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Bolivia: La administración Biden descertifica a Bolivia y el gobierno del MAS califica la medida de unilateral

Fingida respuesta radical del gobierno boliviano que revela una conducta lacayuna en materia de la erradicación de plantaciones excedentarias de la coca.

En un memorando enviado por Biden a la Secretaría de Estado acusa a Bolivia y Venezuela de “no haber realizado esfuerzos sustanciales…para cumplir sus obligaciones” en la lucha contra el narcotráfico en el último año. En el mencionado documento también señala a otros países como Colombia y Afganistán como principales lugares de paso y producción de drogas.

Esta medida, lanzada repetidamente año tras año por el imperio, ¿en este momento en que se tensionan las relaciones entre Bolivia y la OEA en torno al problema del fraude electoral y las condiciones de la detención de la ex – presidente Añez, aparece como un anuncio de un endurecimiento de las relaciones económicas entre el imperialismo y el gobierno de Arce Catacora que puede tener algunas repercusiones en la política interna? NO. Es ya un ritual en el que el imperio reafirma su política de responsabilizar a los productores de la hoja de coca por el flagelo del narcotráfico que él ha generado. Y una oportunidad para el gobierno del MAS para hacerse el antiimperialista.

No se ha dejado esperar la respuesta del gobierno boliviano que ha calificado a la medida yanqui de “unilateral y arbitraria”. El senador Leonardo Loza, dirigente cocalero del Chapare, ha señalado que Washington no tiene “moral ni autoridad” para emitir ese tipo de resoluciones. Ha señalado que se trata de una descertificación de contenido político que no entiende la verdadera lucha contra el narcotráfico que desarrolla el gobierno boliviano.

Estas reacciones tanto de los gobernantes como de los parlamentarios bolivianos explícitamente señalan que están de acuerdo con la política imperialista de la lucha contra el narcotráfico y, en ese marco, de la erradicación de las plantaciones excedentarias de coca en el país, con la diferencia –señalan- que en Bolivia se la realiza de manera soberana y consensuada con la directa participación de las organizaciones sociales del sector.

El trotskismo plantea la lucha por la defensa intransigente de las plantaciones de coca, de su libre cultivo, comercialización y también de la producción de la droga como una medida legítimamente antiimperialista. Se ha dicho categóricamente que la droga (cocaína) es un fenómeno que aparece como consecuencia del mercado capitalista y, mientras subsista este sistema social decadente, seguirá siendo un motivo de negocios lucrativos en manos de poderosas mafias que se inyectan en la economía capitalista mundial. En esta medida, la materia prima de la droga, la hoja de coca, seguirá teniendo gran demanda de parte de los fabricantes de la cocaína que -cada vez- perfeccionan más su producción.

Es un aspecto de la opresión imperialista sobre Bolivia el hecho de que los gringos carguen sobre las espaldas famélicas de los bolivianos la lucha contra el narcotráfico cuando son ellos los causantes de la existencia de este flagelo. Quieren acabar con el narcotráfico y el envenenamiento masivo de su juventud, limpien esta tara en su mismo país; entonces en Bolivia al disminuir la demanda de la hoja, de manera natural, la producción se reducirá sólo para sus usos ancestrales y medicinales.

Al gobierno boliviano que, se somete lacayunamente a la política de la erradicación de las plantaciones de coca, le falta imaginación; en lugar de hacer harina de coca para la alimentación, pastas dentales o refrescos, debería convertirse en la gran productora de cocaína para la farmacopea. Exportar al mundo, por ejemplo, anestésicos de primera calidad.

Llamamos a las bases cocaleras: en lugar de seguir siendo pongos políticos de un gobierno sirviente del imperialismo, deben reivindicar nuevamente la bandera del libre cultivo, comercialización e industrialización de la coca, bandera que abrazaron inicialmente cuando libraban importantes batallas contras las fuerzas represivas de la DEA norteamericana.

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