LAS MEDIDAS ECONÓMICAS QUE LANZÓ EL GOBIERNO NO RESUELVEN LA GRAVE CRISIS QUE SE VIVE

El gobierno se vio obligado a tomar algunas tibias medidas económicas para tratar de que no se profundice la recesión. No es el coronavirus. Es la parálisis que ya tenía la economía debido que el gobierno privilegió toda la negociación con los acreedores externos respetando sus lineamientos, para pagar la deuda externa. Esta constatación de que la economía seguía retrocediendo, que impacientaba incluso a su propia base electoral, lo llevó a tomar algunas medidas limitadas que no resuelven ninguno de los problemas más graves de la economía, ahora en jaque también por las medidas de cuarentena

 

Apostaba a que los hidrocarburos y la minería pondrían en movimiento la economía generando los dólares para pagar la deuda. La brutal crisis mundial le dio un portazo en la cara y lo empuja a explorar otras vías para poder enfrentar la crisis. La expansión de la minería quedó trunca por la formidable respuesta popular

 

La caída del PBI será extraordinaria. Las medidas recientes apenas si alcanzan para sobrevivir a un sector de la población y apenas si podrán lograr mover lentamente la economía.

 

El gobierno no da respuesta a la cuestión salarial. La gran mayoría de los trabajadores activos y pasivos no alcanzamos a cubrir lo que cuesta la canasta familiar. Y tampoco da respuesta a millones de trabajadores en negro, desocupados, precarizados, monotributistas, que viven al día y que ahora acuartelan en las casas por varias semanas.

 

→ Algunas de las medidas son de ayuda directa a las empresas: para pagar los salarios, eximir el pago de contribuciones patronales (a sectores afectados de forma crítica por la emergencia); amplía el REPRO para garantizar el empleo de aquellos que trabajan en empresas afectadas por la emergencia sanitaria (actividades de esparcimiento, cines, teatro, turismo, transporte de pasajeros y hoteles)

 

→* “Precios máximos para alimentos, productos de higiene y medicamentos”. Esta medida ya ha fracasado todas las veces que se implementó. Los precios de principios de marzo ya eran impagables para la mayoría de la población. Los precios no se controlan en las estanterías de los negocios. Insistimos los precios deben ser controlados por los trabajadores abriendo los libros de todas las empresas, imponiendo el control obrero colectivo de la producción y la distribución, medidas que este gobierno no tomará.

 

Los artículos esenciales de higiene y medicamentos deben ser producidos por el Estado para garantizar la provisión a toda la población.

 

→ “Se reforzará el seguro de desempleo”. La respuesta al desempleo es distribuir todo el trabajo entre todos los trabajadores sin afectar el salario. Lo que necesitamos son puestos de trabajo para todos. En la presentación de las medidas no informan cuál es el importe del seguro de desempleo. El importe máximo es absolutamente insuficiente para que sobreviva una sola persona.

 

→ “Pago extra de la AUH y AU por Embarazo por $3.100. Se postergará el pago de las deudas de abril y mayo con ANSES de AUH y jubilados. Jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo recibirán por única vez un bono de $3.000. Aquellos que estén por debajo de $18.892 cobrarán la diferencia entre su haber y este monto”. Sigue siendo un importe muy mínimo, que no cobrarán los jubilados que perciben más de $19.000, recordamos que la canasta familiar supera los $60.000.

 

→ Más de 11 millones de monotributistas se anotaron para recibir el subsidio de $ 10.000 por este mes;

 

→ “Se fortalecerá la provisión de alimentos en comedores comunitarios y espacios de contención de sectores vulnerables”. Los movimientos sociales reclaman que no llegan todos los alimentos necesarios. Es necesario asegurar que nadie quede sin comer, que haya alimentos para todos, de calidad y en cantidad.

 

→ “Se aumentará 40% la partida presupuestaria para gastos de capital destinando $100.000 millones a obras de infraestructura, educación y turismo”.

 

Estas obras deben comenzar de inmediato para absorber decenas de miles de trabajadores desocupados. Deben ser encaradas por empresas constructoras del Estado, para aprovechar al máximo la inversión, sin ninguna intervención privada, bajo control colectivo de los trabajadores para que no se fugue ni un centavo, para terminar con la historia de los sobreprecios y las coimas. Para poder opinar si esa cifra es importante o no, deben decir cuántas casas, hospitales y escuelas se levantarán y en dónde con ese dinero.

 

→ “Se lanzará una serie de líneas de créditos blandos por unos $350.000 millones para garantizar la producción y el abastecimiento de alimentos e insumos básicos, impulsar la actividad y financiar el funcionamiento de la economía en esta coyuntura”.

 

¿A quién le prestarán? ¿Se pondrá como condición que las empresas y los empresarios no hayan entrado en el “blanqueo”, que no hayan comprado dólares para fugarlos, que no tengan causas judiciales, que no tengan sociedades en paraísos fiscales, que no negreen, que no están implicadas en ninguna denuncia de sobreprecios? ¿Cómo se controlará que esa masa de dinero no la jueguen en la timba financiera? O que su capital ya lo tengan colocado en inversiones financieras y que ahora para producir pidan dinero subsidiado. Toda la burguesía, la grande, mediana y la chica, están involucradas en los mecanismos más parasitarios.

 

La forma de evitar buena parte de los negociados es estatizando todo el sistema financiero, bajo control colectivo de los trabajadores. Muchos grandes empresarios hicieron su capital tomando generosos préstamos que nunca devolvieron o los devolvieron bien devaluados. Nunca pierden la oportunidad para hacer buenos negocios con las crisis.

 

Todo este aumento del gasto y la inversión no será financiado por impuestos a las grandes fortunas, ni las ganancias extraordinarias. Por lo tanto tiene un componente explosivo.

 

El gobierno cree que no aumenta la producción porque no hay crédito. La producción no aumenta porque no hay mercado. Porque ha caído brutalmente el poder adquisitivo de la mayoría. Sin una fuerte recomposición de los salarios y las jubilaciones no habrá reactivación de la economía. La idea de volcar la producción hacia las exportaciones fracasó.

 

Pero lo esencial es que no hay política burguesa que pueda destrabar las fuerzas productivas bloqueadas. Es la gran propiedad privada de la tierra, de las fábricas, los yacimientos, las empresas de servicios, los bancos, las petroleras, lo que impide que se desarrollen las fuerzas productivas. Es necesario transformar toda esa propiedad en propiedad social, (de todos en general y de nadie en particular), para poder planificar la economía y ponerla al servicio de la mayoría oprimida.

 

Esta tarea no será obra de ningún gobierno burgués, que respeta la gran propiedad y que encima pretende que el capital financiero invierta para desarrollarnos. Esta tarea será obra de la clase obrera en el poder acaudillando a todos los oprimidos, que romperá todas las cadenas que nos atan al imperialismo, y empezará a construir el socialismo, proyectándolo hacia los Estados Unidos Socialistas de América Latina.

 

(editorial de MASAS nº 366)

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