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NUESTRO HOMENAJE AL REVOLUCIONARIO, MARXISTA-LENINISTA-TROTSKISTA, GUILLERMO LORA

En estos 11 años de ausencia del camarada Guillermo Lora, publicamos el artículo «¿Hacia la barbarie?», Escrito en octubre de 2008, seis meses antes de su muerte, el 17 de mayo de 2009. Seleccionamos este artículo porque expresa el inicio de la crisis económica mundial en 2008. En mayo de 2009, la recesión se estaba expandiendo en todas partes. La destrucción de las fuerzas productivas indicó que se trataba la mayor debacle después de la Segunda Guerra Mundial. Bajo estas condiciones, la crisis de dirección revolucionaria era más fuerte. China, a fines de la década de 1970, abría el camino para la restauración capitalista. Reflejando así el agotamiento de las relaciones mundiales de posguerra y la victoria imperialista en su «guerra fría». Aproximadamente 13 años después, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se desplomaba. Precedieron a su desintegración, movimientos restauracionistas en Europa del Este. La crisis de dirección revolucionaria ya no se manifestaba en las condiciones históricas en que Trotsky la caracterizó en el Programa de Transición de la IV Internacional. La destrucción del estado obrero y, en consecuencia, de la URSS, así como la entrada de China en la órbita del imperialismo estadounidense, liquidaron las conquistas del proletariado, lo que reduciría en gran medida su capacidad de organización y centralización mundial.

 

Se observa que el desmoronamiento de los estados obreros, ciertamente degenerados por el estalinismo, tuvo como antecedente la burocratización, revisión y destrucción de la III Internacional. Trotsky fue asesinado en agosto de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial. La dirección que lo sucedió no se mostró a la altura de los acontecimientos y, por lo tanto, al Programa de Transición. Los partidos comunistas estalinizados se disolvían uno por uno, sometidos al revisionismo antimarxista-leninista. Las pocas secciones de la IV Internacional se dividieron y subdividieron, bajo el impacto del revisionismo pequeño burgués, que se manifestó a mediados de la década de 1950.

 

El Partido Obrero Revolucionario de Bolivia, dirigido por Guillermo Lora, se enfrentó a todos estos eventos, desde su fundación en 1935. Logró sobrevivir a la gigantesca ola revisionista, que indicaba la capitulación generalizada de las corrientes y partidos, que no soportaron el fortalecimiento del imperialismo de la posguerra, por un lado, y la proyección circunstancial de la Unión Soviética, bajo el mando de Stalin, por el otro.

 

También constituyó un marco de retroceso histórico, la división interburocrática dentro del Estado obrero degenerado de la URSS, precisamente a mediados de la década de 1950, después de la muerte de Stalin. El POR no fue arrastrado por estos dos polos – el revisionismo del leninismo y el revisionismo del trotskismo – porque logró aplicar el Programa de Transición en las condiciones concretas de Bolivia y penetrar en el seno del proletariado minero, destacándose como la verdadera vanguardia leninista. Pagó con largo aislamiento internacional.

 

Guillermo Lora cumplió su deber revolucionario, trabajando incesantemente en la tarea asimilar las conquistas teóricas y prácticas del marxismo y las lecciones del proletariado mundial. Su militancia, forzada por la represión, junto con el movimiento de los mineros, en el momento más preciado de su lucha contra la esclavitud, lo forjó como un marxista completo. O sea, que une indisolublemente la teoría y la práctica revolucionarias.

 

El artículo «¿Hacia la Barbarie?» se gestó en un momento de fragilidad física, tanto que nos dejaría unos meses después. Notamos pasajes en los que se refleja su estado subjetivo, que no es característico de su trabajo. El lector puede tener una falsa sensación de pesimismo revolucionario. Basta atenerse al conjunto de formulaciones para verificar la importancia de algunas de sus consideraciones, en particular. Un ejemplo es que la descomposición del capitalismo lleva a las últimas consecuencias de transformar a los trabajadores en «una pieza sin cerebro». Constatamos que, poco más de una década después del artículo, la burguesía avanza en esta dirección. La desorganización mundial de la clase obrera, con sus profundos reflejos nacionales, favorece el avance de la destrucción masiva de la fuerza laboral, que deja de servir a la industria y se ve obligada a sumergirse en la informalidad, es decir, en la pobreza.

