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Bolivia: Los fabriles empiezan a movilizarse Ha llegado la hora de transformar la lucha gremial en política

(El Alto, Bolivia: Violenta intervención policial contra trabajadores de Laboratorios VITA deja una persona herida con riesgo de perder la vida. Del discurso del dirigente de VITA: “si tocan a uno, respondemos todos. No permitiremos ni un despido más, el próximo trabajador despedido, tomaremos todas las fábricas. Fabriles unidos, nunca de rodillas!!!!”)

 

En los últimos días, superando la poltronería de la burocracia sindical definitivamente comprometida con la patronal, la presión de los trabajadores fabriles despedidos de sus fuentes de trabajo ha forzado a la Confederación de Fabriles a convocar a una marcha nacional el día jueves 1ero. de octubre, exigiendo que el gobierno haga respetar sus propios decretos que prohíben el despido de obreros y el cierre de fábricas durante la pandemia (¿y después de la pandemia?, ¿masacre blanca?). Los empresarios no acatan dicha normativa y el Ministerio del Trabajo cómplice de los patrones, no mueve un dedo para hacer que se cumpla.

 

La marcha inmediatamente ha merecido el apoyo de los trabajadores de otras empresas que, si bien conservan sus fuentes de trabajo, están sufriendo la presión de la patronal en sentido de limitar sus beneficios sociales, reducir los salarios o diferir su cancelación, todo con el argumento de que las empresas están al borde de la quiebra y se exige el sacrificio por parte de los trabajadores para mantener las empresas funcionando.

 

Las movilizaciones en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz han sido masivas y han enarbolado la bandera de la unidad de toda la clase para defenderse de los inevitables embates de la crisis económica que, cada día, está golpeando más fuerte. Los trabajadores sólo unidos pueden defenderse para conservar sus fuentes de trabajo y sus conquistas económicas y sociales.

 

Como una respuesta desafiante de los empresarios, que saben mejor que nadie que tienen plena libertad para pisotear a los trabajadores por su estado de indefensión por la posición propatronal de las direcciones sindicales cooptadas por el MAS y la complicidad del gobierno, ese mismo día procedía a despedir a más trabajadores como es el caso de la fábrica de Chocolates Para Ti que entregó sus cartas de retiro a todos sus trabajadores que se habían sindicalizado contra la voluntad de la patronal. Igual cosa ocurrió con los dirigentes del sindicato Vita.

 

Inevitablemente los movimientos surgen de manera sectorial en cada empresa y adquieren inicialmente un contenido gremial en la relación con sus patrones particulares, limitación que encierra en sus entrañas la tendencia a la dispersión en la falsa creencia de que se pueden resolver los problemas en el terreno legal y en las negociaciones interminables con los empresarios de cada fábrica. Esta forma de concebir las actuales condiciones de la lucha parte de la incomprensión de que la crisis económica es un fenómeno que emerge del agotamiento del capitalismo y sacude las entrañas mismas del sistema en su conjunto; en este sentido, no hay solución posible en un marco puramente gremial que es esencialmente sectorial.

 

Los trabajadores movilizados deben dar saltos en su conciencia al constatar la necesidad de transformar los movimientos puramente gremiales en lucha política orientada al enfrentamiento con el Estado burgués. De esta manera, la lucha sectorial por objetivos limitadamente inmediatos se transformará en lucha de clases que ponga en jaque al Estado; obligarle a dar respuestas globales a todos los problemas emergentes de la crisis económica. Esta lucha política inevitablemente conducirá a los explotados y oprimidos a poner en cuestión el destino del régimen social imperante.

 

Una de las consignas que incuestionablemente salta como respuesta concreta a la crisis económica es la ocupación de las fábricas que se declaren en quiebra y de aquellas otras que pretendan chantajeas a los trabajadores con el fantasma de su cierre inevitable si éstos persisten en su empeño de defender sus derechos. Esta medida incuestionablemente apunta a subvertir el orden social capitalista porque está planteando la destrucción de la propiedad privada y su transformación en propiedad social. Consigna que, a un principio, puede aparecer como extremadamente atrevida e irrealizable para los trabajadores pero que, en el proceso, se transformaría en una necesidad porque se habrán cerrado todas las posibilidades de encontrar respuestas a la necesidad de sobrevivencia de los trabajadores y de sus familias.

 

LA TOMA DE LOS CENTROS DE TRABAJO SÓLO PUEDE CONSUMARSE EFECTIVAMENTE EN EL MARCO DE LA MOVILIZACIÓN GENERAL Y UNITARIA. SÓLO EN ESTAS CONDICIONES LOS TRABAJADORES PODRÁN AFIRMAR CONFIANZA EN SUS PROPIAS FUERZAS (ACCIÓN DIRECTA), ECHANDO AL TRASTO DE LOS PAPELES INSERVIBLES LA LEY BURGUESA QUE EXIGE EL RESPETO A LA GRAN PROPIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN.

 

(Nota MASAS EXTRA 05-10-2020 POR Bolivia)

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