El Covid 19 expone la privatización del sistema de salud de Neuquén Por un sistema único estatal

Han pasado ya más de 100 días desde que se inició la cuarentena, cuando el gobernador Gutiérrez promulgó el decreto 414/20, que reglamentó la Ley de Emergencia Sanitaria. Tal reglamentación fijó las pautas para la utilización de camas y recursos humanos en los sistemas de Salud, convocatoria a funcionarios públicos, creación de un plan de protección ciudadana, obtención de financiamiento y reorganización y funcionamiento del subsector privado de la salud.
Con 585 casos informados y circulación comunitaria del virus, no hay ningún avance: al año 2017 la provincia contaba con 1130 camas en el subsistema público de salud, 780 en el subsistema privado, y un total de 1910 en todo el sistema de salud; en marzo de 2020 contaba con 1700 camas (200 menos que en 2017) entre el subsistema público y el privado, de las cuales 102 camas correspondían a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del subsistema privado, y 35 a camas UTI del subsistema público, es decir 137 camas de terapia intensiva en total; en tanto que se contaba con 135 respiradores artificiales en total, 92 respiradores de la salud privada y 43 respiradores de la salud pública. Al mes de julio, y según declaraciones de la subsecretaria de salud, Andrea Echauri, se cuentan con 140 camas de terapia intensiva (UTI), es decir solo se sumaron 3 camas UTI desde marzo a julio, como también la misma cantidad de camas totales en los hospitales, lo mismo sucede con los respiradores. Lo único que hizo hasta acá el gobierno fue montar un hospital de campaña en el espacio DUAM (sitio de convenciones) en la ciudad de Neuquén, con 148 camas y 40 equipos de oxígeno para pacientes con COVID positivo no críticos.
Está claro que el argumento de la ministra de salud Andrea Peve de incorporar 40 camas de terapia intensiva (UTI), fue para justificar la autorización del endeudamiento que solicitó el gobernador Gutiérrez por 100 millones de dólares para la emergencia sanitaria de 180 días.
Por otro lado los números reflejan el peso que tiene el sistema privado de salud en la provincia, donde el 75% de las camas de terapia intensiva son privadas, el 68% de los respiradores mecánicos son privados y casi el 50% de las camas totales son privadas. Sistema privado que viene creciendo en detrimento del sistema público, con la complicidad e impulso de los distintos gobiernos del MPN, que desde la década del 90 viene desguazando el hospital provincial Neuquén Castro Rendón y los distintos hospitales públicos, drenando esos fondos al privado vía pago de servicios como tomografías, resonancias, internaciones, cirugías, créditos a sociedades privadas de salud y demás. Si el sistema de salud pública de Neuquén hoy se sostiene es por los trabajadores de la salud que vienen resistiendo estoicamente no solo el paupérrimo estado de infraestructura de los hospitales sino el deterioro de su salario y condiciones laborales, cuando no les suministran ni siquiera los insumos básicos de trabajo como barbijos, camisolines y otros.
Justamente esta última semana, se suscitaron denuncias de trabajadores de la salud sobre la situación en la que están trabajando y la necesidad de que le den respuesta a los requerimientos solicitados. Entre estas denuncias se encuentran las de dos enfermeros de la clínica privada ADOS (donde se desataron una serie de contagios que suman más de 70 casos) que denunciaron la falta de desinfección de la clínica, la falta de insumos como barbijos y mascarillas, y el contagio de los trabajadores, por lo cual uno de ellos se encadenó en la entrada del edificio, derivando en una dura suspensión, sin recibir ningún tipo de apoyo sindical. En tanto que la Directora del Sistema Integrado de Emergencia de Neuquén (SIEN), Dra. Ortiz Luna, fue removida de su cargo por el ejecutivo por denunciar la falta de insumos para trabajar (solicitó a través de las redes sociales a la población la donación de barbijos), y el abandono por parte del ministerio de Salud a la labor de su área, donde 17 trabajadores del SIEN resultaron positivo de COVID.
Por todo esto decimos que es hora de establecer un sistema estatal, único, universal y gratuito de salud para todos. Es necesario expropiar sin pago, confiscar los recursos que administra una minoría que se enriquece a costa de nosotros, sacarnos de encima este gobierno burgués del MPN que hace más de 50 años gobierna, garantizando condiciones dignas y un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar además de proveer de todo el equipamiento, infraestructura e insumos necesarios del sistema salud.