 

Vemos, con especial atención, las consideraciones sobre la necesidad de autocrítica. Instrumento manejado naturalmente por los marxistas. Sin embargo, nos enfrentamos con la dificultad de entenderlo como parte de la aplicación del programa, la formulación de la línea y el análisis de los eventos de la lucha de clases. Somos testigos, en el proceso de construcción del Comité de Enlace para la Reconstrucción de la Cuarta Internacional, de la insistencia de Guillermo Lora de que dediquemos todos los esfuerzos en la elaboración del programa y en el reconocimiento de errores, fallas, proyecciones subjetivas, etc.

 

Es necesario leer las consideraciones de Lora sobre las nuevas condiciones de desintegración del capitalismo y de respuesta de las masas. No tenemos dudas de que, si estuviera presente, observaría un cambio significativo en la situación en 2008 y en la actual. La clase obrera y el resto de los explotados se ven obligados a desahogar sus instintos de revuelta. Las experiencias negativas con el revisionismo hacen que la clase obrera sea más permeable a las posiciones revolucionarias y a la necesidad de organización del partido marxista-leninista-trotskista. El inmenso trabajo de Lora nos sirve como un instrumento para enfrentar las nuevas condiciones de la crisis mundial, que se profundiza con la pandemia.

 

Nuestro homenaje a su trabajo de militante profesional, que dedicó toda su vida y energía a establecer el Partido Obrero Revolucionario, a defender el internacionalismo marxista-leninista-trotskista, a sentar las bases del Comité de Enlace para la Reconstrucción de la IV Internacional, y fortalecer la inquebrantable convicción de que el futuro de la humanidad es el comunismo.

 

Atílio de Castro, 17 de mayo de 2020

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¿Hacía la barbarie? (Octubre 2008)

EL CAPITALISMO PUTREFACTO

 

En la actualidad la sociedad capitalista se va degenerando aceleradamente en escala mundial. Los hechos demuestran que su desintegración no puede ser detenida y menos superada por los gobiernos burgueses, por el imperialismo, que explotan y oprimen a los pueblos y continentes.

 

La historia de la humanidad es la sucesión de una sociedad por otra referida a la propiedad y al manejo de los medios de producción. Nadie ignora lo que escribieron los clásicos sobre las tesis básicas del materialismo:

 

«En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de las fuerzas productivas materiales.»

 

En el «Manifiesto Comunista» (1848) se lee lo siguiente: «La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días (Engels añade: «a excepción de la historia de la comunidad primitiva») es la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, empeñados en una lucha constante, velada unas veces, y otras franca y abierta: lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes…

 

“La moderna sociedad burguesa, que ha surgido del seno de la sociedad, feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Ella sola ha creado nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas  formas de lucha, en lugar de las antiguas. Nuestra época, la época burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose cada vez más en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases que se enfrentan directamente, la burguesía y el proletariado».

 

La economía capitalista es mundial, engloba tanto a las potencias imperialistas que controlan al poderoso capitalismo internacional a las burguesías asentadas en sus países y también a las economías de los países que no han alcanzado a borrar las huellas, los rasgos del pre-capitalismo. En la actualidad ESTAS SON LAS CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA CAPITALISTA MUNDIAL (IMPERIALISTA), QUE SE ENCUENTRA EN DESCOMPOSICIÓN ACELERADA.

 

EL CAMINO HACIA LA BARBARIE

 

El desarrollo del capitalismo se expresó políticamente en la democracia burguesa y fue creando condiciones objetivas y subjetivas para la revolución proletaria, cuyo objetivo central es sepultar la propiedad privada de los medios de producción y lograr en su reemplazo el desarrollo de la propiedad social.
LA REVOLUCIÓN PROLETARIA ES LA CONSECUENCIA DEL AGOTAMIENTO DEL CAPITALISMO Y SU TAREA ES REEMPLAZARLA POR LA SOCIEDAD COMUNISTA
Constatamos el pleno desarrollo del capitalismo, su agotamiento, la presencia de la revolución rusa proletaria, su desarrollo y agotamiento, su hundimiento que contribuye a que permanezca el capitalismo imperialista agonizante en medio de una crisis que se agudiza más y más.

