LOS GOBIERNOS BURGUESES SON INCAPACES DE RESPONDER A LA CRISIS

1. No podemos delegar en el Estado burgués algo tan serio como la salud pública que ha sido abandonada durante décadas. Es reconocido el deterioro de hospitales, centros de salud, la falta de insumos, los bajos salarios, instalaciones y equipamiento insuficientes para hacer frente a una crisis sanitaria Los trabajadores no podemos asistir pasivamente esperando a que resuelvan en beneficio de la mayoría. Todos los recursos se deben poner al servicio de atender esta situación grave que se avecina.

Los trabajadores tenemos que jugar un papel fundamental en defensa de la mayoría. Lo esencial es mantenernos alertas, organizados y en estado de movilización para exigir que se tomen todas las medidas. Formemos comités de emergencia porque la burocracia sindical no tiene ninguna independencia respecto del gobierno y los empresarios. Insistimos no podemos delegar nuestra salud en una clase social que ha destruido el sistema de salud pública en gran proporción en las últimas décadas con la colaboración de las direcciones sindicales.

2. Es necesario que se informe con precisión a la población cuál es el estado actual de situación. Cuántas camas, cuántos respiradores, cuántos test, cuántos recursos se van incorporando semana tras semana. Cuántas máscaras para los trabajadores de la salud, para cuántas semanas alcanzan, etc. Corea del Sur que aparece como el país que ha combatido el virus con mayor eficacia tiene 12 camas por cada mil habitantes, hizo más de 100.000 tests para una población apenas superior a la Argentina. Todo el sistema de salud privado, las obras sociales, (clínicas, hospitales, sanatorios, laboratorios, etc.) deben ser puestos inmediatamente bajo un único mando estatal, con intervención y control de los trabajadores. Todos los recursos deben ser utilizados racionalmente. Deben ser incorporados hoteles o edificios apropiados para aislar o atender a los enfermos.

 

Si no se interviene en este sentido, los sectores de mayores recursos podrán estar más protegidos porque contarán con las camas, sanatorios, respiratorios, medicinas en tiempo y forma. El sistema de la salud privada tiene un sentido que conspira contra la salud pública.

 

La tasa de mortalidad de este virus tiene relación directa con la cantidad de equipamiento disponible para la atención, la disponibilidad de mascarillas, geles desinfectantes, suministros de oxígeno, y equipos de respiración asistida.

 

No puede haber sorpresa alguna, ya hay experiencia suficiente sobre cómo tratar esta pandemia, ya se conocen cuáles fueron los errores y los aciertos en otros países. Nada justifica que no se tomen todas las medidas necesarias desde ya mismo. La OMS advertía en septiembre del año pasado sobre la posibilidad de una pandemia.

 

3. Tenemos todo el derecho a sospechar que hay una incapacidad por parte del Estado para abordar esta crisis.

 

El nuevo gobierno concentró todos sus esfuerzos en negociar la deuda externa y no ha dado respuesta a los reclamos presupuestarios en salud y educación, como lo denuncian los trabajadores de esos sectores. Vemos hoy la ausencia de respuestas elementales para combatir el dengue. Los insecticidas son caros, de difícil acceso para la mayoría. Ya hay más de 1000 afectados. Y hay sectores que ya están saturados sólo con esta epidemia. Además, los más de 150 casos de sarampión que reflejan un retroceso histórico ¿Cuáles son los criterios de la Organización Mundial de la Salud para declarar pandemia al coronavirus y no hacerlo con otras enfermedades que afectan a cientos de miles en el mundo y que matan más que este virus?

 

4. Todos los trabajadores de la salud, desde los que trabajan en mantenimiento, choferes, enfermeros hasta los médicos deben tener garantizadas todas las condiciones para poder trabajar sin riesgos. Buena parte de las protecciones son desechables, si se utilizan por largos períodos pierden toda efectividad.

 

5. La prioridad no es la rentabilidad o el salvataje de las empresas sino la situación de todos los trabajadores, y muy especialmente de aquellos que no podemos quedarnos en nuestras casas, porque vivimos al día, y si no trabajamos no tenemos ningún ingreso. ¿Cómo se paga la comida, el alquiler, los servicios? Debemos tener presente que la mayoría de los trabajadores estamos precarizados y no contamos con obra social.

