Bolivia: ¿Qué se trae entre manos el gobierno para el 1º de mayo?
En brutal arremetida antiobrera, los empresarios, con el pretexto de la pandemia que ha agravado la crisis económica mundial capitalista que se refleja en nuestra débil economía, han procedido al despido de miles de trabajadores, al cierre de algunas fábricas, al chantaje de rebajar salarios a cambio de preservar fuentes de trabajo, al no pago de salarios por meses, al no pago de aportes a las AFPs, al no depósito de las retenciones del salario de los obreros a la CNS dejándolos sin cobertura médica, al pisoteo de las conquistas sindicales y sociales de sus trabajadores, etc., etc.
Los afectados, mayoritariamente del sector fabril, en estado de total indefensión porque la burocracia sindical vendida se ha convertido en agencia del gobierno del MAS dando las espaldas a la defensa de los trabajadores, han vivido el viacrucis de buscar justicia en los vericuetos legales de la corrupta justicia boliviana.
El gobierno, impostor y mañudo como siempre, contando con la complicidad de la burocracia sindical, ha inducido a los afectados a recurrir a la vía legal con poses de que los apoya, para que no recurran a la acción directa. Naturalmente sin ningún éxito después de meses y meses de vigilias pacíficas y peregrinar ante los Tribunales de Justicia y el Ministerio del Trabajo que emiten resoluciones a favor de los trabajadores que los empresarios no acatan y sus abogados se encargan de apelar y enredar hasta el infinito mientras el Gobierno se hace el desentendido.
Estos trabajadores están experimentando en su propio cuero lo que es el Estado y sus instituciones: instrumentos de protección y defensa de los intereses de la clase dominante, es decir, de la burguesía, de los empresarios; que por ese camino se marcha a la derrota. Confiar en el enemigo es la torpeza más grande que se puede cometer.
Pero la paciencia producto de la ingenuidad tiene su límite, los trabajadores fabriles ante la falta de soluciones comienzan a superar la ilusión de solución por la vía legal y presionan a sus direcciones a que organicen medidas de presión en las calles. A ello obedece el que la Confederación Nacional de Fabriles haya convocado a una marcha nacional fabril exigiendo la reincorporación de los despedidos, la reapertura de las fábricas, etc.. Marcha que finalmente sólo se realizó en La Paz. En el interior las CODes y federaciones regionales fabriles boicotearon la marcha con mil pretextos. En Cochabamba, sin embargo, los fabriles despedidos salieron a bloquear caminos, al margen de sus direcciones. En respuesta, la Federación de Fabriles de Cochabamba llega a un acuerdo “confidencial” con los Ministerios de Trabajo y Justicia, logrando que se levanten los bloqueos.
No nos cabe la menor duda que se trata de una nueva mamada en la que nuevamente han caído estos compañeros despedidos. La “confidencialidad” del acuerdo significa que es secreto, que no se debe divulgar porque hacerlo perjudicaría el acuerdo. Siendo acuerdo entre Gobierno y trabajadores, quién no debe enterarse del contenido es el tercero en conflicto, es decir, los empresarios.
El gobierno mañudo y los burócratas ladinos, posiblemente – especulamos-, les hayan ofrecido alguna solución a su favor, para anunciarla el primero de mayo.
Nos atrevemos a asegurar que se tratará de algún nuevo engaño. Una nueva farsa como la que acostumbra montar el gobierno cada primero de mayo. Farsa que los empresarios no acatarán y que el gobierno no podrá imponerles porque su política para salir de la crisis es proempresarial (apoyo a los empresarios para reactivar la producción) y proimperialista (incentivos para atraer inversión privada de las transnacionales para la explotación de nuestras materias primas), por tanto, antiobrera y antinacional.
(Nota de MASAS nº 2647 – POR Bolivia)