A tres años del asesinato por la espalda del joven mapuche Rafael Nahuel nos sumamos al reclamo de castigo a todos los responsables
Fue asesinado por un integrante del grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina, reprimiendo con disparos de balas de plomo que hicieron los prefectos en el territorio que había sido brutalmente desalojado dos días antes, en Villa Mascardi. El juicio aún no se realiza. No olvidamos que desde el inicio trató de presentar la acción como un enfrentamiento y nunca pudieron demostrarlo ya que todas las balas iban en un mismo sentido.
Las demoras de varios meses están centradas en las pericias del proyectil para determinar de qué arma salió. Bala que se “había extraviado” y que apareció poco antes del inicio de la pandemia. Pero la cuestión central es conocer quiénes dieron las ordenes en el operativo, quiénes dieron las ordenes políticas de llevar adelante la represión salvaje contra jóvenes desarmados, los que dieron la orden de matar.
Este asesinato como el de Santiago Maldonado o el de Camilo Catrillanca, al otro lado de la Cordillera, muestra la vigencia del conflicto con el pueblo mapuche al que no se le ha dado respuestas.
La comunidad Lafken Winkul Mapu a la que pertenecía Rafael sigue amenazada por otra orden de desalojo. Esta vez promovida por el Obispado de San Isidro.
En la zona recrudecieron conflictos tanto en Mascardi como en El Foyel, e incluso el desalojo violento de tierras ya reconocidas como pertenecientes a los mapuche, como ocurrió con el Ejército desmontando un invernadero de la comunidad Millalonco-Ranquehue. El gobierno provincial sigue adelante con la misma política represiva.
Apoyamos el rechazo y repudio a las movilizaciones de la derecha en Bariloche que tiene historia en la apropiación de tierras y de ser el refugio de genocidas nazis.
Felisa Curamil, representante nacional del Parlamento Mapuche de la Zona Andina reclama por la ley provincial 2287 que establece la creación de una comisión de investigación de las ventas de tierras fraudulentas.
Todas las ventas en esas tierras deben ser desconocidas. Son conocidos los mecanismos fraudulentos con que se han apoderado de las tierras más valiosas con la complicidad de los gobiernos y la justicia.