Acto del CERCI: Intervención de Ramón Basko (1ra parte y 2da parte)
Gran Acto del CERCI en San Pablo, en reivindicación de los 90 años del POR Boliviano, organizado por su sección brasilera, el POR de Brasil
Intervención de Ramón Basko (1ra parte)
“El hecho más importante en la historia del POR es su programa. Un programa que se ajustó a medida que intervenía en la lucha de clases, dando respuestas a los principales problemas de la sociedad”.
“El POR boliviano supo responder en su momento al problema del foquismo en Bolivia, supo responder al problema de la revolución cubana en el momento en que se desarrollaba, no 30 años después, sino cuando la revolución cubana acababa de triunfar.
“El POR boliviano supo advertir sobre el peligro de la Perestroika, diciendo que ese era el camino de la contrarrevolución. Y supo debatir desde Bolivia, desde una Bolivia aislada. Supo debatir con corrientes de todo el mundo y afirmar que esto era una trampa, el camino que llevaría a la victoria de la contrarrevolución. Y supo caracterizar correctamente la Perestroika y la Glasnost.
“Este partido tiene una ventaja sobre los demás. Todo está escrito, todo está documentado, como dijo Guillermo: somos un partido de publicistas. Todo lo que hacemos, todo por lo que luchamos lo dejamos escrito, está documentado. La historia completa del POR puede reconstruirse porque está en los documentos, en los periódicos, en los libros y en la sangre del proletariado boliviano. Por eso puede reconstruirse.
“Tenemos un problema. Tenemos la tarea histórica de reconstruir el Partido Mundial. Y la base, la base de granito sobre la que nos asentamos es el programa, el partido, el POR boliviano.
“Y en esta tarea nos encontramos con un problema, porque estamos abriendo un debate con otras corrientes internacionales… necesitamos extender el trabajo de construcción del partido mundial a todo el mundo. Y un problema que surge en esta lucha con todas las corrientes son los prejuicios, las mentiras y las falsificaciones que la izquierda ha hecho sobre la historia del POR boliviano. Este es un problema.
“¿Cómo vamos a reconstruir la Cuarta Internacional con corrientes que mintieron y falsificaron la historia? Necesitamos ajustar cuentas con todas estas corrientes. Este es un problema porque uno de los méritos más extraordinarios del POR boliviano es que ha logrado sobrevivir en aislamiento. Muy aislado, por estar en medio del continente, en una situación de encierro territorial. Está políticamente aislado porque la Cuarta Internacional lo ha ignorado. Fue aislado por corrientes revisionistas que no quisieron comprender, no supieron comprender, este problema central: la construcción del programa, que consiste en construir el partido en torno a la estrategia de la dictadura del proletariado, de la revolución social. Este es el problema de los problemas. Y esta es la base sobre la que fue aislado. ¿Por qué? Porque, en cierto modo, la experiencia del POR contrasta con la de todas las corrientes revisionistas. El POR fue sometido a un aislamiento brutal.
“Por eso, quiero referirme a un caso específico para que podamos ver la magnitud de este problema. Una de las corrientes que generó más prejuicios y mentiras en torno al POR en Bolivia fue el morenismo (corrientes que heredaron las posturas revisionistas de Nahuel Moreno).
“En Argentina, Nahuel Moreno sembró muchos prejuicios. Cuando nos presentamos a un militante morenista como del POR… “Ah, en 1952, el POR traicionó la revolución, luego se asoció con la burguesía en 1971, luego, en 1985, no logró liderar a los mineros. Es un partido que se negó a construir una Internacional”. Estos son los prejuicios que se inculcan en los militantes para bloquear, para eliminar al POR boliviano.
“Así que, usaré un texto como ejemplo. Alicia Sagra ha publicado un libro titulado “La Internacional, una lucha permanente contra el sectarismo y el oportunismo”. Lo compré a una organización morenista de Buenos Aires.
