Provocaciones, amenazas y ataques de EE.UU. sobre Latinoamérica
RESPONDER PONIENDO EN PIE EL FRENTE UNICO ANTIIMPERIALISTA EN NUESTROS PAISES
Solo la clase obrera unida y organizada, con su propia estrategia, sus propias organizaciones, con sus métodos de lucha y su programa puede acaudillar a la mayoría oprimida y derrotar la ofensiva imperialista.
Declaración del CERCI
Es la expresión de su agresiva política internacional queriendo imponer las condiciones del comercio mundial por medio de la guerra comercial imponiendo elevadas tarifas (aranceles) a las importaciones, rompiendo todos los acuerdos de las últimas décadas. Y todo tipo de sanciones y presiones económicas para someter a la mayoría de los países inclusive hasta sus socios más cercanos. Su objetivo más importante es doblegar a China, cortarle los suministros, su avance en el comercio mundial, sus rutas de abastecimiento y distribución. La agudización de estos conflictos potencia las tendencias bélicas, que las guerras se sigan extendiendo y profundizando. EEUU quiere recuperarse del retroceso de su economía, de su estancamiento, endeudamiento, déficits y parasitismo. Quiere imponer unilateralmente sus condiciones a todo el mundo, restablecer su poder hegemónico tratando de disciplinar a las semicolonias y también a países imperialistas. Prepara las condiciones para una guerra contra China.
Desde hace unas semanas EEUU despliega buques cerca de Venezuela en el Caribe. Se denomina ‘Plan Nacional de Soberanía y Paz’, activado en el marco de sus acciones “contra el narcotráfico”. Siete naves de guerra, junto con un submarino nuclear de ataque rápido, con más de 4.500 marineros y fusileros navales. Duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Maduro, a quien acusa de «violar las leyes de Estados Unidos sobre narcóticos». «El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cartel del narcotráfico. Maduro no es un presidente legítimo. Es el líder fugitivo de este cartel. Ha sido acusado en Estados Unidos de tráfico de drogas a nuestro país», dice Karoline Leavitt vocera de la Casa Blanca. Dice que varios países de Latinoamérica apoyan la medida. Busca derrocar al gobierno venezolano aunque en sus declaraciones también diga que no habrá intervención.
Interviene abiertamente sobre Brasil para cambiar su Gobierno. Ataca directamente al Poder Judicial reclamando el fin de los procesos contra Bolsonaro. Exige que sus leyes prevalezcan sobre las de Brasil. Le impone aranceles brutales. Busca alinear completamente al país en su Guerra Comercial contra China y romper la alianza de los BRICS. Acatar sus exigencias supone una importante destrucción de fuerzas productivas. Se trata de una injerencia directa en la política interna brasilera, en sus instituciones.
Tropas de EEUU se instalaron en Panamá hace 3 meses, para entrenarse, con acuerdo del Gobierno, en nombre de “proteger” el Canal Bioceánico y bloquear la presencia China. Un navío de guerra atracó en el Canal, destinado a “atacar los carteles de droga” latinoamericanos y sumarse a la flota que actúa en la región.
Antes planteó alquilar u ocupar Groenlandia, interesado en sus tierras raras y en posición en el Ártico. También anexarse Canadá. Canadá y México, son sus socios en el actual T-Mec, socios comerciales desde hace más de 30 años. Contra ellos descargó una fuerte ofensiva arancelaria, haciéndolos responsables del ingreso de migrantes y del ingreso de fentanilo.
En Argentina actúan como si fueran sus dueños, interviniendo en la Justicia, en el Congreso, sobre las políticas migratorias, sobre la intervención de las fuerzas armadas en la represión interna, sobre la estructura impositiva del país, la reforma laboral que quieren hacer, y fijando el calendario para que salgan las leyes. Apoyan a Milei con miles de millones de dólares para que no se caiga. Decidieron la proscripción de Cristina Kirchner en las actuales elecciones. Y exigen que se rompan los acuerdos con China, “con ellos nada de nada”. Ocupan con la OTAN las Islas Malvinas como base estratégica de control sobre la Antártida y el paso hacia el Pacífico.
Así, en todos los países. El nuevo jefe del Comando Sur de EEUU Alvin Holsey dice buscar una alianza con todos los países para combatir el tráfico ilícito de drogas, armas, mercancías, fauna silvestre y personas, a la par que cuestiona la influencia China como una “amenaza para nuestros pueblos”. “Líneas marítimas vitales de comunicación, como el estrecho de Magallanes y el paso de Drake funcionan como cuellos de botella estratégicos que podrían ser utilizados por Partido Comunista de China para proyectar poder, interrumpir el comercio y desafiar la soberanía de nuestras naciones o la neutralidad de la Antártida”.
