China ¡Viva la lucha de los obreros de Foxconn!
Los obreros de la fábrica de iPhones de Foxconn, situada en Zhengzhou (provincia de Henan, China), se levantaron en una lucha radicalizada contra la dirección de la empresa. El detonador fue el anuncio por parte de la fábrica de que dejaría de pagar los bonos que había prometido. Para empeorar las cosas, los obreros fueron confinados en viviendas que, entre otras cosas, estaban contaminadas por Covid.
La fábrica de Foxconn en Zhengzhou es la mayor planta de iPhones del mundo. Emplea a unos 200.000 trabajadores y produce más del 50% de toda la producción mundial de iPhones de Apple. La planta cuenta con incentivos fiscales del gobierno local y central, y está situada cerca del aeropuerto internacional, lo que facilita la exportación de los productos. También se ha construido una ciudad dormitorio en el recinto de la fábrica para los más de 200.000 trabajadores.
El conflicto comenzó cuando los trabajadores, el 23 de noviembre, se dirigieron a la dirección de la empresa para exigir explicaciones sobre la suspensión de las primas. Los encargados, en lugar de presentarse, llamaron a la policía. Un fuerte aparato de represión se trasladó a la zona de la planta, con policías vestidos de blanco anti-COVID, porras, escudos y gases lacrimógenos para reprimir el movimiento. Los obreros no se dejaron intimidar y las masas lograron valientemente resistir la represión y expulsar a los policías de la fábrica.
Finalmente, la multinacional norteamericana se vio obligada a dar marcha atrás. La huelga, al parecer, logró lo que los obreros reclamaban. El resultado fue una importante victoria. Es con el método de la acción directa, la unidad colectiva y la voluntad de resistir a la violencia de la patronal, que los asalariados se defienden de la explotación capitalista, y avanzan en su organización independiente. Es muy probable que el gobierno, regido por el Partido Comunista Chino, burocratizado hasta el tuétano, haya interferido para hacer retroceder a la empresa. La sobreexplotación generalizada de la mano de obra tiende a potenciar el instinto de rebelión de millones de chinos, víctimas del proceso de restauración capitalista.
La lucha de los obreros de Foxconn es una gran lección para el movimiento obrero. Cuando la clase obrera se une, es capaz de resistir la represión y luchar por sus reivindicaciones. Lo que podemos ver en esta primera jornada de lucha es que, ante el agravamiento de la explotación capitalista, la clase obrera es capaz de reaccionar con sus propios métodos, saltándose, aunque sea momentáneamente, el aparato del Partido Comunista de China y el aparato burocrático y represivo del Estado. El hecho de que se haya producido en la mayor fábrica de iPhone del mundo, tercerizada de la multinacional estadounidense Apple, tiene un peso importante para los obreros de todo el mundo.
La clase obrera ha demostrado una gran voluntad de lucha. Recientemente hemos visto huelgas en Europa contra el aumento del coste de la vida. Sin embargo, la ausencia de direcciones revolucionarias aparece como un obstáculo para que estos fuertes movimientos obreros se conviertan en un puente hacia la estrategia de la revolución proletaria. Esta disposición de lucha de los trabajadores chinos atestigua una vez más la necesidad de reconstruir el Partido Mundial de la Revolución Socialista, la IV Internacional.
Sin duda, el PC chino y la burocracia estatal utilizarán todos los mecanismos de represión para acabar con el movimiento y perseguir a los jóvenes dirigentes. Es necesario que los partidos, sindicatos y movimientos se levanten por la solidaridad internacional y por la victoria de los obreros de Foxconn. Parte de esta lucha es el compromiso de organizar a los explotados de cada país en torno a las exigencias y la estrategia de la revolución proletaria internacional.
¡Toda la solidaridad con la lucha de los obreros de Foxconn!
(POR Brasil – Masas nº678)