 

Y peor, las medidas que se adoptan profundizarán la recesión de la economía. Y la situación de todos los trabajadores que debemos seguir en actividad en contacto masivo con cientos o miles de personas a diario, que estamos totalmente expuestos. Y de todos aquellos que seguimos trabajando en las fábricas porque la producción no se detiene y no están garantizadas las condiciones de higiene y salubridad mínimas.

 

6. Los medios de comunicación masiva juegan un papel nefasto, desinformando, creando una psicosis colectiva, ocultando los verdaderos problemas y su magnitud. Deben ser denunciados y sus licencias suspendidas para impedir su papel siniestro. Detrás de ellos operan intereses económicos y políticos contrarios al interés de la mayoría. A toda hora debe haber comunicados oficiales, centralizados, de los comités de emergencia, formados en los lugares de trabajo, en los barrios, para que orienten con la mayor precisión sobre cómo se está tratando la pandemia.

 

Tenemos que hacer uso de todos los medios para compartir toda la información, nuestra propia información. En primer lugar la que transmitan los trabajadores de los centros de salud. Pero también cómo se está respondiendo a los casos que van apareciendo en los lugares de trabajo, en los barrios. La política de la burguesía es llamar a unificar a toda la población detrás de las políticas del gobierno, suspendiendo todo debate sobre toda la situación económica dramática que se vive. Es un llamado permanente a aislarse, a no tener contacto social, a no reunirse y la excusa para imponer sistemas de control de la vida cotidiana.

 

7. La suspensión de las clases hasta el 31 de marzo, para minimizar el tránsito de alumnos, origina un problema adicional, ¿quién se hará cargo de los niños? ¿Sus padres tendrán licencia paga hasta esa fecha? Y si no tienen trabajo registrado ¿cómo hacen? Es necesario resolver la alimentación de decenas de miles de niños que comen en las escuelas, con la menor exposición y riesgo, así como también de toda la población, en esta situación que tenemos, con más del 10 por ciento de trabajadores desocupados, 35 por ciento con trabajo en negro, que agravan aún más el cuadro de barbarie al que nos lleva el capitalismo, dónde el coronavirus solo ha profundizado la crisis ya existente.

 

8. Se debe poner al conjunto de los laboratorios estatales y privados bajo una centralización única a producir al máximo de su capacidad todos los productos necesarios para hacer frente a la crisis sanitaria. Se debe contar con decenas de miles de test de detección de coronavirus para que todo aquel que tenga síntomas pueda ser atendido y diagnosticado inmediatamente.

 

Las multinacionales farmacéuticas están fregándose las manos, como ya ha ocurrido anteriormente, con los fabulosos negocios que pueden reportar la fabricación de millones de vacunas u otros elementos aplicación masiva.

 

Esas empresas deben ser estatizadas, para producir al máximo posible, con el menor costo. Los empresarios aprovechan cada crisis para multiplicar las ganancias. Desconoceremos todas las patentes que restrinjan la producción.

 

Es necesario implementar urgentemente la producción masiva de respiradores, ya que en este momento hay dificultades para importarlos y de su número depende que se puedan salvar cientos o miles de vidas.

 

9. Rechazamos toda campaña chovinista orientada a culpar por el virus y sus consecuencias a determinados países o personas provenientes de esos países. Rechazamos toda campaña destinada a mostrar la supuesta barbarie de los países orientales como causa del mal. Denunciamos que la crisis mundial en que aparece este virus tiene otras raíces: la bancarrota del capitalismo que no puede cerrar el desastre de 2008/9, que su anarquía y caos amenaza al conjunto de la sociedad. La economía mundial ya estaba en recesión con una deuda gigantesca por estallar. La guerra comercial entre las principales potencias que tiende a transformarse en guerra bélica ha potenciado todos los problemas. Crece por millones los desocupados, los migrantes, los hambrientos en el mundo.

 

Este virus deja al desnudo el abandono de la salud pública en países que son potencias capitalistas, que privilegian los negocios privados, la reducción de los presupuestos destinados a salud. Es necesario planificar y centralizar la economía sobre la base de la socialización de los grandes medios de producción en manos de un puñado de capitalistas. Esta tarea será obra de los oprimidos con la clase obrera a la cabeza.

 

10. Las organizaciones políticas y sindicales tenemos que tomar en nuestras manos el debate de esta situación y cómo imponer una respuesta en defensa del interés de la mayoría ante el desastre que ya se está padeciendo.

 

P.O.R. 17 de Marzo de 2020

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