A 14 años de la desaparición de Jorge Julio López
El 18 de septiembre del 2006 López era secuestrado por segunda vez. Había sido secuestrado por primera vez a finales de octubre en el 76 y retenido en el centro clandestino de detención La Cacha. Él fue uno de los testigos que declaró contra Etchecolatz, por lo que lo condenaron a cadena perpetua en 2014.
La desaparición de López nunca fue investigada seriamente, se siguieron pistas falsas y las denuncias más importantes fueron dejadas de lado. El pedido de apertura de los archivos en poder de la policía fue rechazado por los gobiernos burgueses de turno.
Los que llevaron adelante el segundo secuestro y luego la desaparición de López siguen en las calles y tienen que haber sido miembros de la Policía. Este operativo no puede haber sido ejecutado por los viejos represores con bastones y en los Ford Falcon. La ideología de los asesinos está vigente aun en las fuerzas represivas, desde el Estado se les garantizó impunidad. Hoy más que nunca con vida lo llevaron con vida lo queremos
El caso de Facundo Castro muestra que cambian los gobiernos pero el aparato represivo, judicial, sigue siendo el mismo. No hay cómo reformar estas instituciones, podridas hasta la médula.
Sólo habrá Justicia cuando terminemos con la clase social que ordenó el golpe, cuando los responsables políticos, económicos, militares y eclesiásticos, estén tras las rejas. Cuando arranquemos de raíz el problema de los problemas: la gran propiedad terrateniente, de los bancos, de las principales empresas, expropiándola, transformándola en propiedad social (de todos en general y de nadie en particular), por medio de la revolución social que termine con la dictadura de clase del capital. No hay caminos intermedios, no hay vías alternativas. La historia confirma dramática y trágicamente esta verdad una y otra vez.
18-09-2020