“Curiosamente, gran parte de la historia que se refiere a la Cuarta Internacional se dirige contra el POR boliviano. Es un libro dedicado a Nahuel Moreno. La autora se declara militante de la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT). Ofrece una retrospectiva interpretativa de los orígenes de la Cuarta Internacional y plantea el problema que representó el pablismo en su primera etapa. Luego afirma que esta desastrosa dirección de la Cuarta Internacional causó terribles problemas cuando decidió, ante el peligro de una Tercera Guerra Mundial, embellecer al Partido Comunista, a los estalinistas que se habían fortalecido tras la Segunda Guerra Mundial, y que, por lo tanto, los trotskistas debían unirse, hacer entrismo, colaborar con los partidos comunistas y también con los movimientos nacionalistas burgueses… ante el peligro de una Tercera Guerra Mundial, los trotskistas debían disolverse, unirse a los partidos comunistas o a los movimientos nacionalistas, la autora afirma que esta estrategia generó una tragedia en Francia. El partido francés se dividió al unirse al Partido Comunista de Francia; parte de su militancia se perdió y otra parte fue asimilada por el Partido Comunista. No hubo progreso para el trotskismo en Francia. Otra tragedia, dice, fue que la Internacional, a principios de la década de 1950, no supo cómo responder a la represión del levantamiento obrero en Berlín por parte de la burocracia. ¿Por qué? Porque no querían romper con el estalinismo. Pero Alicia dice que la peor catástrofe de la Cuarta Internacional ocurrió en Bolivia. ¿Y por qué? Según la morenista, “la consecuencia más trágica se vio en la revolución boliviana de 1952. Bolivia fue el único país donde existía la posibilidad de que una sección de la Cuarta Internacional tomara el poder durante la posguerra. Esto podría haber cambiado la historia del continente”. Por supuesto, tal afirmación, de ser cierta, sería una tragedia. Si el POR boliviano hubiera podido tomar el poder en 1952 y no lo hiciera, habría traicionado al proletariado. La explicación es que no lo hizo por sus errores, sus debilidades, sus vacilaciones. Sería una responsabilidad histórica. Así, la autora dirá que “la crisis crónica del trotskismo boliviano es la crisis de toda la Cuarta Internacional, que la fuerza que el estalinismo y los movimientos pequeñoburgueses adquirieron en Bolivia, en América Latina, tiene sus raíces en esta política capituladora y de colaboración de clases que el pablismo formuló para la revolución boliviana”. Véase la acusación contra el POR boliviano. Nada menos que el único lugar donde la revolución podía triunfar, la sección principal de la Cuarta Internacional, que era Bolivia, y debido al POR, la revolución fracasó. ¡Menuda acusación! Este es el karma con el que los morenistas se esfuerzan por causar daño. El POR traicionó, primero porque no tomó el poder en 1952.
“¿Y qué va a decir la autora? Reafirmar que “en Bolivia surgió un sector muy fuerte, el POR, con una importante presencia en la clase trabajadora. En 1946, el POR redactó y aprobó las Tesis de Pulacayo en el Congreso de la Federación Minera. Desde la década de 1940, se había producido un importante proceso de lucha y organización sindical, tanto entre los trabajadores como entre el campesinado. Políticamente, la situación era especial, ya que el estalinismo no había logrado consolidarse entre la clase obrera. El trotskismo había ganado gran influencia entre los trabajadores, especialmente entre los mineros… En abril de 1952, la policía entregó algunas armas a los trabajadores de La Paz. Se produjo una revuelta minera en Oruro, que fue reprimida por el Ejército y cuyo levantamiento se dirigió a La Paz. Los trabajadores tomaron un tren lleno de armas. Desde allí, derrotaron a los siete regimientos que constituían la base del Ejército Boliviano. Allí les confiscaron todas las armas. En este proceso, se formaron la COB (Confederación Obrera Boliviana) y las milicias obreras bajo el liderazgo de la nueva central. Las únicas fuerzas armadas en toda Bolivia eran las milicias obreras de la COB. Tanto las milicias como la COB estaban codirigidas por el POR, una sección de la Cuarta Internacional. “La revolución cobró nuevo impulso con la insurrección campesina que ocupó los latifundios y se apoderó de tierras en el Valle de Cochabamba y los alrededores de La Paz. El principal líder campesino de la insurrección fue un militante del POR”. Dicho así: el POR lideró a la COB, el POR lideró a las milicias populares, el POR lideró a los mineros. Las Tesis de la COB eran las tesis aprobadas en Pulacayo, pues fueron adoptadas por la Confederación Obrera Boliviana, creada con la revolución de 1952. Esto transmite la idea de que el POR estaba a las puertas del poder.
“La tragedia reside en el razonamiento del autor y de todos los revisionistas, porque lo que Guillermo Lora explicará, lo que explica el partido, es que el POR no era el líder de esta revolución; estaba desorganizado, tenía una intervención y participación muy débiles, y provenía de una represión muy fuerte. Es falso que el partido estuviera en condiciones de liderar el levantamiento. Pero había una razón más poderosa: las masas creían que el MNR era su partido, que era un partido revolucionario, la fuerza que cumpliría todas sus demandas. El MNR era, de hecho, una fuerza muy poderosa, y esta correlación política no se resolvió con un documento de la COB ni con unos pocos militantes al frente de los batallones mineros. El MNR tuvo que ser derrotado porque existían ilusiones muy fuertes entre las masas. Ese nuevo gobierno del MNR, un gobierno que había ganado las elecciones unos años antes y al que la oligarquía impidió llegar al poder, triunfó al canalizar a la mayoría hacia la lucha. Así que, lógicamente, el problema de Bolivia era que el MNR debía ser derrotado.
