ATEN: la situación de las escuelas es explosiva
La presencialidad puso de relieve la crisis social y económica que atraviesan las familias, es en las escuelas donde repercuten la desocupación y el hambre. Las situaciones que van desde violencia, abuso, diferentes carencias son la punta de iceberg del entramado social del ajuste económico que están viviendo las masas. Todos los días en las escuelas se viven situaciones de convulsión, conflictos interpersonales, jóvenes que se desmayan o sufren crisis de nervios. A esto se suma el vaciamiento por parte del Estado que se evidencia en la falta de mantenimiento de los edificios escolares, cuyo punto máximo fue la muerte de tres trabajadores por la explosión de Aguada San Roque. Los trabajadores y estudiantes están expuestos constantemente a accidentes. De hecho, varias escuelas de la provincia no comenzaron aún la presencialidad, o lo hicieron recientemente, por problemas edilicios, o porque directamente no tienen dónde funcionar, como ocurrió en la EPET 8, Escuela Especial 22 de Capital, CPEM 16 de Picún Leufú, o el CPEM de Chañar, entre otros.
Frente a todo este panorama la conducción actual, TEP, sólo sale a denunciar cuando las escuelas se movilizan al CPE, en total connivencia con el MPN. Si bien todavía la oposición no asumió la dirección, su triunfo en la seccional Capital ha generado mucho entusiasmo en las bases, por ello las compañeras comienzan a pedir acompañamiento desde ahora como si ya hubiéramos asumido.
Desde la Púrpura sabemos que aunque no hayamos asumido, debemos actuar desde hoy como dirección, por un lado, porque la situación lo amerita, y por otro lado, porque nunca dejamos de hacerlo durante todos estos años. Los problemas que vivimos en las escuelas tienen distintas dimensiones, es importante tener presente que desde la escuela no se pueden dar respuestas de fondo a los problemas de violencia o sociales. La desocupación y el ajuste del gobierno son una parte importante de las causas de la violencia. Un segundo aspecto son los problemas edilicios, que implican condiciones precarias de trabajo y estudio. La respuesta a todos los problemas debe ser colectiva, hay que romper con la lógica de que cada escuela debe movilizarse y reunirse con el gobierno para negociar. Hay que impulsar una lucha colectiva por las condiciones edilicias.