El gobierno pretende organizar la economía según las pretensiones de las multinacionales y el pago de la deuda externa

Ante un reclamo de la provincia de La Rioja de participar en el cobro de las regalías e impuestos que generará el proyecto Josemaría en San Juan el gobierno nacional le responde: “si la decisión política es el desarrollo de su potencial minero debiera pensarse en aprovechar la experiencia de las provincias que han hecho de la minería una política de Estado y, en este caso, constituir un Polo de Desarrollo Productivo Minero Regional entre San Juan y La Rioja”. Dicho por el secretario de Minería, Alberto Hensel.

Josemaría es un proyecto minero de cobre y oro localizado en el extremo noroeste de la provincia, sobre la cordillera frontal a 4.295 metros sobre el nivel del mar, 410 kilómetros al norte de la capital de San Juan y 10 kilómetros de la frontera con Chile.

Dice que la creación del Polo “permitiría la diversificación de la matriz productiva, el desarrollo de la cadena de valor y los servicios compartidos, la consolidación de infraestructura y el incremento de las exportaciones de bienes y servicios”. Está diciendo con claridad que el objetivo es exportar y que se invertirá en infraestructura lo que necesiten las mineras: proyectos que son “fuertes demandantes de caminos, redes eléctricas, reparaciones, provisión de bienes, insumos y productos”.

Como si fuera el patrón de estancia, Hensel le responde: “El planteo del gobernador de La Rioja altera el orden jurídico minero, en tanto es un proyecto desarrollado en territorio sanjuanino sobre la base de decisión política, políticas de Estado, esfuerzo, promoción internacional y búsqueda de inversores realizado íntegramente y desde hace muchos años por el gobierno de San Juan”. Está diciendo que San Juan es un buen alumno que se ha disciplinado y abre las puertas al saqueo, y que La Rioja debe seguir ese camino.

Las multinacionales deciden qué quieren saquear y exigen que se invierta en infraestructura para facilitarles la operación. El objetivo es la exportación, no la provisión a la industria local. Cuando habla de industria local se refiere a las que serán parte del proyecto extractivista.

El gobierno se muestra sometido a las imposiciones del capital financiero y plantea los negocios siguiendo esa orientación.

Repetimos: la clase obrera tiene otro proyecto, planificar la economía organizando la explotación minera en función de las necesidades del desarrollo industrial, no al revés. Y las mineras deben ser estatales, se trata de recursos estratégicos. Hay que terminar con el chantaje a las provincias, ahogándolas financieramente, para después imponerles que acepten entregar los recursos mineros. Ese fue el objetivo de las provincialización: gobiernos débiles, sin recursos, a los que se puede imponer más fácilmente las condiciones de saqueo.

 

(Nota de MASAS nº401)

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