¿Hacia dónde va el Plenario del Sindicalismo Combativo?

La cuestión de la unidad para la lucha es una cuestión que importa al conjunto de la vanguardia y afecta a todos los trabajadores. Resulta aún más difícil enfrentar a las patronales y la burocracia sindical con la dispersión que existe de los sectores antiburocráticos. Saludamos todos los intentos que se hacen para romper las divisiones y el aislamiento a que condena la burocracia las luchas.

Debemos partir de reconocer que la burguesía y sus gobiernos han hecho retroceder fuertemente la organización de los trabajadores, existen pocas referencias de sindicatos, cuerpos de delegados y comisiones internas que mantengan una línea de clase y debemos reconstruir esa organización desde las bases, peleando desde lo más elemental e inmediato.

La unidad debe extenderse a todos los que luchan, que resisten, que enfrentan como pueden, con lo que tienen, la ofensiva del capital. Deberíamos invitar a todos los sectores en lucha aunque no adhieran a tal o cual partido.

EL FIT-U, o una parte de él, puede impulsar sus propios agrupamientos, imponer sus condiciones, repartirse las mesas y los oradores en sus plenarios, adoptar un programa, tienen todo el derecho a hacerlo entre ellos. A juntarse y dividirse como mejor les parezca para impulsar sus políticas. Entendemos que es parte de su lucha por ocupar un espacio e impulsar a sus dirigentes o candidatos, con sus métodos.

Lo que no pueden pretender es que ese armado reemplace las luchas y los luchadores, los organismos naturales que se dan los trabajadores y quieran erigirlo como la representación de la unidad.

Si se llama a organizar un plenario para unificar e impulsar la lucha del movimiento obrero ahí estaremos y daremos nuestra posición sobre qué ejes centran hoy la lucha, el programa, los métodos, sobre organización, etc. Impulsaremos que lo encabecen los sectores que lideran y protagonizan las luchas del último período, los mejores referentes de lucha, sean del sector político que sean.

Son conocidas las divisiones, denuncias y enfrentamientos entre sectores que adhieren al PSC y los que quisieran sumar. ¿Qué los une? Evidentemente los une el frente electoral, ir con una misma papeleta en las elecciones. No tienen derecho a sumar confusionismo, a alejarse de la claridad necesaria, a encubrir sus mezquindades con frases rimbombantes sobre unidad, a seguir alimentando prejuicios políticos de los trabajadores. Ahí estaremos para señalar las responsabilidades de los “campeones de la unidad” para desorganizar según sus propias conveniencias y especulaciones electorales.

La cuestión de la unidad desde las bases, de los que luchan, no se limita a la valiosa militancia de la izquierda.  No puede quedar atada o condicionada a la unidad de un frente electoral, que distribuye los oradores según sus acuerdos y proporciones electorales.

Si el objetivo es poner en pie organismos que expresen la unidad en las regionales y en los sindicatos, la guía que deben tener esos espacios no es la rosca de los partidos por ver quién pone más oradores, son los sectores sindicales quienes deben ser parte fundamental de la dirección y organización, invitando a que las organizaciones políticas que se reclaman de la clase obrera puedan tener su orador o presentar sus documentos. Donde ya existen organismos de unidad deben sumarse, no hacerles boicot.

En el último Plenario del Sindicalismo Combativo nacional (virtual) se notó abiertamente que pasó de intentar nuclear las luchas, a una pelea de aparatos con acusaciones dentro de los mismos sectores. Esta forma de nuclear ya ha fracasado y pasan los años y se sigue repitiendo la historia. Si se insiste con repetir los métodos de armado electoral que sirve para intervenir formalmente cada dos años, donde cada grupo hace su campaña, al terreno de la lucha de clases, volverá a fracasar.  La unidad electoral no ha servido para unificar a los sectores de izquierda en los sindicatos.

Son las asambleas o plenarios de trabajadores quienes tienen que debatir quiénes son sus representantes para estos espacios y con qué posiciones políticas, no puede un espacio superestructural reemplazar ni imponer nada a los trabajadores. En cada sector debe impulsarse el trabajo unitario, sea el neumático, docentes, ferroviarios, etc. de manera que la unidad sea realidad desde cada frente.  Un verdadero plenario combativo debiera votar una recomendación de unidad a todos los que participan, que se comprometan a realizar plenarios de su sector para preparar las luchas y las intervenciones en las elecciones sindicales para expulsar a la burocracia y presentar un informe de cómo se ha avanzado al siguiente plenario.

 

¿Cómo se expresa en Neuquén?

En la región esta cuestión adquiere una importancia decisiva porque existe una experiencia histórica concreta de unidad de las luchas de los oprimidos, como la Coordinadora del Alto Valle, los actos unitarios del Primero de Mayo o actualmente la Multisectorial.

Ante la intención de realizar un plenario regional del Sindicalismo Combativo, como POR hemos expresado en muchas reuniones que lo fundamental es fortalecer la Multisectorial, convocando a un plenario para debatir los conflictos, y profundizar la unidad.

La Multisectorial existe y tiene una gran trayectoria de lucha por la presencia de luchas y sindicatos como el Ceramista. En momentos más álgidos de la lucha de clases ha cumplido un rol importante y en otros no funciona. En esta pandemia ha cumplido un rol central en el conflicto de los mineros de Andacollo, y ahora con los compañeros de Expreso Argentino.

Participan de ellas: los ceramistas, las organizaciones de desocupados, las organizaciones de las tomas, la minoría de Aten Capital Multicolor, los trabajadores de Expreso Argentino, y las organizaciones políticas. Confluyen allí las luchas y se coordinan acciones. Es decir existe un espacio de coordinación real, sin embargo partidos como el PO quieren convocar en la región al Plenario de sindicalismo combativo e invitar al resto de los trabajadores, desnaturalizando el funcionamiento y composición de la Multisectorial. Esta posición es un error porque dejaría afuera a sectores que tienen un gran poder de movilización, y sería una imposición que no refleja la realidad.

Por lo tanto como partido seguimos planteando la necesidad de impulsar la unidad con todos los sectores que están en lucha.

 

(nota de MASAS nº 377)

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