¡Basta de tarifazos! ¡Es la hora de romper con las políticas neoliberales!
Rechazamos todo ajuste de las tarifas para las familias y rechazamos que le paguen subsidios desde el Estado para compensar a las empresas lo que no cubren con los ajustes. Porque de una u otra forma la mayoría terminamos pagando lo que reclaman por el mismo servicio de siempre. Es hora de terminar con 4 décadas de experiencia neoliberal, de saqueo de nuestros recursos y de nuestro salario. Las posiciones de Guzmán y de Basualdo parten de reconocer la vigencia de esos monopolios y no recuperar los cientos de millones de dólares que saquearon, solo difieren en la magnitud del nuevo ajuste contra las masas.
La propuesta gubernamental del 9% parece reducida, pero si tenemos en cuenta que durante el gobierno anterior los ajustes fueron del orden del 4500%, agregar un 9% significa pasar a un ajuste en todo el período del 5014%. ¿En qué porcentajes se ajustaron los salarios y los ingresos populares en todo este período? ¿Cuál fue la inflación? El supuesto “congelamiento” de tarifas desde 2019 se produjo sobre la base de un enorme tarifazo anterior.
Tarifazo que permitió ganancias extraordinarias, que tradujeron a dólares que se fugaron. Tarifas que millones de trabajadores no pudieron pagar o pagaron reduciendo el gasto en comida. En vez de autorizar ajustes tarifarios o subsidios, deberían devolver esas extraordinarias ganancias. Por el contrario, el gobierno de Fernández da como un hecho consumado el saqueo.
El gobierno anterior autorizó aumentos del 4.454% a Edesur, 4.436% a Edenor y 4.896% a Edelap, Metrogas ajustó 1.780%, Gas Natural Ban 1.791% y Camuzzi Gas Pampeana 1.941%, entre diciembre de 2015 y diciembre 2019.
Las dos principales distribuidoras eléctricas del país multiplicaron su facturación, Edenor 24 veces y Edesur 17 veces.
En ese período los salarios de los trabajadores formales se ajustaron 214%, la jubilación mínima 227%, el salario mínimo 202% y la Asignación Universal por Hijo (AUH), 228%. La inflación acumulada fue 250%.
Los sueldos de los trabajadores formales pasaron en promedio de $15.800 a $49.600; la jubilación mínima, de $4.300 a $14.070, y la AUH, de $837 a $2.746 pesos. La facturación de Edenor subió de $3.800 millones a $89.950 millones, y la de Edesur, de $3.900 a $64.800 millones. Estas dos empresas, Edenor y Edesur dan servicio a 15 millones de habitantes, distribuidos el 80% en provincia de Buenos Aires y el resto en CABA.
En el periodo 2016-2019 tuvieron una ganancia neta de 478 millones de dólares. Edenor ganó 265 millones de dólares y Edesur, 213 millones.
Transener, encargada de la red de alta tensión, multiplicó su facturación ocho veces y tuvo ganancias por 268 millones de dólares.
En el gas, las ganancias también fueron extraordinarias: Metrogas ganó 475 millones de dólares; Naturgy BAN162 millones; Camuzzi Gas Pampeana 35 millones; Camuzzi Gas del Sur 28 millones; TGS 702 millones, y TGN 67 millones.
Estas cifras fueron publicadas por el nuevo Observatorio de Servicios Públicos (OPS) de la Universidad Nacional de La Plata.
Esas ganancias fueron fugadas del país. Entre 2015 y 2019 84 empresas del sector energético compraron divisas por 7.442 millones de dólares. Es el segundo sector que más fugó.
Estos sectores monopolizados, vitales para la economía, deben ser estatizados bajo control obrero colectivo, desde la generación de energía hasta su distribución. Las inversiones en todos esos sectores fueron realizadas principalmente por el Estado o financiadas por el Estado y los usuarios. Su control y operación deben ser estatales, para ponerlas al servicio del desarrollo industrial del país.
La política del neoliberalismo consistió en privatizar todo lo que estaba en manos del Estado y los resultados de esa política están a la vista en todos los terrenos. Luchar contra el neoliberalismo concretamente significa recuperar todos los recursos y las empresas nacionales, defender la soberanía frente a la prepotencia del capital financiero.
(nota de MASAS nº393)