La política del gobierno es impedir que los trabajadores recuperen el poder adquisitivo perdido en los últimos años

El gobierno repite todo el tiempo que busca que los trabajadores empaten la inflación o recuperen algún punto. Se desentiende de la fuerte pérdida salarial de los años anteriores. El retroceso del salario real es una de las conquistas de los capitalistas que debe preservar. Las direcciones sindicales, integradas a la política oficial repiten su discurso.

La gran mayoría de los trabajadores sigue perdiendo poder adquisitivo. Los trabajadores en negro y precarizados perciben menores ajustes que los formalizados. Recordamos que el Salario Mínimo Vital y Móvil para febrero llegará a $33.000, una quinta parte de lo que cuesta la canasta familiar ($153.000). Sólo un sector minoritario de los trabajadores formalizados, bajo convenio, tiene salarios que cubren el costo de la canasta familiar. La gran mayoría de los convenios que muestran un “empate” con la inflación o superarla por un poquito omiten señalar que la comparación no debe realizarse con la inflación oficial sino con el crecimiento de los precios de los artículos y servicios que realmente consumen los trabajadores. Se verifica constantemente que el precio de los artículos de primera necesidad y los alquileres crecen muy por encima del promedio de la inflación.

El gremio papelero conquistó con una lucha nacional un ajuste salarial del 52,75% anual a febrero más un bono, sin embargo el salario mínimo de convenio no llega a cubrir el 60% de la canasta familiar. Baradel de Suteba celebró el 54% de ajuste y el bono, pero el salario inicial docente no alcanza el 50% de lo que cuesta la canasta. Y así se repite con la gran mayoría de los convenios. La difusión de porcentajes pretende ocultar la miseria salarial que percibe la gran mayoría.

Nuestra referencia siempre es el costo de la canasta familiar, que es lo mínimo que debe percibir un trabajador para poder vivir como persona. Es fundamental realizar una campaña para exigir ese salario como mínimo para todos los trabajadores sin excepción. La burguesía se apoya en la enorme desocupación y precarización laboral para seguir empujando los salarios a la baja, y se apoya también en las divisiones entre los sindicatos donde cada cual pelea por la suya sin encarar una acción de conjunto, se apoya también en que los sindicatos no se ocupan de los trabajadores en negro y precarizados que son la mayoría de los trabajadores. Todas esas divisiones y mezquindades deben ser superadas y establecer una lucha unitaria, de conjunto, para arrancar a la burguesía el salario que nos corresponde.

 

(nota de MASAS nº409)

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