Las patronales utilizan la excusa de la pandemia para flexibilizar aún más

El 5 de febrero se realizó una importante asamblea petrolera en Añelo, y anteriormente se habían realizado asambleas en varios yacimientos. Los trabajadores exigieron que se cumplan con las dotaciones necesarias en los trabajos de fractura hidráulica. Los obreros vienen denunciando que no tienen tiempo ni para comer, ni para ir al baño y que las empresas quieren aumentar la producción sin aumentar el personal. Hubo medidas de fuerza la primera semana de febrero y alcanzó a todos los equipos de perforación y Workover que prestan servicio a YPF. Según Pereyra : “Si bien la adenda del CCT 644/12 prevé dotaciones mínimas, hay que considerar que se pasó de 4 etapas a un promedio de 8 etapas diarias, lo que repercute en la seguridad del trabajador que es sobreexigido al punto que no tiene tiempo para comer o hacer sus necesidades”

La realidad es que falta un cuarto de personal comparado con la situación antes de la pandemia, desde YPF se redujeron las cuadrillas de operarios basándose en el acuerdo firmado en octubre del 2020. Frente a las medidas de fuerza el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 15 días. Además de que se incorporen obreros también se demanda el cumplimiento de los protocolos y la vacunación.

El reclamo se dio en el marco de la negociación de YPF con el canje de bonos, ya que cierra el plazo adhesión para tenedores de títulos que acepten la propuesta de YPF para un vencimiento por 420 millones de dólares para marzo.

Si bien Pereyra intentó durante todo el año mantener la paz social, no ha podido contener la bronca de la base. Esto llama la atención en un sindicato que tiene un control férreo a través de los delegados burocráticos y de amenazas a cualquier intento de lucha. Sin embargo se evidencia que ni siquiera la burocracia más re podrida puede frenar los reclamos de la clase obrera. Recordemos que en diciembre pasado el sindicato tuvo que salir a reclamar un bono de 50 mil pesos.

Las empresas han aprovechado la pandemia para flexibilizar aún más las condiciones laborales, que se expresa en accidentes laborales producto de las extensas jornadas de trabajo y el ritmo de producción. No hay que dejar pasar la precarización laboral, los obreros petroleros sufrieron un duro golpe con la modificación del convenio de trabajo que se dio bajo el gobierno de Macri. Actualmente no sólo hay obreros petroleros suspendidos sino que hay miles de desocupados. Se debe exigir la reincorporación de los despedidos y anular las modificaciones al convenio colectivo.

 

(nota de MASAS nº387)

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