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Bolivia: Entrevista a Alfonso Velarde “El POR, está vigente por 90 años, es guía de la lucha obrera”

De: “El Alteño”. Entrevista a Alfonso Velarde (6 julio 2025)

El Alteño (E.A.): Alfonso Velarde, el Partido Obrero Revolucionario (POR) cumple 90 años en Bolivia. A pesar de los cambios políticos, ¿por qué mantiene su vigencia?

Alfonso Velarde (AV): El POR celebra 90 años como pilar en la lucha de clases en Bolivia. Su relevancia no radica solo en su longevidad, sino en su rol como guía ideológica del proletariado boliviano. Desde su fundación en 1935, el POR ha orientado a los trabajadores en momentos clave, como la Revolución de 1952 y la resistencia a dictaduras. Sus análisis, basados en una comprensión profunda de la realidad, permanecen válidos frente a las turbulencias políticas y sociales. La persistencia de la explotación y la opresión imperialista refuerza la necesidad de un partido que defienda los intereses de los explotados con un programa revolucionario.

E.A.: Usted destaca la Tesis de Pulacayo como base de esa vigencia. ¿En qué consiste y por qué es relevante para la Bolivia actual?

AV: La Tesis de Pulacayo, aprobada en 1946 por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), define a Bolivia como un país capitalista atrasado, integrado tardíamente al capitalismo mundial en su fase imperialista. Esto impidió el surgimiento de una burguesía nacional revolucionaria capaz de modernizar e industrializar el país. Históricamente, la feudal burguesía explotó el trabajo gratuito de los indígenas, mientras el capitalismo global penetró en Bolivia a través de la minería, especialmente el estaño, creando el proletariado. Sin embargo, gran parte del país, como las zonas rurales andinas, aún utiliza medios de producción precapitalistas. Esta dualidad, señalada por la Tesis de Pulacayo, explica las contradicciones actuales, como la dependencia económica y la desigualdad persistente, ofreciendo un lente para entender la realidad contemporánea.

E.A.: Si no existe una burguesía capaz de modernizar el país, ¿cuál es la estrategia del POR? ¿Qué rol asigna a la clase obrera?

AV: La Tesis de Pulacayo concluye que el atraso y la miseria no se resuelven dentro del capitalismo debido a la influencia de las transnacionales, que priorizan sus intereses sobre el desarrollo nacional. Sin una burguesía revolucionaria, la clase obrera, como clase no propietaria, debe liderar la lucha de los explotados, incluyendo campesinos e indígenas. Su objetivo es una revolución que establezca la propiedad social de los medios de producción, libere al país del imperialismo y desplace a la burguesía dependiente. El POR busca un gobierno obrero-campesino que transforme las estructuras económicas y sociales, promoviendo la justicia y la soberanía. Esta estrategia, inspirada en el marxismo trotskista, guía la acción del POR en su defensa de los trabajadores.

E.A.: El POR se diferenció del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) tras la Revolución de 1952. ¿Cómo logró el proletariado su independencia política frente al MNR?

AV: La Revolución de 1952 fue obra de los obreros, quienes tomaron las armas y derramaron su sangre, pero entregaron el poder al MNR, creyendo que representaba los ideales de Pulacayo. Sin embargo, el MNR traicionó esos principios. En lugar de una reforma agraria radical para devolver la tierra a los campesinos, parceló las haciendas, creando pequeños propietarios para frenar las tendencias socialistas de la clase obrera. En la nacionalización de las minas, optó por una estatización con indemnización a los barones del estaño, como Patiño y Hochschild, lejos de la toma obrera directa propuesta por Pulacayo. La Tesis de Pulacayo y la Tesis de Colquiri, elaborada en los años posteriores, permitieron al proletariado, liderado por la Central Obrera Boliviana (COB), independizarse políticamente del MNR, enfocándose en un gobierno obrero-campesino que priorizara los intereses de los explotados.
E.A.: ¿Qué significó la Asamblea Popular para el proletariado boliviano y cómo reaccionó el poder ante este intento de autogobierno?
AV: La Asamblea Popular de 1971 marcó un momento clave en el que el proletariado buscó establecer su propio gobierno, superando las ideas nacionalistas del MNR. Las masas, desencantadas con el nacionalismo tras su fracaso, aspiraban al poder obrero. Este avance provocó el golpe de Hugo Banzer en 1971, orquestado por el imperialismo, como reacción al creciente poder y conciencia de clase del proletariado. La izquierda, que hasta entonces siguió al POR, capituló tras la Asamblea Popular, abandonando la revolución para defender la democracia burguesa, lo que debilitó el movimiento obrero y permitió la consolidación de regímenes autoritarios.

E.A.: El POR critica la democracia burguesa, mientras la izquierda la defendía contra dictaduras. ¿Por qué considera que no funciona en Bolivia?

AV: La democracia burguesa no es viable en Bolivia debido a la miseria extrema de la clase obrera y la pequeña burguesía. Estas clases resuelven sus necesidades mediante movilizaciones en las calles, no en el Parlamento, que no ofrece soluciones reales. En países ricos, una clase media satisfecha sostiene la democracia formal, pero en Bolivia, la pobreza, el desempleo y la precariedad lo impiden. Las protestas, bloqueos y crisis institucionales, como las vividas en los últimos años, confirman la postura del POR. La inestabilidad política refleja la incapacidad de la democracia burguesa para abordar las demandas populares en un contexto de dependencia económica.

E.A.: Con las elecciones de 2025 y las tensiones políticas, ¿cómo evalúa la gestión del Movimiento Al Socialismo (MAS) desde la perspectiva del POR?

AV: El MAS decepcionó a las masas, como predijo el POR, al someterse a la burguesía y caer en la corrupción. Su gestión no ofrece una alternativa obrera, lo que lleva a sectores populares a apoyar opciones neoliberales de derecha. Estas opciones proponen medidas como eliminar subsidios a carburantes, devaluar la moneda y despedir trabajadores, profundizando la miseria. El MAS, al igual que el MNR en el pasado con el Decreto Supremo 21060, aplicó políticas antipopulares que beneficiaron a las élites, degradando la idea de socialismo y generando desilusión en la población.

E.A.: ¿Qué representa el “socialismo del siglo XXI” del MAS? ¿Es realmente izquierda?

AV: El MAS nunca fue socialista. Su “socialismo” carece de un programa basado en la propiedad social de los medios de producción. Respetó todas las formas de propiedad, incluyendo la gran propiedad burguesa, que domina inevitablemente. Gobernó para los agroindustriales, empresarios y bancos, no para los trabajadores. Con los recursos del auge del gas, pudo impulsar el desarrollo social bajo control obrero, pero priorizó los intereses de las élites. Su política reformista, presentada como socialista, causó un daño enorme al desvirtuar el socialismo verdadero, confundiendo a las masas y debilitando la lucha revolucionaria.

E.A.: Con la izquierda debilitada y el MAS cuestionado, ¿es el POR más relevante hoy?

AV: La vigencia del POR es incuestionable. Mientras otras fuerzas de izquierda desaparecieron o se integraron al sistema, el POR mantuvo su lucha consecuente durante 90 años, casi la mitad de la historia republicana de Bolivia. Su presencia ininterrumpida en la lucha de clases, desde las minas hasta las movilizaciones urbanas, demuestra la validez de sus principios. Mientras persistan la explotación, la miseria y la opresión imperialista, el POR seguirá guiando a las masas hacia su liberación, levantando las banderas de la revolución obrera y campesina.