¿Qué sucede con el pan y por qué aumenta?
Una parte del aumento del precio del pan se debe el aumento del trigo, tanto en relación a su precio internacional en dólares, como a la devaluación de nuestra moneda. 5 multinacionales se llevan el 75% de la exportación de trigo: ADM Agro, Cofco, Cargill, Bunge y Dreyfus. En el ranking que publica el Ministerio de Agricultura, siguen las locales Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y Molinos Agro, del Grupo Perez Companc, también dueño de Molinos Río de la Plata. Pero detrás del aumento de este alimento básico no sólo está el trigo, según Di Betta, de la Federación de panaderos, son 5 o 6 las empresas las que manejan margarinas y otras materias primas.
En Argentina una persona consume 7kg por mes de pan, en promedio. Lo que implica que es el país que más consume después de Francia y España. Sin embargo, a pesar que es un alimento base, el precio ha subido sin parar desde 2016.
En el año 2018 se sancionó la ley de peso de bolsa de harina. Este tema había sido tratado en paritarias y se había firmado, considerando que el límite de peso que un trabajador debía cargar era de 25 kg. Los molinos han cambiado su embalaje y ya casi no hay bolsas de 50 kg de harina. Lo cierto es que el precio de la bolsa de 25kg fue escalando hasta igualar el precio de la bolsa de 50kg. Todos los panaderos saben que la bolsa de harina equivalía a 10 dólares, ahora el precio se mantiene pero con la bolsa de 25Kg.
En lo que va de la segunda parte de este año se han disparado los insumos para masas y facturas (especialidades), la margarina subió 150%, y la levadura 40%, producto que tiende a aumentar en invierno. Desde el CIPAC (Centro Industriales Panaderos y Afines de Córdoba-Cipac) señalan que: “una caja de 20 kilos de margarina podía conseguirse, a principios de año, a 1800 pesos. Hoy no baja de los 4200 pesos. En cuanto a la bolsa de 25 kilos de harina, si en enero la compraban a 700 pesos, hoy les cuesta unos 1200”.
Esto ha generado que muchas panaderías se vean endeudadas con el fisco o que hayan pasado a la informalidad, y los propietarios en su mayoría cuentapropistas no pueden trasladar el precio de las materias primas a sus productos debido a la baja de ventas.
En provincia de Buenos Aires el pan pasó de $55 en 2018 a $183 en 2021, en la Patagonia de $55 a $180 en las zonas más comerciales. Este aumento desmesurado ha provocado que ya no se compre por kilo el pan sino que se compre según el dinero que se tenga en ese día. El hambre en la clase obrera es evidente, con salarios miserables y muy por debajo de la canasta familiar.
No podemos permitir que nuestra alimentación esté sujeta a los precios internacionales de las materias primas, la especulación local o a la suba del dólar. Es urgente la expropiación y estatización de los oligopolios trigueros, de los latifundios y la instauración del monopolio del comercio exterior que regule y garantice la molienda para el país.
(Nota de MASAS nº404)