El gobierno se niega a recuperar la soberanía nacional sobre ríos y puertos

En Masas 386 describíamos otra voltereta del Gobierno. Sobre la promesa en agosto pasado de crear una empresa estatal para tomar el control del Río Paraná y la salida al exterior del 75% de las exportaciones. Para dar marcha atrás 3 meses después y llamar a licitación con empresas privadas internacionales. Menem privatizó el control de la hidrovía y los puertos hace casi treinta años.

El 27 de Noviembre se publicó el Decreto 949/20 llamando a licitación internacional en los términos que reclaman las multinacionales. Fernández miente cuando dice que su promesa era llamar a nueva licitación y no prorrogar a las concesionarias actuales que vienen desde Menem. Lo que estaba planteado era recuperar el control estatal, nacional y provincial, sobre el Paraná y que las cargas dejaran de pasar por Montevideo. Lo que no puede confesar es que no está dispuesto a dar marcha atrás en una de las conquistas neoliberales más importantes contra la Nación. El diario La Nación, vocero de las multinacionales y la oligarquía terrateniente, y el titular de la Bolsa de Cereales de Rosario entendieron muy bien el significado del cambio de posición del Presidente y salieron a saludar la medida.

Dice La Nación: “Se trata de la principal conexión de la producción de la Argentina, Paraguay, Bolivia, Uruguay y el noroeste de Brasil con el mundo a través del océano Atlántico. Por esta vía circula más del 90% de la mercadería transportada en contenedores (Puerto de Buenos Aires y Terminal Dock Sud); la carga de la industria automotriz (Puerto de Zarate); de la industria metalúrgica, en particular su producción siderúrgica; la gran mayoría del transporte de pasajeros; un gran porcentaje de las operaciones de cabotaje y transbordo de cargas. Es una de las vías centrales de transporte de gas natural, petróleo crudo y productos refinados… La continuidad de la figura de la concesión es un “alivio” para los operadores”.

El Presidente de la Bolsa de Cereales declaró: “El decreto es interesante, porque deja de lado un montón de cosas de las cuales se hablaba y apunta un poco a todo lo que hemos venido pregonando que debe ser. Más claro, agua.

Una semana antes de que saliera el Decreto Alberto Fernández había participado del acto del Día de la Soberanía, en el Monumento a la Batalla de Vuelta de Obligado, en San Pedro. A 175 años de aquella batalla. Una burla, pura hipocresía.

Dijo, en su discurso: “… y parece que por momentos estamos viviendo y luchando por las mismas razones que se luchaba en aquel entonces… en aquel entonces las potencias del mundo, las potencias europeas, bregaban con los mismos argumentos que hoy, bregaban por la idea de que la libertad de comercio debía ser garantizada y debía todo el resto del mundo someterse a sus lógicas… la historia sigue siendo siempre la misma, y sigue siendo hoy, detrás de la argumentación del libre comercio se esconde un sistema de sometimiento, donde algunos elaboran lo producido y nos venden lo industrializado y nosotros parecemos condenados a seguir viviendo de la producción primaria”.

El peronismo ha abandonado sus banderas históricas. Reivindica de palabra la defensa de la soberanía nacional y acontecimientos históricos como la Vuelta de Obligado y en los hechos entrega la soberanía. El peronismo está expresando a una burguesía antinacional, corrupta, saqueadora, que no tiene retorno. Las tareas históricas que alguna vez tibiamente formuló, de terminar con la oligarquía terrateniente, independizar la Nación, desarrollar la industria, sólo podrán ser cumplidas por la clase obrera en el poder, acaudillando a todos los oprimidos.

 

(nota de MASAS nº387)

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