 

La revolución proletaria rusa de 1917, que sacudió al mundo capitalista porque llevaba en sus entrañas la tendencia a trocarse en mundial y sepultar definitivamente a la sociedad cimentada en la propiedad privada de los medios de producción, ha sido traicionada por el estalinismo que agonizo en medio de su empeño de imponer un supuesto “socialismo en un solo país e inclusive sirviendo de apoyo a la sociedad burguesa que ya conocía su agonía

 

Los seguidores de Lenin y Trotsky no han logrado hasta ahora levanta una pode-rosa Internacional, capaz de sepultar al capitalismo y estructurar el comunismo mundial.

 

El capitalismo moribundo está ingresando a la podredumbre capitalista por-que el Partido revolucionario marxista leninista trotskista no ha logrado sepultar al capitalismo inmerso en su descomposición

 

El imperialismo, arrastrando a los países rezagados, no atina transformar en progresista el proceso de desintegración del capitalismo inmerso en una de las mayores crisis de su historia. Las grandes potencias han encadena-do a los países dependiente de ellas y los vienen convirtiendo en sus sirvientes de apoyo. Se pretende doblegar a la crisis actual agravando la miseria y la esclavización de lo países rezagados en beneficio de las grandes potencias esclavizadoras.

 

Se podía confiar que la crisis económica potencie al movimiento revolucionario timoneado por la clase obrera. Esto no ha sucedido ni siquiera en Bolivia, donde el proletariado, particularmente el minero, avanzó hasta llegar a las puertas del poder estatal.

 

En la situación actual era de esperarse que el Partido político de la clase obrera se coloque a la cabeza de las masas y las timonee hacia la conquista del poder político abriendo así el camino hacia la sociedad comunista. Lamentablemente las cosas han sucedido al re-ves. El hundimiento del capitalismo ha concluido desintegrando al proletariado, inclusive a su partido político. La necesaria autocrítica de este sorprendente proceso está ausente del todo, lo que obliga a concluir que la perspectiva de la revolución proletaria, imprescindible en las actuales circunstancias, se aleja más y más.

 

El problema es sumamente grave si tomamos en cuenta que la aguda crisis del fenómeno revolucionario ha concluido anulando la actividad del Partido del proletariado. Esta tragedia debe ser superada, para lo que es imprescindible revelar las causas del hundimiento de la politización de la clase obrera, proceso encabeza-do por su partido político.

 

PARA REENCONTRAR ESTE SENDERO, INDISPENSABLE PARA POTEN-CIAR LA LUCHA REVOLUCIONARIA, SE TIENE QUE IMPULSAR EL TRABAJO CORRECTO DEL PARTIDO POLÍTICO. .

 

Se impone que de inmediato se inicie un severo trabajo autocritico de la actividad ejecutada en la víspera en el seno de las masas. Las correcciones que se hagan en este proceso ayudaran a potenciar la línea precisa que debe aplicarse para orientar a los explotados y oprimidos hacia el reencuentro de la línea política correcta.
¿COMO SALVARNOS DE LA BARBARIE?

 

El imperialismo, buscando salvarse de la crisis actual, se esmera en descargar el mayor peso de la bancarrota económica actual sobre el proletariado súper-explotado y las masas de la clase media que se debaten en la miseria.

 

La burguesía va acentuando el total sometimiento de los obreros a permanente perfeccionamiento de la máquina ya convertida en la máxima timoneadora en el proceso de la producción de las mercancías. El obrero de hoy no es más que una pieza insignificante de la máquina, que determina el ritmo de la destrucción física y síquica del primero

 

La crisis económica actual es descargada por el imperialismo en desintegración sobre los países dependientes de las potencias mundiales y claro está que sobre el proletariado.

 

La tarea central que se presenta a las mayorías es la de encontrar os caminos que permitan descargar todo el peso de la crisis actual sobre las potencias imperialistas y el capitalismo en general actualmente en crisis y descomposición.
Tenemos que comprender que la actual crisis económica del capitalismo pone en evidencia que ya no puede seguir desarrollándose en el marco de la propiedad burguesa y del imperialismo que se encuentra en total bancarrota.

 

La sociedad burguesa para seguir funcionando no tiene más recurso que esclavizar mayormente al proletariado y acentuar su integración como una pieza más de las maquinas

 

La mayor explotación de los obreros, que ya funcionan como piezas de las maquinas, indispensables para lograr que el imperialismo se siga manteniendo de pie, impulsan la cretinización del ser humano. Desencadenada la crisis económica descomunal, alrededor del eje imperialista, ninguno de los gobiernos, las clases sociales ni los movimientos populares se rebelaron contra el capitalismo mal herido, esto porque permanecen sometidos al capitalismo moribundo.