(2da parte)
“¿Y cuál era la propuesta del POR? Que, para llegar al poder, el partido debía ganarse a las masas. Sin las masas, era imposible tomar el poder, y las masas apoyaban al MNR. Esto no se podía resolver con una buena consigna ni con la acción de algunos cuadros reconocidos en la dirección de la COB.
“Era necesario ayudar a las masas a perder sus ilusiones en el MNR. Que chocaran con él, rompieran con él y lo superaran. Esto lo explicó muy bien Ariel. ¿Cómo podía el partido ayudar a las masas a tomar conciencia y liberarse de la dirección burguesa? Este era el verdadero problema que planteaba la revolución de 1952. Solo así los explotados podían superar el nacionalismo. No había manera de obligarlos a romper con la dirección traidora. ¿Y cuál fue la lucha que libró el POR boliviano? Levantó la bandera de la nacionalización de las minas ante las masas. El gobierno del MNR no quería nacionalizarlas sin pago. La consigna defendida por el POR era la nacionalización sin compensación y la expropiación de las minas bajo control obrero. ¿Para qué? Para ayudar a revelar que el gobierno del MNR no estaba dispuesto a expropiar las minas. Esto empezó a generar un movimiento, un enfrentamiento y un distanciamiento del MNR. Pero este camino era inevitable; era necesario ayudar a las masas a experimentar este nuevo gobierno. Lo mismo ocurrió con el levantamiento campesino. El problema era: había que entregar la tierra; el camino era la revolución agraria. Había que expropiar los latifundios, un camino de conflicto con la política del MNR.
“Pero, ¿qué dijeron los revisionistas? Dijeron que el propio POR boliviano, siguiendo las órdenes de Pablo, siguiendo las órdenes de los revisionistas de la Cuarta Internacional, propuso un apoyo crítico al gobierno. Que se debía apoyar al gobierno del MNR.
“Guillermo Lora y el Congreso Boliviano del POR dijeron que este era un camino de capitulación y rechazaron el apoyo crítico. Tenemos que ayudar a las masas a superar, a romper con este gobierno. Desarrollaremos todas las luchas, todas las reivindicaciones para que esta experiencia se complete, para que las masas puedan conquistarla. La autora afirma que, en el Congreso de junio de 1953, el POR boliviano adoptó una tesis de apoyo crítico al gobierno del MNR. ¡Guillermo Lora rechazó esta mentira!
“Fue el representante de la Internacional, el enviado de Argentina, Juan Posadas, en nombre del Comité Latinoamericano, quien intervino en Bolivia y trabajó para desmantelar el POR boliviano, para afirmar que era necesario unirse al MNR, que era necesario apoyar al MNR. ¿Por qué es importante esta distinción? Porque la dirección internacional de la Cuarta Internacional trabajó para dividir al POR boliviano. Para presionar a un sector del partido para que se uniera al MNR y dividirlo.
“Y es en este contexto que el POR comienza a dividirse. Y la facción de Guillermo Lora aparece diciendo: ¡Ningún apoyo crítico! Estamos en contra de unirse al MNR. Debemos luchar por la independencia política del proletariado. Debemos luchar contra las ilusiones en el MNR. Guillermo Lora dirá: esta tesis del X Congreso de julio de 1953 es la base programática para el desarrollo de nuestra lucha política en los años siguientes, porque marca el camino de la lucha contra el MNR. Todo esto está escrito. Están los documentos, los congresos del partido, las cartas de la internacional, las posiciones de Posadas”.
“Finalmente, ¿por qué esta lucha se mantiene oculta, con todos estos problemas?, si es la sección principal de la Cuarta Internacional, la sección que podía tomar el poder, ¿Por qué no trabajaba toda la Internacional, ayudando al Partido en esta tarea? No hubo ninguna intervención para ayudar al Partido. Al contrario, los revisionistas trabajaron para dividirlo, para desmembrarlo. Por eso es tan importante tener un programa, con una idea muy clara de independencia política frente a estas poderosas ilusiones y la presión que estas ejercieron sobre las masas para que siguieran al gobierno del MNR.
