EE.UU., que viajó al país tres días después de anunciado el Acuerdo del FMI insistió con el mismo reclamo: el país debe terminar con la línea de créditos armada desde hace décadas entre Argentina y China, llamada swap. Declaraciones que fueron respondidas duramente por la embajada China en el país.

Mientras tanto el Banco Central anunció la renovación por un año del swap con el Banco del Pueblo de China por unos 5.000 millones de dólares que fueron utilizados y que vencían a corto plazo. El primer swap fue firmado en 2009 con Martín Redrado en el BCRA, para como refuerzo ante eventuales crisis internacionales, cuando las reservas alcanzaban el récord del 15% del PBI.

China renovó el swap sin condicionamientos. Un intercambio de monedas que no le cuesta al Banco Central un solo dólar, ya que se da directamente de pesos a yuanes y viceversa. Una renovación muy conveniente para Argentina que no puede acumular dólares en sus reservas.

El aporte de capital lo hace el Banco Central de China, por aproximadamente 18.000 millones de dólares. En principio quedaron como divisas de libre disponibilidad del Banco Central y así se contabilizan en las reservas. Uno de los objetivos era financiar la construcción de las grandes obras en el país, fundamentalmente la represa Cóndor Cliff-La Barrancosa.Proyecto que Mauricio Macri prometió clausurar pero, por la vigencia del swap, decidió mantener vigente. Luego sería el gobierno de Fernández se ocupó de bloquear el avance de esa gran obra y Milei dio la orden de suspender el proyecto más importante de infraestructura vigente, como parte de la decisión de paralización de la obra pública.

Es una violación completa de la soberanía nacional por parte de EEUU y una capitulación de los gobiernos que se someten a sus órdenes. Argentina debe poder decidir a quién pedir préstamos y cómo devolverlos, y si quiere construir la represa y con quién. Debemos terminar de una vez con tanta prepotencia imperial y tanto cipayismo local.

(nota de MASAS n°478)