Paraguay: Manifestación exige veto de la ley que criminaliza las ocupaciones de tierras y predios

El día 29, una manifestación de campesinos e indígenas en la capital paraguaya, Asunción, terminó con decenas de heridos y enfrentamientos en varios barrios de la ciudad. Un agente de policía fue alcanzado por una flecha.

La manifestación fue motivada por la aprobación, por parte de la Cámara de Diputados, de una modificación de la ley, que aumenta la pena para quienes ocupen propiedades privadas. Para entrar en vigor, la ley debe ser firmada por el Presidente de la República, Mario Abdo Benítez. El movimiento reclama el veto y mantendrá las movilizaciones si en 48 horas la ley no es retirada por Abdo Benítez.

«Lo que se quiere es proteger la propiedad privada, para que la gente que quiera trabajar tenga la seguridad de que su propiedad no será invadida», dijo el senador Enrique Bachetta, del mayoritario Partido Colorado. Esto es lo que realmente pretende la ley, y afecta a los campesinos e indígenas.

Esto, porque la cuestión de fondo se remonta a los tiempos de la dictadura militar, cuando se entregaron grandes porciones de tierra a los grandes terratenientes y a los más cercanos al gobierno, dos tercios de las tierras de su «reforma agraria» fueron entregadas a estos elementos. Desde entonces, los campesinos e indígenas han utilizado el método de ocupación para recuperar sus tierras. Ahora pretenden convertirlos en criminales por ello.

La policía nacional recibió la orden de identificar a los manifestantes que atacaron a los agentes de policía y quemaron vehículos para reprimirlos con dureza.

El Ministro de Agricultura ha intentado calmar la situación, llamando a la cordura y al diálogo. Sabe que será difícil silenciar a los campesinos e indígenas sólo con la represión.

La agricultura campesina e indígena es una característica fuerte en Paraguay, resultado de su desarrollo desigual y combinado. No hay forma de que los indígenas y los campesinos sobrevivan fuera del cultivo de la tierra. Y son cada vez más necesarios, dado el atraso del país, que sufre las consecuencias de la descomposición del capitalismo mundial.

Es necesario llevar al movimiento indígena y campesino a la unidad con los sectores urbanos, en una lucha nacional de masas por reivindicaciones comunes, que chocan con los intereses de la burguesía y el imperialismo. La defensa de la unidad entre los obreros, pequeña burguesía empobrecida e indígenas, de forma independiente de la burguesía, de su Estado e instituciones, depende de la construcción del partido revolucionario.

 

(POR Brasil – MASSAS 648)

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