Hasta en la vacuna nos hacen notar sus privilegios

Y encima lo presentan como una cuestión de equidad. ¡No tienen vergüenza!

En la Ciudad de Buenos Aires entregaron vacunas a los sistemas privados de salud que presentan el plan de vacunación para sus afiliados como propio sin respetar el orden de prioridades que se había establecido, ni siquiera garantizan vacunar primero a todo el personal de salud. De esa manera se privilegia a los que pueden pagar un sistema privado de salud que son una minoría de la población.

En Capital el porcentaje de personal de salud vacunado no supera el 30% mientras propagandizan la vacunación en un local partidario de Cambiemos (que era de la UCR).

Pero la mayoría de los más viejos y los más necesitados de la vacuna son afiliados del PAMI la obra social de los jubilados y pensionados que no había recibido ni una sola vacuna. Cuenta con 100 mil afiliados mayores de 80 años y 300 mil mayores de 70 años en la Ciudad. Este solo hecho retrata a los gobiernos. Era mentira que atenderían a los más expuestos, a los más vulnerables.

Esta vacuna no es como cualquier otra. Todos necesitamos vacunarnos lo antes posible, antes del invierno, y sabemos que las dosis no alcanzan. Que las previsiones del gobierno fallaron, no llegaron todas las vacunas que se anunciaron. En estas condiciones privilegiar a los amigos, utilizar las vacunas para hacer campaña política o entregarla a los sistemas privados es una canallada imperdonable.

El plan de vacunación debe ser centralizada por la clase obrera apoyada en las recomendaciones de los profesionales de la salud, fijando criterios precisos y públicos de distribución de las vacunas a medida que van llegando.

¡Que devuelvan todas las vacunas que le fueron entregados a las privadas!

 

(nota de MASAS nº388)

 

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