“El segundo tema que abordará este libro, que también es un prejuicio recurrente, es la idea de que el POR boliviano no quería construir la Internacional, no quería unirse a ella. ¡Esto es una absoluta falsedad! Pudimos verificar, como señaló Atilio al principio, cómo nos vinculamos al POR boliviano y la respuesta del POR boliviano fue inmediata: “Comencemos, formemos un comité de construcción para ver cómo encaramos la tarea de construir la Internacional”. Esa fue la respuesta. Eso fue hace más de 30 años. Pero. Antes de eso, el POR había vivido la experiencia de la Cuarta Tendencia Internacional (TCI), junto con Política Obrera de Argentina y otros grupos. Esta tendencia fracasó a principios de los años ochenta, porque Política Obrera decidió tomar una vía electoralista, siguiendo el camino de Moreno, rompiendo relaciones con el POR de Bolivia. Previamente, el POR boliviano formó parte del Comité Internacional y del CORCI hasta principios de 1979, defendiendo una labor internacional. Desde finales de los años sesenta, estuvo vinculado al Comité Internacional.
“Bastaba con revisar los periódicos Masas, cualquier documento o panfleto del POR boliviano, para comprobar que el partido tenía relaciones internacionales y libraba una lucha internacional.
“La afirmación de que el POR boliviano se aisló y que se trata de un caso de nacional-trotskismo no es más que propaganda fraudulenta. “Al igual que Lutte Ouvriere de Francia, como el PO en Argentina, los opositores al POR no quieren construir la Internacional”. Lógicamente, esto es mentira. Es cierto que el POR boliviano tuvo un período de aislamiento de la Cuarta, porque tras la intervención de los pablistas en Bolivia, cuando la Cuarta Internacional afirmó que debía unirse al MNR, buscando fracturar el partido, surgió una gran desconfianza en el POR boliviano hacia la Internacional.
“Así que, en realidad, el POR boliviano mantuvo una política internacionalista todo el tiempo, y para nosotros, esto fue muy importante. Cuando el Partido Obrero en Argentina estalló, la primera referencia que tuvimos fue la crítica de Guillermo Lora de 1984, muy al principio, cuando se legalizó el Partido Obrero. Dijo, muy concretamente: un partido no puede cambiar su nombre así. No puede abandonar su tradición. No puede cambiar su programa, no puede cambiar su Estatuto. Tiene que haber una razón muy poderosa. Así que dice que este cambio de nombre, esta adaptación a la legalidad constitucional, a la legalidad burguesa, es una disolución del intento de construir un partido revolucionario.
“Somos muy conscientes de esta crítica que Guillermo Lora nos hizo a quienes militamos en el PO. Fue muy fuerte. Vimos que era necesario establecer una relación con Guillermo. Decidimos: teníamos que buscarlo, porque teníamos que construir una organización con Guillermo Lora. Nos respondió de inmediato, como le respondió al compañero de Brasil. Vino a Argentina, nos reunimos enseguida y dijo: lo primero que tienen que hacer es, aunque sea rudimentario, desarrollar un programa. Hay que decir qué tipo de revolución debe llevarse a cabo en Argentina. ¿Quiénes son los aliados de la clase obrera? ¿Qué tareas debe cumplir el proletariado argentino que la burguesía no pudo cumplir? Porque, antes de derrotarla físicamente, antes de derrotarla militarmente, la clase obrera tiene que derrotarla ideológicamente. Tiene que derrotar a la burguesía, decir que la burguesía ya no puede gobernar este país, que la clase obrera es quien debe tomar las riendas del país. Lo primero que deben hacer es formular estas ideas en un programa e intervenir en la lucha de clases. Lo corregirán y lo mejorarán a medida que intervengan con este programa. Esta fue la primera lección de Guillermo Lora: no copien nada de Bolivia. Trabajen con el programa y pruébenlo.
“Finalmente, este libro también plantea dos críticas que suelen repetir los revisionistas. Una es que el POR es sectario y no quiere formar un frente único con nadie. Que habla constantemente de la dictadura del proletariado y de la escala móvil de salarios. Esto introduce un fuerte prejuicio, porque precisamente, si el Partido Revolucionario no hace propaganda de la dictadura del proletariado, ¿quién lo hará? ¿Quién dirá que la clase obrera debe tomar el poder, que tiene que establecer su propia dictadura? ¿Qué partido explicará que la democracia burguesa es una forma de dictadura del capital y debe ser derrotada?
“Así que este es un cliché que aparece constantemente. Decir que el POR en Bolivia es una secta porque promueve la dictadura del proletariado no es más que una banalidad. Esto, que para nosotros es la mayor virtud, de ser la expresión consciente de la lucha por la dictadura del proletariado, por la transformación revolucionaria de la sociedad, para los centristas es sectarismo”.
