Las elecciones buscan legitimar la dictadura del capital

Las elecciones burguesas son el terreno donde las distintas fracciones de la clase dominante, la burguesía, se disputa el control del aparato del Estado. Pero el poder no está en la Casa Rosada, ni en el Congreso. El poder lo tienen los grandes empresarios, los dueños de todo: de las fábricas, de las tierras, de los bancos, de las minas. Son una pequeña minoría, menos del 1% de la población. A ellos no los vota nadie. Son esos señores los que mandan a hacer las leyes y cuando alguna no les conviene la rechazan o simplemente no la cumplen.

Por eso, gane quien gane, gobernarán para ellos. La democracia que conocemos es una forma de la DICTADURA DEL CAPITAL, y las elecciones la forma en que buscan legitimar la explotación de la clase obrera.

En estas elecciones el Partido Obrero Revolucionario no presenta candidatos. Si lo hiciéramos, sería para decir esto y no otra cosa. Por eso llamamos a anular el voto con la política revolucionaria del proletariado. La independencia política de la clase obrera se concentra en su propia estrategia histórica: la revolución y dictadura proletarias, la transformación de la gran propiedad privada de los medios de producción en propiedad colectiva, la construcción de la sociedad comunista.