El negocio de la carne muestra cómo funciona toda la burguesía para evadir y contrabandear

El astronómico aumento del precio de la carne y la fuerte caída de su consumo al nivel más bajo en un siglo, son claras demostraciones de la pérdida del poder adquisitivo de nuestro salario. La carne se convirtió en el centro de la bronca popular ante la inflación imparable y obligó al gobierno a tomar algunas medidas para tratar de negociar con los empresarios del sector una baja del precio de los cortes populares.

Una medida fue suspender las exportaciones por 30 días. Otra medida fue un operativo de control impositivo sobre la actividad de los frigoríficos que da cuenta de un sinnúmero de irregularidades.

Detectaron maniobras ilegales en el 90% de los frigoríficos. Los 154 frigoríficos más grandes del país fueron controlados (un 40% del total de frigoríficos del país y un 72% de la carne vacuna faenada, por lo tanto se trata de una muestra muy representativa). Declaran compras y ventas por debajo de su precio, usan facturas truchas y matarifes que no existen, ocultan operaciones, etc. para fugar, para pagar menos impuestos.

Analizando la cadena de las carnes, su procesamiento y comercialización, la AFIP detectó un grupo de matarifes que recurre a sociedades y personas sin capacidad operativa ni económica real para desarrollar sus actividades. En los últimos tres años, este grupo adquirió y llevó a faena 582.000 cabezas de ganado.

Estos matarifes, al carecer de establecimientos propios, actúan como “usuarios de servicios de faena” en instalaciones de terceros, en frigoríficos formales que contratan. La AFIP sospecha que esos matarifes sin capacidad económica, que eluden las registraciones formales, son una pantalla para otros frigoríficos que operarían a través de este mecanismo, triangulando las compras y las ventas para evadir impuestos.

Una parte de las maniobras consiste en el desvío hacía operaciones ilegales de exportación para obtener los mejores precios, evadir impuestos y pago de derechos de exportación y evitando liquidar divisas en el mercado oficial. Excedente de divisas que pueden vender en el mercado paralelo obteniendo ganancias extraordinarias.

19 frigoríficos fueron denunciados por operaciones fraudulentas en exportaciones de carne, “declararon mercadería en forma incorrecta con el objetivo de reducir la carga tributaria y subfacturar ventas”. Se declaraba exportar “hueso y carne no apta para consumo”, y en realidad se trataba de envíos de alimentos aptos para consumo humano.

El Consorcio de Exportadores de Carnes (20 frigoríficos nacionales y extranjeros que dominan el negocio), reconoce que de sus plantas sale el 85% del producto de origen vacuno que se exporta y que es suyo el 50% de las exportaciones y los restantes 35 puntos son producto de la faena para terceros, revelando su relación con los principales matarifes.

Estas operaciones muestran el daño económico que provocan estas empresas, prácticas que son comunes en todos los rubros, desde las pymes hasta las grandes empresas. Hay daños adicionales como por ejemplo eludir los controles sanitarios indispensables para los alimentos y fundamentalmente la informalidad y precarización en el empleo en las distintas etapas de la cadena productiva, con pagos de complementos de salarios no registrados y subdeclaración de los horarios de trabajo.

Es de importancia estudiar toda la información que surge de estas investigaciones porque nos ayuda a entender la cadena de producción y comercialización, todos los actores y sus mecanismos para apropiarse de la mayor cuota de plusvalía.

¿Cuál es la conclusión de toda esta investigación? El carácter parasitario, evasor, fugador de divisas y antinacional de la burguesía, que no podrá ser modificado.

El monopolio estatal del comercio exterior permitirá decidir qué se exporta, en qué cantidades, a quién, a qué precios, terminando con el contrabando, la subfacturación de exportaciones (en precios o en cantidades), liquidando las divisas inmediatamente.

Una medida que tiene que ser combinada con la apertura de libros y control obrero sobre la producción y distribución de mercancías. Y con la estatización del sistema bancario. Ningún gobierno que defienda los intereses de la gran propiedad privada en los medios de producción está dispuesto a tomar esas medidas esenciales.

 

(nota de MASAS nº395)

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