“Y también es una mentira respecto al frente único. La intervención en la Asamblea Popular, por ejemplo, la intervención en la formación del FRA (Frente Revolucionario Antiimperialista), es una formidable expresión de unidad, una herramienta de unidad de la clase obrera y un llamado a la unidad de todos los oprimidos para luchar por la toma del poder.
“En la última intervención radicalizada de las masas en 2019, se pudo ver cómo el partido, un partido pequeño, logró liderar a decenas de miles en los ataques contra Evo Morales y el gobierno del MAS. Muchos conocen la experiencia de comité de Sucre. Lideró un comité cívico, un Cabildo, que reunió a más de 100.000 personas. Es un partido que lideró la Confederación Departamental de Trabajadores de Sucre.
“Por lo tanto, este partido tiene una política para ganarse a las masas, para dirigirse a ellas, no un aparato de unidad para intervenir en las elecciones. Una unidad para unificar a las masas tras un programa, una perspectiva revolucionaria.
“Este desconocimiento significa que, en relación con la Asamblea Popular de 1971, como dijo el camarada, el primer soviet de América Latina, la autora morenista dedica dos líneas y dice: «Esto es un frente con la burguesía, esto es un frente con los militares para impedir la revolución». Esa es toda la conclusión. No se molestó en ver cómo se estructuró la asamblea popular, cuál fue el método de construcción, cuál fue el programa aprobado, cuáles fueron las luchas que se libraron y cuál fue el impacto en Bolivia.
“En resumen, los revisionistas repiten todas estas ideas para atacar y aislar al POR. Decimos que tenemos la obligación de combatir todos estos prejuicios, porque la tarea que tenemos por delante es resolver la construcción del Partido Mundial de la Revolución Socialista. Y para ello, debemos responder a estos ataques en nuestros países. Uno de los problemas que tenemos son estos prejuicios, estas mentiras que se han difundido en infinidad de publicaciones.
“Finalmente, quisiera hacer una observación: ¿Dónde están estos críticos que parecían tan ortodoxos, estos defensores del trotskismo? Ya en 1954, Nahuel Moreno propuso la formación de un partido centrista en Argentina. Dicho así, hay que formar un partido centrista. Tres años después, Moreno, quien publicaba el periódico Palabra Obrera, se unió al peronismo. Se disolvió en el peronismo. Él, que parecía tan crítico del pablismo y contrario al entrismo, se unió al peronismo durante varios años, y su periódico decía: «Bajo las órdenes del general Perón». Esto es una sumisión, una sumisión total al nacionalismo burgués.
“Se fue a mediados de los años sesenta y se fusionó con el sector de Santucho para formar el PRT. Un experimento fallido con la ilusión de que la revolución cubana estaba introduciendo otros métodos, otro sujeto histórico con la idea de que era necesario prestar atención al fenómeno, a la nueva realidad que Cuba imponía, defendiendo la unidad con el PRT. Después de tres años, se separaron. Por un lado, el PRT La Verdad, y por el otro, el PRT El Combatiente.
“Ya conocemos la historia. Pero el PRT La Verdad, liderado por Moreno, se alió dos años después con el Partido Socialista Argentino de Coral, un partido socialdemócrata, para intervenir en las elecciones de 1973. Estas fueron las elecciones en las que Perón regresó. Y, a partir de entonces, lo que prevaleció en estas corrientes fue el electoralismo, la idea de que lo que debía formarse era un partido de trabajadores, que la estrategia ya no era la dictadura del proletariado, sino un gobierno de trabajadores. Esta idea de que se debe intervenir en las elecciones no con propaganda bolchevique ni revolucionaria, sino con propaganda socialdemócrata, adaptándose así a los procesos electorales. La historia los ha juzgado muy bien, porque los mayores críticos del POR boliviano terminaron siguiendo el camino que criticaron.
“Así que, vayamos a la pregunta: ¿por qué tanta calumnia? ¿Por qué tantas mentiras? Para ocultar sus propias acciones. Porque bastaba con contactar con Bolivia, conocer su lucha, su realidad, su programa, para entrar en contradicción, en conflicto con su propia política.
“Este es el problema en el que debemos trabajar constantemente, porque necesitamos reconstruir la Cuarta Internacional, y esta es la tarea más importante de la humanidad, como dijo Atilio al principio: esta es la crisis de la humanidad, la crisis de liderazgo, y este es nuestro desafío histórico en Argentina, Chile y Bolivia, que el CERCI representa.
(Articulo de MASAS n°482 y MASAS n°483)