Pacto Social: Gobierno, burocracia sindical y empresarios entierran el salario
El Boletín Oficial de fecha 3 de Mayo publicó la Resolución 4/2021 del Ministerio de Trabajo donde se establece:
El salario mínimo vital y móvil será:
A partir del 1° abril de 2021 $23.544,00 para todos los trabajadores mensualizados y de $117,72 por hora para los trabajadores jornalizados.
A partir del 1° de mayo de 2021 $24.408,00 para los mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo y de $122,04) por hora para los trabajadores jornalizados.
En el Art 2° resuelve incrementar los montos mínimo y máximo de la prestación por desempleo a $6.540 y $10.900, respectivamente, a partir del 1° de abril de 2021.
Los medios lo presentaron como un aumento del 35% en 7 tramos no acumulativos, para llegar a $29.160 dentro de un año.
Ya en diciembre los trabajadores aceiteros habían impuesto una referencia central para el movimiento obrero: el salario mínimo tenía que ser de $93 mil. Más recientemente lo hicieron los choferes de colectivo, planteando un plan de lucha por $100 mil de bolsillo.
Cuando se realizaba la reunión del Consejo del Salario, con la presencia de las direcciones de la CGT y CTAs ya se conocía el cálculo oficial de la canasta familiar realizado por la Ciudad de Buenos Aires que indicaba que para marzo alcanzaba $87.777. Aprobaron un salario mínimo que es un ¡¡¡25%!!! de la canasta familiar. Un salario mensual que alcanza para vivir una semana.
El costo de la canasta familiar es mayor en la Patagonia e inferior en las provincias del Norte, pero ese cálculo es una referencia oficial que integra todos los rubros que la componen. Ese y no otro debe ser el salario de todos los trabajadores, ocupados y desocupados.
Ese el valor de la fuerza de trabajo. Todo trabajador que no percibe como mínimo lo que cuesta la canasta familiar es pobre ya que debe resignar alguno o varios de los rubros vitales.
Las patronales se mostraron conformes con la Resolución al igual que el Gobierno. Habían logrado dejar atrás toda aspiración de recuperar los salarios. Es mentira que el Gobierno pretenda que los salarios superen el costo de vida, que recuperen los perdido, que quiera terminar con el flagelo de la pobreza. Esta resolución es una condena a la pobreza a la enorme mayoría de los trabajadores.
Porque el SMVM establece un piso para todos los convenios de trabajo ya que ningún mínimo puede quedar por debajo. Otro tipo de asignaciones también se regulan de acuerdo al SMVM. El Gobierno es consciente de la importancia de esta decisión, en línea con las recomendaciones del FMI.
La decisión de las cúpulas de la CGT y de la CTA de aprobar esta resolución miserable es una traición a los trabajadores. Privilegian los compromisos del gobierno con el FMI antes que las necesidades desesperantes de la mayoría los trabajadores.
La CTA Autónoma se abstuvo en la votación argumentando que fue excluida de la negociación. Había señalado que el SMVM debía ser de $60.000, pero sólo en forma testimonial, ya que no realiza ninguna campaña ni siquiera para imponer ese salario para los trabajadores que representa. Cuando su dirigente Ricardo Peidro dice “Es hora de que el Consejo (del salario) debata y acuerde la necesidad de que ningún jubilado y pensionado perciba un ingreso inferior al 82% móvil del ingreso mínimo” se suma a la estafa contra los trabajadores jubilados que habían conquistado el 82% móvil para todos, era el 82% de lo que percibiría siguiendo en actividad, no del salario mínimo.
¿Cuál es la evolución de los salarios en general? Entre enero de 2020 y febrero de 2021, los salarios privados registrados se ajustaron 34,1% mientras la inflación fue del 43,5% y el precio de los alimentos subió un 46,5%. Para los trabajadores estatales y los informales fue peor.
El salario pierde constantemente su poder adquisitivo desde hace décadas. Como también avanza la precarización laboral y la desocupación. Así, la bancarrota capitalista se descarga sobre nuestras espaldas. Esta ofensiva del capital va acompañada de la política miserable de las direcciones sindicales que abandonan hasta la lucha más elemental. La lucha por el salario y por trabajo para todos es una lucha del conjunto de los trabajadores, registrados y no registrados. Sólo se puede defender con los métodos de acción directa de masas.
¿Por qué decimos que los desocupados deben percibir también el equivalente al costo de la canasta familiar? Porque no es su responsabilidad estar desocupados. Todos los trabajadores deben ser incorporados inmediatamente a la producción social, reduciendo la jornada laboral y modificándola conforme crezca la necesidad.
Un sistema que no puede garantizar a sus esclavos ni trabajo ni salario debe ser derribado.