Masas n°349
Los nuevos tarifazos son un saqueo al bolsillo popular.
El de electricidad llega al 55% en el año. Siempre y cuando no haya más devaluaciones en el año, si las hay, como las tarifas están dolarizadas, harán nuevos ajustes.
Estos tarifazos se trasladan a todos los precios de la economía, multiplicando la infl ación, destruyendo aún más nuestro poder adquisitivo. El gas, la electricidad, los combustibles son parte del costo de las empresas, que inciden sobre la formación de los precios. El Gobierno, desde el principio, ha aplicado una política de ataque a las condiciones de vida y de trabajo de la población y de benefi cio a los sectores más concentrados de la economía. Las empresas vinculadas a la energía tienen ganancias extraordinarias, la mayoría son multinacionales.
No solo aumentan los servicios para eliminar subsidios, se aumentan para aumentar en forma extraordinaria sus ganancias. Se les asegura precios en dólares que duplican o triplican lo que se paga en el resto del mundo, pese a que la mayor parte de lo que se consume se produce en el país. El FMI ordena seguir con esta política para asegurar que queden dineros del presupuesto para poder pagar los intereses y las deudas que ya son impagables.
Como se ha demostrado hasta ahora el Congreso es totalmente impotente para detener este saqueo. No hay ley que detenga al Gobierno y las multinacionales. Tampoco la Justicia. De nada valen las denuncias, presentaciones, amparos, etc. Van todas a la basura.
Los legisladores y los gobernadores que se dicen opositores han hecho todo lo posible para que el Gobierno pueda aplicar esta política antinacional y antipopular.
El único camino para detener este saqueo es la acción directa de masas. Ganar las calles una y otra vez, con marchas, movilizaciones, cortes, actos y fundamentalmente exigiendo que las centrales sindicales
paren el país hasta derrotar esta política. Es necesario también organizarse en los barrios para impedir los cortes. Los dirigentes sindicales que han pactado con el Gobierno y el FMI dejar pasar todos los ajustes deben ser expulsados del movimiento obrero. Ellos están defendiendo los intereses de las multinacionales y los bancos. El paro de 36 horas que se iba a realizar en Diciembre fue suspendido. ¿Le consultaron a los trabajadores? No. Solo al Gobierno.
Los politiqueros ya se han metido dentro de las urnas y tampoco quieren hacer ruido, no quieren sacar los pies del plato. Mucha denuncia, pero solo eso. No dicen que debemos ganar las calles, ni mucho menos qué medidas hay que tomar para pararle la mano al Gobierno. Ni qué medidas urgentes deben ser tomadas para salir del desastre de la economía. Sólo verso.
Mienten los que dicen que esto se soluciona votando, o con leyes o haciendo constituciones. O haciendo reclamos a la Justicia. No es en el terreno de la burguesía que se encontrarán las respuestas. ¡Para terminar con Macri y su política hace falta la más amplia unidad, para luchar!
Hace falta una política de otra clase. La única clase que tiene el programa capaz de terminar con este desastre y destrabar las fuerzas productivas, solucionando de raíz todos los problemas. La burguesía, con sus partidos y sus instituciones son absolutamente incapaces de hacerse cargo de resolver los grandes problemas, por su incapacidad, cobardía y entrega.
– Se deben derogar todos los tarifazos
– Elevar salarios y jubilaciones para que alcancen como mínimo a lo que cuesta realmente la canasta familiar;
– Estatizar el gas y el petróleo, y todas las empresas de energía, desde la exploración hasta la distribución; bajo control obrero colectivo;
– Estatizar todos los servicios de transporte, de trenes y colectivos, ¡basta de subsidios!¡Basta
de tarifazos!