Los empresarios cerealeros con sus medios de comunicación y los dueños y directivos de Vicentin resisten y rechazan cualquier intervención y expropiación.

Y movilizan a las clases medias de los pueblos donde están localizadas las empresas para enfrentar al gobierno y sus funcionarios.

 

Ante las presiones de los poderosos empresarios el gobierno ya se sienta a escuchar y negociar con los saqueadores, ¿qué tienen que negociar?

 

Los sindicatos se han pronunciado a favor de la “expropiación” de Vicentín que plantea el gobierno. Están en peligro miles de puestos de trabajo. Lo que corresponde es ocupar todas las instalaciones de la empresa para asegurar que se detenga el vaciamiento y que efectivamente se ponga en marcha con todo su potencial.

 

La clase obrera debe enfrentar las limitaciones de la expropiación burguesa con el programa de expropiación sin pago y estatización bajo control obrero colectivo, bajo la perspectiva de la estatización de todo el comercio exterior, los bancos y la industria alimenticia. Impidamos el desguace de la empresa o que se la entreguen a una multinacional o poderosa “nacional”.

 

La intervención de la Justicia y del Congreso será para limitar aún más las limitadas medidas de este rescate. Solo la clase obrera puede defender consecuentemente los puestos de trabajo y el patrimonio nacional, con sus propios métodos de lucha.