Alberto Fernández cierra el acuerdo antinacional con el FMI, entregándole el comando de la economía

Solo la clase obrera con sus métodos y su política puede derrotar al FMI y los gobiernos serviles

1) Todas las cámaras empresarias de los sectores más poderosos de la economía han celebrado con toda rapidez el acuerdo del gobierno con el FMI. Este es el indicador más importante de que este acuerdo es contra la Nación y contra los oprimidos

2) ¿Qué significa el acuerdo logrado con el FMI?

Se ha reconocido la totalidad de una deuda fraudulenta que ya se estaba pagando. Pagó el 28 de enero 718 millones de dólares y pagará el 1° de febrero 368 millones. El 21 de marzo pagará 2800 millones de dólares, que sumarán a los más de 5 mil millones de dólares pagados en 2021.

El reconocimiento y pago de esta deuda fraudulenta muestra el carácter colonial del país en su relación con el imperialismo, con el capital financiero. Es el sometimiento del gobierno, el Congreso y la Justicia a los dictámenes imperiales, acompañados también de toda la burocracia sindical.

3) Aunque lo presentan como un “acuerdo razonable” como “el mejor que se podía lograr”, el FMI impuso sus condiciones. El gobierno fracasó en sus pretensiones de pedir 20 años para pagar, que reduzcan las tasas usurarias que cobran, ni siquiera pudieron acordar llegar al “déficit cero” en el 2027.

4) ¿Quién pagará esta deuda fraudulenta? ¿Los que se beneficiaron? ¿Los que se fugaron todos esos dólares? ¿Los parásitos especuladores? NO, la pagaremos los de siempre, ya que los pagos saldrán del presupuesto nacional. Dineros que debían destinarse a industrializar el país, a resolver los problemas más urgentes de la población.

5) Las mentiras de las promesas del gobierno. Decían que no se pagaría la deuda sobre el hambre y la miseria de nuestro pueblo. Se están pagando miles de millones de dólares en un cuadro dramático de pobreza, miseria, desempleo. El acuerdo menciona subir el gasto social “moderadamente” esto quiere decir muy por debajo del crecimiento de la economía, será subir “el gasto real” destinando un porcentaje cada vez menor del PBI.

6) El acuerdo establece la intervención permanente del FMI revisando todas las políticas del gobierno cada tres meses y pudiendo decidir dejar al país en default en cualquier momento si no se cumple con lo acordado. Ya conocemos cómo actúan estas misiones de control. El verdadero comando de la economía ha pasado a manos del FMI.

Si el gobierno cumple con todo lo acordado, ante cada vencimiento de cada cuota el FMI prestará el importe pagado para que no se reduzcan las reservas, importes que deberá pagar más adelante más sus intereses.

7) Todavía no se terminó de negociar la totalidad del acuerdo, que sigue en discusión y que deberá contar con el acuerdo del FMI y del Congreso Nacional.

8) Los ajustes que se vienen: El gobierno dice que no habrá ajustes para llegar al déficit cero en el año 2025. Pero ya anuncia que aumentarán las tarifas de los servicios públicos para reducir los subsidios. El acuerdo con el FMI obligó al gobierno a reducir el déficit previsto en el presupuesto de este año del 3,3% al 2,5%. El déficit previsto se debe reducir en casi 9.000 millones de dólares entre este año y el próximo. Esa es la magnitud del ajuste adicional al que se viene aplicando a la mayoría desde hace años y que se expresa en pobreza y desocupación.

Dice que “se mantendrán los derechos de los jubilados”, sí, el derecho a cobrar una jubilación de indigencia. ¿Qué forma tiene el ajuste contra los jubilados? En solo un año se ha reducido el porcentaje del PBI destinado al pago de las jubilaciones en 0,50%.

9)El gobierno dice que no habrá reformas estructurales. Es cierto, dejará en manos de las multinacionales y de los grandes capitales todas las empresas y recursos de los que se apropiaron. Con gran hipocresía dice que “no habrá nuevas privatizaciones”, como si quedara algo por privatizar. No se terminará con todas las formas de precarización laboral. No se dará un solo paso en la industrialización del país.

No se propone meter mano en el bolsillo de los grandes capitalistas para reducir el déficit fiscal que prometió. Se compromete a que el poder adquisitivo perdido por los salarios y las jubilaciones no se recuperen.

10) El gobierno dice que mantendrá el cepo y las medidas de controles de capitales. Es otra gran hipocresía. No ha podido controlar la salida de divisas. De los importantes saldos del comercio exterior no ha podido retener un solo dólar en las reservas.

11) El Congreso aprobará este monumental acto de corrupción y entrega porque las cámaras empresarias aplauden y celebran el acuerdo, ellos son quienes más han presionado para que se cierren las negociaciones, y el Congreso está a su servicio.

12) El acuerdo establece las mismas recetas monetaristas de siempre para enfrentar la inflación, recetas que ya fracasaron. Medidas que tienen efectos más recesivos porque prácticamente elimina el crédito para la producción. Elevar la tasa de interés por encima de la inflación mejora los negocios del capital financiero y al mismo tiempo obliga al gobierno a tomar deuda de la banca privada, que deberá pagar a esas tasas, que generarán un mayor déficit de presupuesto. El FMI vigilará que el Banco Central deje de financiar al gobierno.

La clase obrera, los oprimidos debemos tomar en nuestras manos la defensa de la soberanía nacional, independizarnos de la tutela imperialista, en defensa propia, por nuestras condiciones de vida y de trabajo gravemente amenazadas por el capitalismo en profunda descomposición. Debemos pelear por el salario y la jubilación, por trabajo para todos, por presupuestos para educación y salud que sean suficientes, por el derecho a la vivienda, con nuestros propios métodos. La burguesía es una clase decadente de rodillas ante las exigencias del capital financiero, incapaz de defender la soberanía nacional. Buscan enterrar nuestros reclamos, nuestras necesidades más urgentes y condenarnos a seguir soportando estas condiciones. La clase obrera debe independizarse políticamente, recuperar sus organizaciones sindicales para la lucha, arrancarlas de la tutela del gobierno fondomonetarista. Sólo la clase obrera con sus métodos y con su política puede derrotar al FMI y los gobiernos serviles. Es necesario preparar esa gran lucha de clase contra clase. Hay que debatir y organizarse en cada taller, en cada fábrica, en cada barrio contra este gobierno que voluntariamente ha entregado el comando de la economía al FMI, demostrando su absoluta incapacidad para representar los intereses de la nación oprimida y que su único programa es el sometimiento a las exigencias del amo imperial.

 

Fuera el FMI, rechazamos su presencia, su tutela colonial.

Hay que desconocer toda la deuda externa, no debe pagarse.

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