Defender los 1700 puestos de trabajo de Latam
Es curioso cómo la prensa burguesa presenta el caso Latam acusando al gobierno porque demoró en ocuparse de “su” reclamo, y que tendría algún tipo de intención de perjudicar a la empresa.
Es una maniobra más para presionar al gobierno, pretendiendo arrinconarlo, diciendo que quiere estatizar todo, que quiere cobrar impuestos que no se cobran en ninguna parte del mundo, que quiere terminar con las líneas aéreas privadas, etc. El objetivo es alinearlo con los sectores más concentrados de la economía, que no se atreva a avanzar un centímetro sobre lo que consideran sus derechos.
En primer lugar la decisión de retirarse del mercado local, de cabotaje, es una decisión internacional que afecta las operaciones de Latam en todo el mundo. En el mes de Mayo se presentó en EEUU dentro del procedimiento de quiebras. Las líneas aéreas aparecen como las más perjudicadas por las cuarentenas y el aislamiento en todo el mundo, y serán las últimas en recuperarse. La decisión de salirse del mercado local fue tomada en el exterior, de acuerdo a la situación desastrosa de la compañía a nivel global, lo que busca es pagar el menor costo por los despidos y llevarse todos los aviones con que operaba en nuestro país.
En segundo lugar la empresa venía de 3 años seguidos de fuertes quebrantos, (según sus balances); no es un problema de la cuarentena o siquiera de este gobierno. Por el contrario, bajo el kirchnerismo Latam tuvo un crecimiento económico y ganó dinero, según sus propios números. Con Macri “perdieron” 300 millones de dólares y eso que contaban con un personaje propio en el más alto nivel del gobierno (Lopetegui vicejefe de gobierno, ex CEO de la empresa). Es relativo decir que perdieron porque cayeron las ventas de pasajes en el mercado de cabotaje pero crecieron las internacionales.
Para poder analizar en detalle hay que ver toda la operación internacional del grupo, cómo facturaba un vuelo de Córdoba a EEUU por ejemplo que debía hacer escala en Santiago de Chile o en Lima Perú. Qué parte de ese pasaje se declaraba como venta en Argentina. Por principio no hay que dar por cierto nada de lo que “informan” o mejor dicho desinforman, los medios de comunicación patronales, que reciben costosas publicidades de la empresa y que comparten un mismo interés de clase.
La prensa burguesa ataca al gobierno por la salida de Latam y pone el acento en su campaña permanente contra lo que llaman la rigidez de los convenios laborales. Esta empresa como también las “low cost” siempre renegaron de los sindicatos y buscaron vulnerar las condiciones salariales y laborales de los trabajadores y presionaron para que sus empresas tengan sindicatos propios. El otro aspecto es cuestionar los subsidios que recibe Aerolíneas Argentinas, que dicen hace imposible la competencia.
Entonces, el caballito de batalla es culpar a los derechos de los trabajadores y a los subsidios por la salida de Latam. Los conflictos permanentes de Latam con los trabajadores tenían que ver con su búsqueda de abaratar su costo salarial que decían era el más elevado del continente. De hecho había rebajado los salarios al 50% sin acuerdo del gobierno.
Todos los trabajadores tienen que ser incorporados a Aerolíneas Argentinas, respetando cargos y antigüedad, bajo el convenio de Aerolíneas, y tomar todas las frecuencias que tenían. Pero también hay que quitarle el derecho a las operaciones internacionales porque es un sector rentable y desde donde hará competencia desleal contra Aerolíneas Argentinas para arrebatarle pasajeros.
La operación de AA no es comparable con ninguna otra empresa porque asegura vuelos a lugares que no son rentables y que las privadas no quieren tomar.
Todas las líneas aéreas deben respetar todos los convenios laborales que rigen en el país y todas las normas de seguridad que regulan la actividad.
(nota de MASAS nº 373)