Asesinato laboral: muere obrero petrolero en Loma Campana
El pasado 7 de enero perdió su vida un obrero petrolero mientras realizaba tareas de montaje. El mismo trabajaba en AESA, empresa que presta servicios en el yacimiento de YPF en Loma Campana-Neuquén. La muerte de este obrero es consecuencia de las pésimas condiciones de trabajo a las cuales se ven sometidos.
En 2017 el gobierno y la burocracia sindical firmaron la “adenda petrolera”, acuerdo que no hace más que flexibilizar y empeorar las condiciones de trabajo con el objetivo de aumentar la productividad y con ello la tasa de ganancia de las multinacionales. Entre los puntos del acuerdo se estipulan más horas de trabajo, menos francos, trabajo de montaje y desmontaje con vientos de 60 km por hora, trabajo nocturno y operaciones simultaneas. Todo esto con reducción salarial ya que se suprimen ítems que antes se pagaban. Desde la fecha de este acuerdo, varios han sido los obreros fallecidos o con lesiones graves.
Durante el 2020 la situación de los petroleros empeoró con la caída de la producción en un contexto internacional de sobreproducción. El escenario fue de suspensiones, con 17 mil obreros en sus casas cobrando el 60% de sus salarios, al día de hoy continúan en esta situación alrededor de 5 mil. Las petroleras sacaron al máximo el jugo de la fuerza de trabajo en actividad, forzando a que un menor número de operarios realicen múltiples tareas con jornadas extenuantes. Es por eso que decimos con total claridad que la muerte reciente del trabajador petrolero es un crimen laboral, del cual son responsables no solo las multinacionales sino también el gobierno con complicidad de la burocracia sindical.
Frente a la pérdida de condiciones laborales y salariales es fundamental la organización de los trabajadores petroleros, barriendo con la burocracia sindical que hace la vista gorda ante el avasallamiento de las condiciones laborales que se cobró nuevamente la vida de un trabajador.
Detrás de estos asesinatos está la imposición de deteriorar las condiciones laborales por parte de las multinacionales y el mercado externo. Hay que organizarse y defender las condiciones de trabajo con el programa del monopolio estatal de la industria petrolera, bajo control obrero colectivo.