 

Lo sucedido demuestra que la sociedad humana sigue condenada a permanecer encadenada al capitalismo moribundo, monstruosidad que impuso el stalinismo traidor y sirviente del capitalismo agonizante.

 

¿Dónde permanecen las direcciones sindicales y políticas de las masas obreras, campesinas y de la clase media? Se encuentran arrinconadas en las organizaciones montadas por la burguesía Hablemos con claridad. Las pocas direcciones populares- antiburguesas, anticapitalistas, revolucionarias, han sido arrinconadas y enmudecidas. LAS MASAS CARECEN DE DIRECCIÓN Los marxleninistas enfrentan el desafío de cumplir su tarea fundamental: frente a la prueba de timonear a los explotados y oprimidos hacia su liberación del descomunal peso opresor del imperialismo que se desmorona.

 

LA TAREA CENTRAL QUE SE DEBE MATERIALIZAR SE REFIERE A LA PUESTA EN PIE, SOBRE LA MACHA, DE LA DIRECCIÓN INTERNACIONAL DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO ANTI-IMPERIALISTA
Lo anterior podrá materializarse solamente si se logra poner en pie a las diversas secciones nacionales de la Cuarta Internacional.
Como corresponde a todo movimiento revolucionario, la actualización de la herencia dejada por León Trotsky, cuya materialización inmediata constituye el basamento de la puesta al día y potenciamiento de la lucha revolucionaria del proletariado, encabezando a las masas de explotados y oprimidos en su lucha por su liberación y por la construcción de la sociedad comunista.
Este trabajo, como todos los de contenido revolucionario, tiene que partir de una severa autocritica de las ideas y trabajo realizados por la militancia de la víspera.

 

La experiencia dura y llena de frustraciones que se ha vivido, obliga que se materialice por parte de todas las secciones nacionales de la internacional, la estructuración de las secciones de la Cuarta Internacional de sus programas nacionales, como una expresión marxista de la lucha por la solución de los problemas y de la estrategia de cada una de las, parte integrante de la finalidad de la internacional mundial.
No se debe olvidar que las secciones nacionales de la Internacional marx leninista trotskysta tienen la obligación de elaborar sus programas nacionales y los perfeccionaran partiendo de su experiencia cotidiana.
La experiencia que nos enseña que la resistencia a elaborar los programas de los diversos partidos trotskystas es resultado de la insipiencia de la militancia, que les impide conocer a fondo el marxismo.

 

Nuevamente debemos subrayar que el programa de Transición de la Cuarta Internacional, aprobado en septiembre de 1938, expresa las leyes mundiales del capitalismo y del movimiento obrero internacional. Esas leyes se concretizan dentro de las particularidades nacionales, lo que nos obliga a revelarlas. Los programas nacionales deben utilizarse, aplicarse, en estrecha relación con el Programa de Transición.
Una de las tareas imprescindibles es la actualización y reajustes de los programas internacionales y nacionales.

 

LA MILITANCIA DE REVOLUCIONARIOS PROFESIONALES

 

Hasta el Partido Obrero Revolucionario, una de las organizaciones trotskystas de mayor relieve en los países capitalistas atrasados, no ha logrado hoy transformase en un PARTIDO DE REVOLUCIONARIOS PROFESIONALES, imprescindible para que pueda realizar a plenitud las tareas encaminadas a materializas la revolución proletaria y proyectarla al plano internacional.

 

Que sepamos tampoco en el seno de la Cuarta Internacional se ha planteado la materialización de este problema vital para encontrar el camino que conduzca a la sociedad comunista.

 

La verdad histórica dice que el partido marxista leninista trotskysta tiene que estar conformado necesariamente por revolucionarios profesionales, para que pueda cumplir debidamente su tarea de timonel de la revolución social. Solamente en este caso se puede decir que el militante porista entrega su vida a la causa revolucionaria.
El revolucionario profesional es el que se forma para orienta sus aptitudes, su conocimiento, al objetivo central de contribuir al excelente cumplimiento de las tareas revolucionarias, partiendo del potenciamiento del Partido Obrero Revolucionario, es decir de la militancia compuesta por elementos debidamente formados.

 

Hay que subrayar que ningún militante es profesional por el sueldo que puede recibir del partido, sino porque ha logrado formase debidamente para desarrollar sus actividades revolucionarias y partidistas.