El intervencionismo tiene historia, somos su “patio trasero”. Quieren volver a la doctrina Monroe que tiene 200 años, que consideraba a toda América como su territorio, rechazando la intervención de países europeos. No olvidamos su intervención detrás de los golpes militares, de las masacres de cientos de miles en el Continente. Son el principal bloqueo al desarrollo de las fuerzas productivas. Hoy rechaza abiertamente los negocios y acuerdos con China, sus inversiones, su avance en todos los países.
Por un lado quiere romper las relaciones con China que han crecido de forma extraordinaria en las últimas décadas en nuestro Continente y por otro asegurarse para sí mismo la provisión de materias primas, saqueando nuestros recursos. Ahora vienen con la bandera del narcotráfico y el terrorismo, metiéndonos de lleno en su guerra comercial.
Esta ofensiva brutal es parte de su intervención en todo el mundo. El mayor crimen es el genocidio contra el pueblo palestino, la intervención terrorista de Israel sobre Siria, Líbano, Yemen, buscando expandirse con el apoyo financiero, político y militar de EEUU. Sin su apoyo directo no podría sostenerse. Ese es el papel desde hace más de 70 años. Recientemente bombardeó las instalaciones nucleares en Irán junto con Israel, un hecho de extrema gravedad. Fue EE.UU. quien dispuso el cerco militar sobre la Federación Rusa, quien provocó expresamente la guerra en Ucrania, financió y armó esa guerra, utilizó a Ucrania como carne de cañón y la dirigió desde su base en Alemania. Ahora dice que quiere retirarse ante el fracaso del objetivo y la necesidad de concentrar fuerzas contra China. Asi, Trump pretende imponer una paz que proteja, sobre todo, los intereses del imperialismo norteamericano
La base de toda esta ofensiva comercial y militar es la crisis extraordinaria de EEUU, su estancamiento, sus déficits presupuestarios y comerciales, el endeudamiento más grande del mundo y sus intereses, no haber podido cerrar la crisis de 2008/9 cuyas consecuencias se hacen sentir fuertemente, la inflación. Los capitales están buscando las formas más parasitarias para sostener sus ganancias entre ellas el creciente armamentismo de las potencias, que se consumen una porción cada vez más grande sus presupuestos y en sí mismos son destrucción de fuerzas productivas. La inversión extranjera directa retrocede en todo el mundo. Los choques entre las potencias y dentro de EE.UU. expresan también esta fenomenal crisis.
Defender incondicionalmente a Venezuela, a Panamá, Groenlandia, Brasil. Es necesario rechazar y derrotar la ofensiva imperialista.
Las burguesías locales son incapaces de defender la soberanía de nuestros países, buscan acomodarse y negociar, cediendo al ataque. Fracciones poderosas de esas burguesías son partidarias de la subordinación total a la orientación de EEUU potenciando a las derechas. No importan las excusas que se utilicen, sea narcotráfico, terrorismo o corrupción. No hay independencia real de nuestros países.
La clase obrera y la mayoría oprimida deben reaccionar ante esta ofensiva imperialista con su programa, con sus propios métodos de lucha. Los sindicatos, movimientos, corrientes políticas que defienden la soberanía nacional deben responder a este ataque, convocando a reuniones y asambleas, estructurando en nuestros países un frente único antiimperialista. Es de fundamental importancia la unidad en nuestros países y responder de conjunto en toda Latinoamérica para frenar y derrotar esta ofensiva. Las masas luchan, responden a los ataques como pueden, con lo que tienen, pero tienen que desembarazarse de las direcciones traidoras, conciliadoras, que bloquean su intervención.
Debemos imponer el rechazo a las imposiciones norteamericanas; defender la soberanía de nuestros países, expropiación, nacionalización y estatización de las multinacionales, del capital financiero; imponer el control obrero de la producción; la defensa de los empleos, salarios, jubilaciones y derechos laborales; expropiación de los capitalistas que apoyan la ofensiva de Trump; la creación de tribunales populares para investigar, juzgar y castigar a las fuerzas políticas que sirven al imperialismo.
La clase obrera debe resolver su crisis de dirección revolucionaria, necesita poner en pie partidos marxleninistas trotskistas en todos los países como parte del Partido Mundial de la Revolución Socialista que debemos reconstruir, la IV Internacional. Llamamos a la vanguardia con conciencia de clase a sumarse a esta tarea histórica impostergable.
31 de agosto de 2025