 

La lucha revolucionaria exige que los militantes, dirigentes o de base, ejecuten debidamente sus tareas en el trabajo partidista revolucionario. Hay que recalcar que el Partido de Marxleninistas trotskistas está conformado de profesionales que dominan la teoría marxista, además que son investigadores de los problemas de la realidad en todos sus aspectos. Hay que añadir que también están debidamente formados para realizar con eficacia los trabajos manuales, mecánicos, en todas las especialidades propias de la militancia partidista y revolucionaria.
El trabajo partidista (intelectual y material) exige que el militante revolucionario esté debidamente formado y entrenado, tanto en el trabajo manual e intelectual, con el cerebro, con las maquinas, con las armas, etc.

 

EL TRABAJO REVOLUCIONARIO ES CLANDESTINO Y LEGAL

 

En la sociedad capitalista (expresión del imperialismo, de los capitalismos plenos y atrasados, de las metrópolis opresoras y explota-doras, de las colonias, etc.) el Partido revolucionario tiene que dar respuesta, en el terreno de los hechos, a los problemas de la lucha de clases y a los emergentes de la batalla por una sociedad sin explotados ni explota-dores, es decir por la comunista

 

Esto supone la lucha del proletariado contra el capitalismo, que es la esencia de la lucha de la lucha de clases (fundamentalmente la que tiene lugar entre el proletariado y la burguesía). La burguesía cuenta con su aparto estatal, con sus efectivos armados policiales y militares, asentados en la propiedad privada de los medios de producción. EL proletariado cuenta con su partido, con su propia clase y a la larga con el apoyo de las masas y naciones oprimidas y explotadas.

 

En algunos países oprimidos y explotados por el imperialismo, aunque siendo evidente aun la presencia del pre capitalismo como es el caso boliviano, el proletariado sojuzgado por el capitalismo internacional y nativo, esta obligado a conquistar el apoyo de las masas y naciones empobrecías, para poder emanciparse y liberar a sus aliados. La clase obrera, es decir su Partido político, tiene que diseñar la alianza de las clases oprimidas, con la finalidad de potencias la lucha contra la opresión burguesa.

 

La lucha anticapitalista tiene que ser debidamente proyectada y timoneada por el Partido político de la clase obrera. No hay que olvidar que solamente la sociedad comunista, objetivo estratégico del proletariado, podrá acabar con la opresión y explotación de las masas en general.
Es fácil comprender que parte de la globalidad de la lucha del Partido Obrero Revolucionario, de la propaganda de sus ideas y a veces de sus actividades cotidianas, tienen que desarrollarse y exponerse como clandestina porque violentan el ordenamiento jurídico burgués y amenazan destruir el capitalismo. Gran parte de las actividades partidistas del trotskismo tiene obligadamente que desarrollares dentro de una clandestinidad severa.

 

Si se publicitase se etaria contribuyendo a que el partido, el movimiento revolucionario de masas, cooperen a desencadenar la represión, no solamente legal, la policial, sino hasta la destrucción física de la militancia y de las propiedades partidistas.

 

Esto impone que los militantes poristas sean entrenados, educados para desarrollar de manera satisfactoria las actividades clandestinas. Esto supone que se siga perfeccionando el trabajo legal, publico, de la organización.

 

De una manera permanente el Partido Revolucionario y su militancia deben estar debidamente capacitados para desarrollar con éxito tanto el trabajo legal, público, como clandestino.

 

¿Cómo debe trabajar el Partido Obrero Revolucionario? La organicen del Partido y la formación de la militancia de responder a la necesidad de materializar exitosamente tanto el trabajo legal como el subversivo de los poristas.

 

La militancia porista tiene que estar debidamente formada y entrenada tanto para realizar exitosamente el trabajo legal, público subordinado al ordenamiento jurídico del país, como el clandestino’ contrario a las leyes, realizado en las catacumbas, sin dejar huellas ni documentos. TODO ESTO EXPLICA PORQUÉ LOS MILITANTES PORISTAS ESTÁN DEBIDAMENTE ENTRENADOS PARA USAR SEUDÓNIMOS Y TIENEN QUE APRENDER A NO DEJAR HUELLA ALGUNA EN SUS TRABAJOS CLAN-DESTINOS.

 

Los documentos del trabajo clandestino tienen que ser debidamente sepultados y desaparecer del conocimiento de las autoridades policiales y hasta de la opinión pública, PERO TIENEN QUE SER ENTREGA-DOS A LA HISTORIA DEL PARTIDO Y DE SU LUCHA POR LA DESTRUCCIÓN DEL ORDEN SOCIAL BURGUÉS Y DE LA PUESTA EN PIE DE LA SOCIEDAD COMUNISTA.

 

No hay que olvidar que es perjudicial para el movimiento revolucionario, para la historia del país y para el fortalecimiento de la lucha por la sociedad comunista, que desaparezca la historia verdadera del Partido Obrero Revolucionario, que constituye la palanca capaz de catapultar la lucha por la sociedad comunista. Sobre todo en esta etapa de crisis profunda del capitalismo agonizante.

 

AGIGANTADA LA AMENAZA DE LA BARBARIE

 

A la actual crisis del capitalismo mundial no le acompaña el despertar del proletariado, cuya radicalización política podría abrir el camino hacia la revolución social, es decir que ahora, cuando cae en pedazos el capitalismo, debería abrirse el camino hacia la sociedad comunista.

 

A la crisis mundial de la sociedad burguesa ningún sector social parece esperar que se abra la perspectiva de la sociedad sin clases sociales.

 

Entonces ¿qué se espera? El hombre de la calle responderá: NO CREO QUE LA SOCIEDAD ACTUAL SUFRA MODIFICACIÓN ALGUNA, LA BURGUESÍA SEGUIRÁ COMANDANDO A LAS MASAS CONDENADAS A QUE SE AGRAVE DESCOMUNALMNETE SU MISERIA ACTUAL

 

No nos engañemos. El potenciamiento de los rasgos catastróficos de la crisis actual demostrará que la sociedad burguesa ha sido empujada plenamente hacia la barbarie.

 

El obrero, el ser humano acabará transformado en una pieza sin cerebro, convertido solamente en un montón de músculos manejados discrecionalmente y desde lejos a través de la máquina automática.

 

La sociedad bárbara tendrá la finalidad de producir y producir, en cuyo seno los obreros se alimentarán miserablemente y acabaran reventando como consecuencia del trabajo feroz y la alimentación limitadísima.
¿Dónde está el Partido Revolucionario, la expresión de la lucha para conquistar la sociedad sin explotados ni explotadores, sin oprimidos ni opresores?

 

Nuevamente comprobamos que la sociedad capitalista en descomposición, cuando se cierran todas las posibilidades de que se oriente hacia una sociedad sin explotados ni explotadores, e s decir para alcanzar el socialismo, SE ENCAMINA CON FIRMEZA HACIA LA BARBARIE, CUANDO EL SER HUMANO SEA TRANSFORMADO EN UNA MAQUINA MAS.

 

Volvemos a subrayar que en un situación que exige que la sociedad se lance a una lucha radical para lograr transformarse, de manera que se trunque la marcha hacia la barbarie y esta sea   remplazada por la actualización de la lucha revolucionaria encaminada a sepultar al capitalismo podrido, que ya está en la puerta de la barbarie y se proponga transformarlo en sociedad comunista. La consigna de la lucha en este momento dice:

LA REVOLUCIÓN YA, PAR EVITAR QUE LA SOCIEDAD BURGUESA ACABE PULVERIZADA EN MEDIO DE LA BARBARIE, que transformará al ser humano en una maquina mas Y SIN CEREBRO
¿Y el partido político revolucionario? En el plano internacional encontramos a la Cuarta Internacional armada con su programa, que es tanto como decir CON ARTILLERÍA PESADA.

 

En los países que consideran que su sabiduría consiste en que sus Partidos políticos carecen de programa nacional, quiere decir que están condenados a acabar como pandillas de imbéciles.

 

En este plano no queda EN BOLIVIA más esperanza que la Cuarta Internacional le recuerde a su Partido que recurra a su Programa para el país y armado de esa manera se lance a dirigir a las masas de explotados y oprimidos hacia la revolución social.

 

Recordemos que en 1971 el Partido Obrero Revolucionario llegó hasta las puertas de la dictadura del proletariado a través de la Asamblea Popular. A esta altura de los acontecimientos corresponde que la dirección revolucionaria timonee a las masas de explotados y oprimidos hacia la revolución social y convierta a la Asamblea Popular del pasado en DICTADURA DEL PROLETARIADO, ABRIENDO ASI EL CAMINO HACIA LA SOCIEDAD COMUNISTA

(Extraído de Obras Completas, Guillermo Lora, tomo LXX, 2008, Ediciones MASAS)

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